Aideé, la estudiante del CCH a quien le truncaron sus sueños

CIUDAD DE MÉXICO.

Aideé Mendoza Jerónimo se trasladó en compañía de sus padres, desde una pequeña comunidad en Puebla, a la Ciudad de México, para buscar un mejor nivel de vida, estudiar en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

La tarde del lunes, los sueños de la joven de 18 años de edad, se vieron frustrados al recibir un impacto de bala de un arma calibre 9 milímetros, que hasta el momento se desconoce quién disparó.

La estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Oriente, se encontrada tomando una clase de matemáticas, en un salón de clases del edificio “P”. De acuerdo con la versión de su profesor y 10 de sus compañeros, tras escucharse un sonido “ténue”, Aidée se levantó de su pupitre y comenzó a gritar “me duele, me duele”, que fueron sus últimas palabras antes de caer desvanecida al suelo.

Bala calibre 9 milímetros mató a Aideé, alumna del CCH

Aideé tenía tres actividades en las que invertía su tiempo: los estudios, su religión y un club de exploradores. Junto con ella, su propósito de estudiar en Ciudad Universitaria la carrera de Ciencias Forenses, se fue en un instante.

Participaba activamente en la Brigada de Boy Scouts de la alcaldía de Iztapalapa, espacio donde se ganó el cariño de sus compañeras y compañeros que en homenaje le pusieron el estandarte de la flor de loto con la leyenda de Judea en su féretro.

Además, la joven profesaba la religión mormona y asistía regularmente a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días, ubicado en el Eje 8 Ermita Zaragoza en la colonia Santa Cruz Meyehualco, alcaldía de Iztapalapa, donde se realizó un servicio en el que el pastor emitió una reflexión para resaltar las bondades del buen corazón de Aideé.

Andrea su mejor amiga compartió que cada que se veían se abrazaban; el último abrazo fue el pasado viernes 26 de abril, así como una larga platica y buenos deseos.

La última vez que la vi fue el viernes, ella me dijo que quería lo mejor para mí que buscará alguien que me quisiera, que ella me quería ver feliz, con quien estuvieron o dónde estuviera, pero ella me quería ver bien”.

Su voz se escuchaba triste, con una gran carga de dolor, “si hubiera sabido que ese sería el último abrazo para ella, nunca la hubiera soltado”, aseguró Andrea.

Por su parte, la tía de Aideé, Lourdes Cuautle, destacó que su sobrina no era una chica que estuviera inmersa en algún problema.

'No tenía problemas con nadie, era muy tranquila': tía de Aideé

Era una niña muy tranquila, muy estudiosa, muy buena hija y muy bella. Estamos desconcertados con lo que le sucedió. Era una niña muy linda y un ejemplo a seguir. Siempre fue una estudiante de excelencia académica”, dijo su tía.

Este miércoles, el cuerpo de Aideé Mendoza regresó en un ataúd blanco a la humilde casa de adobe, ubicada en la Novena Sección del barrio Las Cruces, municipio de Huatlatlauca, en Puebla, para ser sepultada en la comunidad de Tempexquixtla.