¿Mides tu presión arterial en casa? Estos son los pasos a seguir para hacerlo correctamente

La hipertensión arterial es un factor de riesgo principal para sufrir accidentes cerebrovasculares y ataques al corazón. Ante este problema, aprender a medir la presión arterial en casa es una herramienta de autocuidado y prevención.

En México, la situación es complicada: se estima que más de 30 millones de personas viven con hipertensión, y lo más preocupante es que un 46% lo ignora, según las estimaciones de la Secretaría de Salud (Ssa).

Por lo tanto, si tienes un monitor en casa o planeas adquirir uno, dominar la técnica de medición es el primer paso para proteger tu salud cardiovascular.

Recuerda que si el promedio de tus mediciones semanales es alto (por encima de 130/80), es momento de consultar a un profesional de la salud.

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¿Qué no hacer antes de medir la presión en casa?

Para que tu monitor (o tensiómetro) te dé una lectura fiel de tu estado de salud, debes asegurarte de que tu cuerpo está en un estado de reposo absoluto, evitando cualquier estímulo que pueda elevar temporalmente tu presión arterial.

Aquí está la lista de las cosas que debes evitar en los 30 minutos previos a la medición, de acuerdo con la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa) y la American Heart Association (AHA):

• No fumes: El consumo de tabaco eleva temporalmente la presión arterial.
• Evita la cafeína ni alcohol: Estas bebidas alteran las cifras resultantes si se toman en las dos horas previas.
• Deja el ejercicio para después: La actividad física intensa requiere al menos media hora de reposo antes de la medición.
• No tomes ciertos medicamentos como  analgésicos.
• Come en otro momento: Es recomendable no tomarse la tensión justo después de comer.
• Intenta estar calmado: Procura estar relajado, ya que el nerviosismo o el estrés pueden alterar tus valores tensionales.
• No te midas con la vejiga llena: Tener la vejiga llena puede elevar temporalmente la presión arterial.

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¿Cómo medir correctamente la presión en casa?

Las lecturas en casa pueden ser confiables, siempre y cuando sigas rigurosamente la técnica correcta. Un protocolo preciso garantiza que la lectura refleje tu presión arterial habitual.

Te dejamos los pasos a seguir, según MedlinePlus: 

• Adopta la postura ideal: Siéntate en una silla con la espalda recta y bien apoyada. Los pies deben estar planos sobre el suelo, y las piernas sin cruzar.
• Descubre el brazo: Coloca el manguito directamente sobre tu brazo descubierto.
• Posiciona el manguito: Asegúrate de que el borde inferior del manguito quede aproximadamente a 2.5  (una pulgada) por encima del doblez del codo.
• Apoya el brazo: El brazo debe estar apoyado a la altura de tu corazón, ya sea sobre una mesa o superficie similar.
• Silencio total: Mientras el aparato se infla, resiste el impulso de hablar o mirar tu teléfono celular.
• Repite las lecturas: Mide la presión dos o tres veces en la misma sesión, dejando un intervalo de al menos un minuto entre cada toma.

Aunque medir tu presión arterial en casa sea un buen hábito, hay algunos errores comunes que podrías cometer, según la Fundación Española del Corazón:

• Manguito inadecuado: Usar un manguito demasiado estrecho puede elevar artificialmente la lectura.
• Ropa apretaba: Medir la presión con ropa ajustada o mangas apretando el brazo.
• Las piernas no deben estar  cruzadas y los pies siempre deben mantenerse en el suelo.

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¿Cómo prevenir la hipertensión?

Aunque algunos factores de riesgo no son modificables (como la edad avanzada o la genética), la gran mayoría se relacionan directamente con tus hábitos. 

Al adoptar un estilo de vida saludable, puedes prevenir y reducir la presión arterial elevada, incluso si ya estás bajo tratamiento.

Te dejamos los consejos de la Organización Mundial de la Salud (OMS): 

• Mantén un peso adecuado: El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de hipertensión. 
• Reduce la ingesta de sal a menos de cinco gramos diarios (idealmente no superar los dos gramos al día). Consume más frutas, verduras y cereales con fibra.  
• Muévete con regularidad: Realizar actividad física con frecuencia, como caminar, correr, nadar o bailar, ayuda a mantener la presión en niveles saludables. 
• Di adiós al tabaco y al alcohol: Dejar de fumar es fundamental. Además, debes limitar la ingesta de bebidas alcohólicas (máximo una copa al día para mujeres y dos para hombres).
• Controla el estrés: Aprender a manejar y reducir el estrés mejora la salud física y emocional y puede ayudar a bajar la presión arterial.

La hipertensión es un rival silencioso que requiere disciplina y constancia. Tus lecturas en casa son la brújula que guiará a tu médico para establecer o ajustar el tratamiento.