CIUDAD DE MÉXICO.
El Hotel Gillow, fundado en 1875, originalmente fue parte del convento jesuita de La Profesa ubicado en la calle Isabel La Católica, entre Madero y 5 de Mayo.
Al principio era la casa de los ejercicios espirituales, sin embargo, con las leyes de Reforma, fue separado de la Iglesia y comprado por el empresario inglés Thomas Gillow.
Su primera remodelación concluyó en 1911, la cual fue inaugurada por Porfirio Díaz.
Al paso de los años ha tenido muchas remodelaciones; el hotel ha cambiado mucho. La finca perteneció a la familia Gillow hasta 1909, 1911, ahí lo compró un empresario que se llamaba Tirso Sáenz e hizo la primera remodelación del hotel; en esa remodelación le puso todos los acabados de lujo de la época y fue presidida por don Porfirio Díaz y el secretario de Comercio de aquella época, hacia 1911”, contó Juan Carlos Llorca, encargado del lugar.
El hotel contiene elementos art déco y por sus instalaciones han pasado personajes como Pascual Orozco, Carlos Monsiváis, Rius o Dolores Olmedo.
Es preferido por gente de la cultura porque está en ruta directa al Palacio de Bellas Artes.
Debido a la pandemia de covid-19, pasa por una de las peores crisis de su historia, al igual que todo el sector turístico y hotelero del mundo, de la ciudad y del Centro Histórico.
Llorca invita a hospedarse en el hotel que cuenta con todas las medidas sanitarias para garantizar una estancia cómoda y segura.
Que nos visiten, que sepan que el Hotel Gillow tiene todas las medidas y todo lo que ustedes necesiten de seguridad para que no tengan ningún miedo de venir a la Ciudad de México a visitarnos.
Los necesitamos, nosotros vivimos del turismo, somos empresa turística, nuestro plus es dar servicio a los clientes, atenderlos, darles todo el servicio y las comodidades que ellos necesitan para disfrutar. La Ciudad de México los necesita, todos los necesitamos”, concluyó.
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