Logo de Excélsior                                                        
Nacional

Disturbios en el corazón del país; los acusan de agitadores

El choque de manifestantes de dos marchas que confluyeron en el Centro Histórico terminó en una bronca monumental, que se alargó hasta la madrugada

Andrés Becerril | 27-07-2018
Disturbios en el corazón del país; los acusan de agitadores
Granaderos custodian a dos miembros de las Juventudes Comunistas arrestados el 26 de julio, en la calle de Mérida. La violenta noche arrojó un saldo de 200 lesionados y 200 detenidos.

CIUDAD DE MÉXICO.

Con motivo de la conmemoración del asalto al cuartel Moncada en Cuba —el  26 de julio de 1953—, ese mismo día, pero de 1968, en la Ciudad de México se organizó una marcha. De forma paralela, estudiantes del Poli y de la UNAM, juntos, armaron otra manifestación. Ésta, en contra de la brutalidad policiaca que habían sentido en carne propia los politécnicos durante la gresca del día 23 en la Plaza de la Ciudadela.

La organización de ambas marchas terminó por descoordinarse y aquello fue una bronca monumental de horas y horas en pleno centro de la capital del país.

En la primera plana de Excélsior del 27 de julio de 1968 se publicó la información titulada “Estudiantes y revoltosos provocaron disturbios en el centro de la ciudad”.

En la página 16 de ese sábado 27 de julio de hace 50 años, la información del hecho está ilustrada con varias fotografías: autobuses incendiados; agentes policiacos vestidos de civil deteniendo jóvenes; cateos a inmuebles; uniformados vigilando escaparates ante posibles ataques.

La nota informativa señala que cerca de tres mil estudiantes —azuzados por agitadores vinculados con posiciones políticas de izquierda— alborotaron en el primer cuadro de la ciudad con una serie de manifestaciones que degeneraron en disturbios.

Da cuenta la información que lapidaron establecimientos comerciales, se enfrentaron a los granaderos y secuestraron un tranvía y diez autobuses, dos de los cuales fueron incendiados en la noche frente a las puertas de la Preparatoria 3, en la calle de Justo Sierra.

La información refiere que las primeras manifestaciones, durante la tarde, habían sido dispersadas por los granaderos, pero por la noche, unos 200 estudiantes universitarios se concentraron en las calles adyacentes al Zócalo y se parapetaron en las Preparatorias 2 y 3.

Según los reportes, en esa jornada de enfrentamientos resultaron lesionadas 200 personas, entre ellos estudiantes, curiosos, policías, granaderos y dos periodistas.

En esos hechos, los jefes policiacos, el general Raúl Mendiolea Cerecero, subjefe de la Policía Preventiva; el coronel Eduardo Estrada Ojeda, jefe del Servicio Secreto, y el capitán Pérez Meza, de la Dirección de Tránsito, resultaron lesionados. Además se mencionó que había 200 detenidos.

La historia de estos hechos arranca con la coincidencia de dos manifestaciones, como se informó en la nota de Excélsior. Una de ellas organizada por estudiantes del Poli, como protesta por la intervención de los granaderos en la gresca con preparatorianos de la Isaac Ochoterena, al inicio del conflicto.

La otra marcha fue organizada por integrantes de las Juventudes del Partido Comunista Mexicano, que conmemoraba el asalto al cuartel Moncada, en Cuba, al mando de Fidel Castro, que entonces llevaba nueve años al frente del gobierno cubano. El diario de hace 50 años informó que la primera tenía autorización del gobierno, la segunda no.

De acuerdo con la nota publicada hoy hace 50 años, los politécnicos marcharon de forma ordenada desde la Plaza de la Ciudadela hasta el Monumento a la Revolución. Ahí quemaron algunos monigotes y siguieron su camino hacia el casco de Santo Tomás, donde la mayor parte del contingente se disgregó.

Dice la información que a quienes “quedaron por ahí”, los grupos de agitadores los invitaron a que continuaran su manifestación hacia el Zócalo capitalino, donde supuestamente había grupos de estudiantes universitarios reunidos para protestar contra la policía.

“Los grupos de izquierda, portando pancartas y distribuyendo por las calles propaganda de su doctrina, iniciaron su manifestación en Salto del Agua y coincidieron a su llegada al Zócalo con los estudiantes del Politécnico”, se lee en la información periodística.

En el Hemiciclo a Juárez, en la Alameda Central, hubo discursos procubanos y antiimperialistas.

La crónica de los hechos cuenta que el primer enfrentamiento entre manifestantes y policías se dio en la primera calle de Madero; hubo destrozo de comercios.

“Eran alrededor de las 18:00 horas cuando los manifestantes apedrearon a los granaderos que habían sido desplegados en avenida Juárez. La acción de la policía no se hizo esperar y lograron dispersar a los estudiantes”, informó el diario.

En esos hechos, según la información del día, además de los granaderos intervinieron agentes del Servicio Secreto y de la Dirección Federal de Seguridad, que iban a catear el local ocupado por la Unión Comunista Mexicanos en la calle de Mérida 186, que en realidad era el domicilio del Partido Comunista Mexicano.

En ese sitio, la Federal de Seguridad —a partir de la cual se formó la Brigada Blanca, encargada de perseguir a la disidencia política del gobierno—, confiscó media tonelada de propaganda impresa, parte de la cual se iba a distribuir en los centros de estudio para incitar a los estudiantes a provocar disturbios.

Los primeros detenidos por los hechos y que en los sucesivo sumaron cientos, según la información periodística, fueron Rubén Valdespino García (de acuerdo con fichas de la Procuraduría General de la República, hechas públicas en 2003 por la revista Proceso, era miembro del Comité Central de las Juventudes Comunistas); Arturo Zama Escalante (aleccionaba a estudiantes a elaborar bombas molotov); Félix Goded Andreu (estudiante de arquitectura y miembro de las Juventudes Comunistas, estuvo preso en Lecumberri, según su testimonio recogido por Elena Poniatowska en La noche de Tlatelolco); Pedro Castillo Salgado y el peruano Salvador Ríos Pérez.

La información divulgada por las autoridades, hoy hace 50 años en Excélsior, era que estos cinco detenidos eran los responsables “morales” de los sucesos y que eran reconocidos líderes de izquierda, quienes desde hace tiempo se dedicaban a provocar disturbios en distintas partes del país.

En su testimonio para La noche de Tlatelolco, por ejemplo, Goded Andreu aceptó que él fue a Mérida 186, local del Partido Comunista, que estaba ocupado por la policía, con la idea de rescatar el inmueble. Es decir, este estudiante de arquitectura no estaba en los hechos violentos.

En la información presentada por Víctor Payán, Luis Segura, Alejandro Íñigo, Julio Peña y José Luis Gallegos, reporteros de Excélsior, se da cuenta de que los granaderos se desplegaron y obligaron a los estudiantes a refugiarse en los edificios de las preparatorias. Que el mayor grupo de jóvenes se concentró en la Preparatoria 3, frente a la cual ardía el autobús de primera clase de la línea General Anaya, con placas de circulación 57-722 y número económico 58.

Los hechos fueron seguidos por decenas de personas, vecinos de esas  calles, desde las azoteas y ventanas de edificios. Los habitantes de ese sector sufrieron las consecuencias del zafarrancho, pues mientras unos no podían salir, otros no podían entrar.

La nota informativa revela que en esos hechos hubo un héroe: el catedrático universitario Roberto Alatorre, director de la Preparatoria 3. Gracias a él hubo una tregua entre estudiantes y granaderos al filo de la medianoche del 26 de julio.

Los uniformados, sentencia la nota, recibieron la orden de dispersarse en grupos y rodear las cuatro manzanas donde estaban los estudiantes. Tras una plática de media hora, del profesor y los estudiantes, el catedrático solicitó el retiro de todos los uniformados. La idea era que quienes estuvieran haciendo desmanes desalojaran los planteles educativos y se fueran.

Parcialmente los granaderos se fueron del lugar a bordo de algunos transportes, pero otros se quedaron a la expectativa. A las 2 de la mañana del 27 de julio de hace 50 años, las cosas, según la nota informativa de Excélsior estaban en calma. Aunque los estudiantes ya habían solicitado, vía telefónica, ayuda a otras preparatorias. Es decir, ya esperaban refuerzos.

1968 un año histórico

22 de julio de 1968: Pleito inició el Movimiento Estudiantil de 1968; la refriega entre las Vocas 2 y 5

23 de julio de 1968: Pandillas provocan segunda pelea entre la voca y la prepa en 1968

24 de julio de 1968 SEP: hubo intromisión; ve manos extrañas

25 de julio de 1968: Listos para marchar

26 de julio de 1968: Disturbios en el corazón del país; los acusan de agitadores

27 de julio de 1968: Juegos olímpicos, el blanco

28 de julio de 1968: A Lecumberri consignan a 43 jóvenes

29 de julio de 1968: Bazucazo, estalla puerta de prepa

 

 

 

 

 

Te recomendamos

Tags

Comparte en Redes Sociales