Qué es en realidad el yogur griego: la verdadera razón detrás de su nombre

Descubre el verdadero origen del yogur griego, su evolución histórica y por qué su nombre puede engañar.

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Qué es en realidad el yogur griego

¿Sabes qué es en realidad el yogur griego? Hoy te contamos la verdadera razón detrás de su nombre y su fama en la gastronomía: ¿realmente nació en Grecia, o su historia es más compleja de lo que imaginamos? 

Cuando colocas en tu mesa un tazón de yogur griego con miel, frutos rojos o frutos secos, acompañándolo de un desayuno saludable o usándolo en una receta, probablemente asumes que ese producto viene directa o culturalmente de Grecia. 

El término “griego” invoca imágenes del Mediterráneo, antiguas tradiciones de pastores, de islas soleadas y de una dieta mediterránea ideal. Pero, ¿qué tan exacto es eso?

En realidad, este tipo de yogur colado tiene antecedentes en regiones del Medio Oriente, 

Asia Central y otras culturas nómadas que descubrieron la fermentación de la leche mucho antes de que existiera la Grecia clásica. 

Aunque hoy lo consumimos como un superalimento moderno —espeso, cremoso, alto en proteínas—, la técnica de colar yogur  para quitar suero, que da como resultado esa consistencia espesa, tiene raíces muy antiguas y dispersas.

Con la globalización, el auge de la dieta saludable y el marketing internacional, ese yogur colado ganó fama bajo la etiqueta “griego”. Su textura, sabor y perfil nutricional lo convirtieron en un favorito mundial. 

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Qué es en realidad el yogur griego

¿De dónde surge el término “yogur griego”?

La práctica de fermentar leche para conservarla, consumirla de forma segura y aumentar su durabilidad, se remonta a miles de años atrás. Se cree que los primeros yogures (no necesariamente “griegos”) surgieron en el Neolítico, cuando comunidades de Asia Menor, Mesopotamia o el Medio Oriente domesticaron animales lecheros. 

Al transportar leche en recipientes improvisados —pieles, sacos o pieles de animales—, el calor y el movimiento provocaban fermentación natural, transformando la leche en una mezcla ácida, con textura más firme, de acuerdo con la Universidad de Harvard

El yogur se fue expandiendo con el paso del tiempo, diferentes pueblos adaptaron la técnica según la leche disponible (oveja, cabra, vaca), el clima y sus costumbres. En ese contexto, se desarrolló una versión del yogur más espeso: el yogur colado, obtenido al separar el suero mediante filtrado o colado. 

Fue así que el llamado “yogur griego” que conocemos hoy no nació necesariamente en la Grecia moderna como producto distintivo. Más bien, el yogur colado ha sido parte de las tradiciones de varios pueblos; y en Grecia se consume como “straggisto”.

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Qué es en realidad el yogur griego

Diferencias entre el yogur griego y el “normal”

Colado

La característica definitoria del yogur griego es el colado —o filtrado— del yogur tradicional para eliminar el suero de leche. Al separar ese líquido, el resultado es una masa más espesa, cremosa y concentrada, con menor contenido de lactosa y azúcar natural, y mayor densidad de proteínas por porción. 

Textura y sabor

El yogur griego tiene una textura firme y cremosa, distinta al yogur común que suele ser más fluido. Esto lo hace versátil: desde ser consumido solo, con frutas o miel, hasta usarse como base para salsas, aderezos, dips o en recetas culinarias.

Propiedades

Nutricionalmente, el colado implica una concentración de proteínas —lo que lo convierte en un favorito entre quienes buscan opciones más saciantes o dietas altas en proteínas— al mismo tiempo que reduce parte de la lactosa y del azúcar natural de la leche. 

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Qué es en realidad el yogur griego

¿Por qué se le llama yogur griego?

El término “griego” evoca la dieta mediterránea, con su connotación de salud, tradición, autenticidad. Llamar al producto “yogur griego” ayuda a posicionarlo como algo exótico, antiguo y auténtico, alineado con una cultura que valoramos culinariamente. 

Desde Grecia, el yogur colado se conoce como “straggisto”, pero al exportarlo o adaptarlo al mercado internacional, el nombre “yogur griego” se adoptó como marca, no necesariamente como evidencia de origen.

Algunas regulaciones buscan aclarar el origen: cuando no proviene de Grecia, el producto debería denominarse “estilo griego”. 

 

El yogur griego, tal como lo conocemos hoy, es en realidad un descendiente de una tradición milenaria de fermentación y colado de leche presente en distintos rincones del mundo desde tiempos antiguos. Tiene fama, ¡aunque no es exclusivo de esa región del mundo!