CIUDAD DE MÉXICO.
Esta semana podría cambiar la historia del atletismo femenil, pues el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) deberá decidir si la velocista sudafricana Caster Semenya y otras atletas con hiperandrogenismo (alta producción natural de testosterona) podrán competir al parejo del resto de las mujeres.
En abril de 2018, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) determinó que atletas con hiperandrogenismo que compiten en las categorías de distancia media (400-1500 metros) deberán consumir estrógenos para reducir la producción de testosterona a niveles considerados femeninos, es decir, deberán empeorar su rendimiento o bien, no podrán competir.
Semenya, de 28 años y dos veces ganadora del oro olímpico en los 800 metros planos, es una de las atletas afectadas. Esta semana inició su proceso legal contra la IAAF, apelando ante el TAS la suspensión que recibió por parte de la institución que sostiene que su superioridad radica en que, a pesar de ser mujer, no tiene índices de testosterona correspondientes a su género.
Este caso es inusual y no tiene precedentes, nunca hemos visto algo así en el TAS. No sé que vaya a suceder, pero sin duda será trascendente para el deporte”, expresó Matthieu Reeb, secretario general del TAS.
La Federación Sudafricana de Atletismo y la ONU han mostrado su apoyo a Semenya, sosteniendo que las acciones de la IAAF son una violación a sus derechos humanos.
Aquí hay más en juego que poder participar en el deporte. Su cuerpo, bienestar, identidad, privacidad y sentido de pertenencia en el mundo están siendo cuestionadas”, expresó Thokozile Xasa, ministro de deporte en Sudáfrica.
fdr
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