¿La sandía puede prevenir varios tipos de cánceres?
Incluso la cáscara de esta fruta es capaz de prevenir algunos de los cánceres más letales como el de próstata

Ante una cotidianidad con diversas alternativas para mantener al cuerpo saludable a través de la comida, una fruta tan común como la sandía está acaparando la atención.
Más allá de su refrescante sabor veraniego, recientes investigaciones sugieren que este gigante del huerto podría albergar compuestos con un asombroso potencial en la lucha contra una de las enfermedades más temidas: el cáncer.
¿Es posible que la sandía, o partes de ella que usualmente desechamos, ofrezcan una nueva vía en la oncología? La ciencia empieza a desvelar estas posibilidades, abriendo un nuevo capítulo en la relación entre nuestra dieta y la prevención de enfermedades graves.

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¿Cuáles son los beneficios de comer sandía?
Si bien, la sandía goza de nutrientes y un poder hidratante sin igual, las investigaciones recientes sugieren que sus beneficios podrían salvar a las personas de padecer enfermedades.
Comer sandía no solo es refrescante, sino que también está asociado con una dieta de mayor calidad y un mejor consumo de nutrientes tanto en niños como en adultos.
Investigadores analizaron datos de encuestas nacionales de salud y nutrición en Estados Unidos y encontraron que las personas que incluían sandía en su dieta tendían a consumir más fibra dietética, magnesio, potasio y vitamina A.
Además, su ingesta de azúcares añadidos y grasas saturadas era menor, según los resultados del estudio publicado en Nutrients.

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Estos beneficios se extienden a la absorción de licopeno y otros carotenoides, compuestos antioxidantes clave presentes en la sandía. Los resultados del estudio sugieren que la sandía puede contribuir significativamente a una alimentación más saludable.
La cáscara de sandía: una aliada contra el cáncer
La fruta es una de las opciones nuevas a estudiar debido a sus diversas propiedades benéficas para la salud.
La revista International Journal of Molecular Sciences (Int J Mol Sci) se centró en investigar las propiedades anticancerígenas del extracto de cáscara de sandía.
El tratamiento con esta parte de la fruta demostró un impacto directo en las células cancerosas:
- Reducción de la proliferación celular: a las 24 horas de tratamiento con 88.6 mg·mL-1 de WRE, la proliferación celular se redujo significativamente en más del 34% en comparación con el grupo de control.
- Disminución de la viabilidad celular: la viabilidad de las células cancerosas disminuyó al 45% a las 48 horas y al 37% a las 72 horas después del tratamiento.
- Inducción de apoptosis (muerte celular programada): Todos los tratamientos indujeron una respuesta temprana de poli caspasa, un indicador clave de apoptosis.
- Inhibición de la migración celular: se observó una reducción significativa en la migración celular de las células cancerosas.
Este estudio subraya el potencial anticancerígeno del extracto de cáscara de sandía y proporciona valiosos conocimientos sobre sus efectos en los procesos celulares y la expresión génica en células de adenocarcinoma renal humano.

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¿Qué tipo de cánceres previene la sandía?
La sandía no solo se investiga por su cáscara. Otra revisión, publicada en Current Oncology Reports, (COR) destaca un componente bien conocido de la sandía: el licopeno.
El licopeno es el pigmento rojo responsable del color vibrante de la fruta, así como de tomates, papayas y pomelos rosados. Se le atribuyen fuertes propiedades antioxidantes, capaces de neutralizar especies reactivas de oxígeno y radicales libres, protegiendo así las células del daño.
Los efectos protectores del licopeno en la próstata son múltiples:
- Regulación del ciclo celular.
- Reparación del daño en el ADN.
- Influencia en la actividad del IGF-1 (factor de crecimiento similar a la insulina), que puede promover el crecimiento tumoral.
La misma investigación encontró que tanto el licopeno dietético como sus concentraciones circulantes estaban relacionados con un menor riesgo de cáncer de próstata.
Incluso, un consumo adicional de 2 miligramos (mg) de licopeno por día se asoció con una reducción del 1% en el riesgo de cáncer de próstata. Un estudio de cohorte reveló que hombres sanos que consumían más licopeno tenían un 28% menos de riesgo de desarrollar cáncer de próstata.

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En un ensayo clínico, 26 hombres con cáncer de próstata recién diagnosticado que recibieron 15 mg de licopeno dos veces al día durante tres semanas antes de la prostatectomía, mostraron una disminución del 18% en los niveles plasmáticos de PSA (antígeno prostático específico), mientras que en el grupo de control aumentaron un 14%.
Por lo tanto, los tipos de cáncer que podrían beneficiarse del consumo de sandía o sus extractos son:
- Cáncer de riñón (adenocarcinoma renal): A través del extracto de cáscara de sandía.
- Cáncer de próstata: Principalmente debido a su contenido de licopeno.
¿Cuánta sandía es recomendable comer?
Aquí es donde la investigación actual requiere una distinción importante entre los estudios de laboratorio y las recomendaciones dietéticas para humanos.
Para el extracto de cáscara de sandía y el cáncer de riñón, la investigación se realizó utilizando concentraciones específicas (por ejemplo, 88.6 mg·mL-1) aplicadas directamente a las células cancerosas.
En cuanto al licopeno y el cáncer de próstata, las cifras son más tangibles, aunque se refieren a la cantidad de licopeno y no directamente a "porciones de sandía":
El consumo de 2 mg adicionales de licopeno al día se asoció con una reducción del 1% en el riesgo de cáncer de próstata.
Un ensayo clínico utilizó una suplementación de 15 mg de licopeno dos veces al día (un total de 30 mg).
Es importante destacar que el licopeno se encuentra abundantemente en la sandía. Sin embargo, los estudios dietéticos a menudo enfatizan que el beneficio proviene de un patrón dietético rico en frutas y verduras, más que de la suplementación de un solo nutriente.
La fruta, al ser una fuente natural de licopeno, se alinea con una dieta saludable general que puede ofrecer efectos protectores.
En definitiva, la ciencia está desenterrando un tesoro de propiedades en la sandía. Desde su cáscara, que podría ser una herramienta contra el cáncer renal, hasta su vibrante pulpa, rica en licopeno para la salud prostática, esta fruta se está revelando como mucho más que un simple refrigerio.
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