¿Cómo es vivir con Síndrome de Asperger?

‘Creí vivir en un pueblo fantasma, hasta que me di cuenta que el fantasma era yo’

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Armando Hernández Cruz, Magistrado Presidente Tribunal Electoral de la Ciudad de México

CIUDAD DE MÉXICO.

“De repente me siento como un globo en un mundo de alfileres, esto quiere decir que el ambiente es muy hostil para quienes vivimos dentro de la condición del espectro autista y todo lo que está a nuestro alrededor nos puede hacer daño”, así define Armando Hernández Cruz, Magistrado Presidente del Tribunal Electoral de la Ciudad de México, la manera en cómo se siente viviendo con Síndrome de Asperger, una condición dentro del espectro autista, que se caracteriza principalmente por la existencia de limitantes en la interacción social.

“Es como caminar en una ruta distinta”; supo que tenía asperger a los 44

Durante la presentación de su tercer libro titulado: “Soy Asperger”, impreso en Porrúa Print, Hernández Cruz, indicó que la importancia de esta publicación radica en poder lograr la visibilización, sensibilización y concientización de la sociedad, que ha ignorado a las personas que viven con Asperger, para promover diagnósticos a temprana edad e impulsar la inclusión social.

Objetivo, que persigue en 103 páginas, donde con su testimonio, el Magistrado Presidente del TEDF, relata que aun cuando toda su vida ha tenido esta condición del espectro autista, fue hasta 2016, cuando fue oficialmente diagnosticado.

“Durante toda mi vida, viví en un entorno en el cual yo era el extraño y no encajaba ni en mi familia, amigos, escuela y trabajo. No entendía por qué no soportaba los ruidos de la calle, mi mal sentido de la ubicación, algunas texturas, porque era y soy distraído o no tenía la capacidad de mantener una conversación larga”.

“En ocasiones la gente a mí alrededor me consideraba una persona poco sociable y no tolerante, por mi incapacidad a socializar y yo pensaba que era timidez”.

“Fue hasta que ocupé el cargo de Magistrado Presidente, cuando la cantidad de trabajo se volvió excesiva y difícil de manejar, que me di cuenta que mi forma de percibir el mundo no era como la de los demás. Busqué información, llegué a Asperger México y cuando tenía 44 años me diagnosticaron”, detalló.

Su alto coeficiente intelectual, que también caracteriza a las personas que viven con Asperger, ha permitido que, Armando Hernández Cruz, haya obtenido su Doctorado en Derecho por la UNAM, por lo cual, señala que la inclusión social es el reto a vencer, ya que se debe considerar que los niños y niñas que hoy viven en esta condición de Asperger, van a ser jóvenes y adultos que necesiten espacios sociales, educativos y laborales, donde sus comorbilidades no sean un obstáculo.

“Se necesitan ajustes razonables en todos los ámbitos de desarrollo porque cada caso de Asperger es diferente, yo hablo de lo que vivo día a día”.

“Mi diagnóstico vino con comorbilidades como hiperacusia, que es un aumento de la sensibilidad auditiva, prosopagnosia que es la inacapacidad de reconocer rostros, tengo ansiedad permanente y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)”.

“No obstante, existen otras enfermedades que nos afectan como la hipersensibilidad a la luz, por ejemplo, y para todo esto debe existir comprensión y atención en los lugares donde nos desarrollemos”, indicó.

El también Presidente la Asociación Civil “Soy Asperger”, expone en su libro: “Creí vivir en un pueblo fantasma, hasta que me di cuenta que el fantasma era yo”, para hablar de su grave dificultad para la interacción social.

Y, además, entre otras cosas, refiere a detalle, su incapacidad de reconocer sus emociones y las de los demás, la manera en que entiende todo lo que se le dice literalmente. Su impedimento para seguir patrones específicos y su seguimiento de patrones de conducta ingenuos, que lo hicieron ser víctima de bullying.

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