CIUDAD DE MÉXICO.
Como en la víspera, el viernes 26 de julio de 1968 la Ciudad de México volvió a amanecer en calma. Ese día, conmemoración del asalto al cuartel Moncada en Cuba, las calles del centro de la capital se alistaba para una marcha programada por ese hecho ocurrido en la isla en 1953.
Calientitos todavía por la zamarreada que los granaderos les habían dado dos días atrás en La ciudadela, los estudiantes del Politécnico hacían fila en la Secretaría de Gobernación para obtener permiso y manifestarse en contra de la brutalidad policiaca. Aunque advertía que con venia o sin ella, saldrían a las calles. Tal y como lo hicieron.
Esa tranquilidad aparente se reflejó en la información publicada hoy hace 50 años en Excélsior. La nota de mayor importancia era la dimisión del gobierno de Bolivia. También la confirmación de una reunión entre los presidentes de México, Gustavo Díaz Ordaz, y Lindon Johnson, de Estados Unidos, para septiembre de ese año.
Ese 26 de julio de hace 50 año se publicó la noticia de la inauguración del hotel Camino Real. Había causado tal expectación la apertura de ese hotel, que aún antes de su inauguración ya había sido reservado en su totalidad para que en octubre siguiente fuera la sede de los presidentes de las federaciones deportivas internacionales y también de los líderes del Comité Olímpico Internacional (COI). Avery Brundage, entonces presidente del COI había estado personalmente visitando los trabajos de construcción del Camino Real, que se planteaba como el más moderno del país, según información publicada en la edición de Últimas Noticias Segunda Edición de Excélsior, del martes 22 de agosto de 1967.
La primera plana de este diario publicó la información, donde Díaz Ordaz fue el encargado de poner en marcha el hoy legendario hotel, actualmente propiedad de Grupo Empresarial Ángeles. “Inauguró el presidente el hotel Camino Real”, dice la cabeza que corona una fotografía del mandatario mexicano frente a un micrófono y flanqueado por su esposa, Guadalupe Borja y Cecilia Chauvet de Legorreta.
En los preparativos para la Juegos Olímpicos de octubre, Manuel Mejido escribió una nota sobre la antorcha olímpica, que entonces se revelaba sería de aluminio; y que la llama en el estadio olímpico sería capaz de soportar vientos de hasta 90 kilómetros por hora, equivalentes a un huracán y lluvias de 100 milímetros, comparadas con un diluvio.
En las ediciones meridiana y vespertina de Últimas Noticias, de Excélsior, una que aparecía al filo del mediodía y la otra por la tarde, se informaba sobre los preparativos de dos marchas: una para conmemorar el 26 de julio cubano y otra como protesta por la intervención policiaca en la Vocacional 5, para atemperar los ánimos en un pleito estudiantil.
En la columna Desde el Café, firmada por Fermín Palacios, en la primera de Noticias, se informó que los estudiantes preparan una protesta. “Piensan hacerla hoy en las calles. Esto al mismo tiempo que para hacer un comentario debe servir como aviso al público. Porque ya se sabe lo que son las manifestaciones callejeras de protesta que organizan los muchachos. Si no se apedrean unos a otros, por lo menos son capaces de destruir comercios robar mercancías, vejar al público y hacer muchas cosas que en conjunto se denominan vandalismo”, escribió Palacios.
En La Extra se publicó en la página 9 la nota titulada “Con o sin permiso, los estudiantes del Poli afirman que harán su manifestación”.
Y es que todavía al filo de las dos de la tarde de ese viernes 26 de hace 50 años, las autoridades de la Secretaría de Gobernación, entonces a cargo de Luis Echeverría –que entre 1970 y 1976 fue presidente de México no daban anuencia para la manifestación estudiantil.
En la nota se informaba entonces que, desde las 12 horas estaban reunidos centenares de estudiantes de las vocacionales y prevocacionales del Instituto Politécnico Nacional, en espera del permiso de Gobernación para poder marchar en protesta contra los granaderos, pero que hasta la una de la tarde no habían recibido respuesta.
No obstante, consigna la nota periodística, los alumnos dijeron que la manifestación se haría, con o sin permiso. Como sucedió horas más tarde.
Arturo Aparicio, Ángel Mendoza, Miguel Partida y Cecilio Cruz, dirigentes del Comité Ejecutivo de la Sociedad de Alumnos del Poli, fueron quienes gestionaron el permiso, con la idea de que no hubiera un nuevo enfrentamiento con los granaderos, como había ocurrido el martes anterior en la Vocacional 5.
La nota de La Extra hace mención que en los carteles y mantas que los estudiantes llevarían a la marcha de ese día, pedían la destitución de los jefes de los granaderos, con la advertencia de que si no los destituían harían un paro total en todas las escuelas técnicas.
En ese contexto las protestas programadas se extendieron en contra de del artículo 145 del Código Penal, del que señalaban los estudiantes, es escudo legal para proteger el pillaje y el salvajismo.
Los alumnos congregados para iniciar la marcha, pidieron entonces a sus colegas unidad para evitar lo ocurrido el martes pasado. Además de que en un periódico mural los politécnicos mostraron fotografías de la batalla con los granaderos, el martes 23 de julio.
Los alumnos concentrados a las puertas de la Vocacional 5, en la Plaza de La Ciudadela, planificaban marchar a partir de las 4 de la tarde hacía el Monumento a la Revolución, para después marchar hacia el Casco de Santo Tomás, como sucedió con parte del contingente, ya que otra parte fue conducido hacia el Zócalo a donde llegó la marcha por el 26 de julio cubano.
La relación entre el gobierno de Cuba, al triunfo de su revolución en 1959 y algunos sectores políticos, académicos e intelectuales de México se fortalecieron inmediatamente. El 1960, según la fotografía publicada el 26 de julio de ese año en
Excélsior, muestra a parte de un grupo de 36 estudiantes mexicanos que viajaron entonces a La Habana “invitados por el gobierno de Fidel Castro para asistir a los festejos de la celebración del Movimiento 26 de Julio”.
Con esos antecedentes, es claro que el gobierno de la capital del país tuviese presupuestado que el 26 de julio habría una manifestación. Sobre todo que era pública y conocida esa relación Cuba-México.
Prueba de ello es que el 25 de julio de 1968 se publicó en este diario una nota titulada “cultura en la celebración de los cubanos”.
La nota, previa a la manifestación informó que el Instituto Mexicano-Cubano de Relaciones Culturales y la embajada de Cuba conmemoraran mañana el XV aniversario del asalto al Cuartel Moncada, con una ceremonia en el Centro Cultural Coyoacán.
Se publicó la información que representantes de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET), encabezados por su líder, José R. Cebreros estaban haciendo antesala en las oficinas del secretario general del departamento del Distrito Federal, Rodolfo González Guevara –que en 1986 formó parte de la Corriente Crítica del PRI, aunque salió de ese partido a mediados de la década de los noventa–, con la idea de anunciarles que de forma paralela a la conmemoración del 26 de julio cubano, estudiantes del politécnico y también alumnos de la preparatoria Isaac Ochoterena, según dijo a Excélsior Cuauhtémoc García Ortega, participarían en una marcha por las agresiones de los granaderos el martes anterior.
Entre el estudiantado del Poli, la FNET y sus líderes eran señalados como cercanos al gobierno y al PRI, que se conoce, infiltró a esa organización después de 1956. Aunque también estaba relacionada a la Sección X del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y no les tenían mucha confianza. De hecho, en abril de 1968, los líderes de esa agrupación se reunieron con el presidente Gustavo Díaz Ordaz para agradecerle todo lo que había hecho por ellos, según una información publicada en Excélsior.
23 de julio de 1968: Pandillas provocan segunda pelea entre la voca y la prepa en 1968
24 de julio de 1968 SEP: hubo intromisión; ve manos extrañas
25 de julio de 1968: Listos para marchar
26 de julio de 1968: Disturbios en el corazón del país; los acusan de agitadores
27 de julio de 1968: Juegos olímpicos, el blanco
28 de julio de 1968: A Lecumberri consignan a 43 jóvenes
29 de julio de 1968: Bazucazo, estalla puerta de prepa
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