Panadero inglés no solo arremetió contra el pan mexicano, desprecia la CDMX y se asume gentrificador
Richard Hart, el panadero inglés que desató polémica al criticar el pan mexicano, también atacó a la CDMX y se asumió como gentrificador.

En los últimos días, el nombre de Richard Hart comenzó a circular con fuerza en redes sociales, pero no precisamente por su talento como panadero, y es que el chef inglés se volvió tendencia tras resurgir una serie de declaraciones cargadas de estereotipos, ignorancia y un evidente tono clasista y racista hacia México, su cultura gastronómica y, en particular, la Ciudad de México.
Hart, quien cuenta con experiencia en panaderías de alto perfil en Europa y Estados Unidos, abrió hace algunos meses una panadería “fancy” llamada Green Rhino, ubicada en la colonia Roma, una de las zonas más gentrificadas de la capital, el negocio presume panes elaborados con distintas masas madre y técnicas europeas, muy al estilo británico.
“En México no existe la cultura del pan”
La polémica explotó luego de que se viralizara una entrevista que Hart concedió al podcast PopFoodie Radio en abril del año pasado, en donde el panadero aseguró, sin matices ni contexto, que en México no existe una cultura del pan, comentario que fue interpretado como una muestra de desconocimiento y desprecio hacia la tradición panadera del país.

Sus palabras resultaron particularmente ofensivas para muchos, ya que México cuenta con una de las panaderías más diversas y ricas del mundo: desde el pan de muerto en todas sus variantes, la rosca de Reyes, las conchas, los puerquitos de piloncillo, las orejitas y las campechanas, hasta el infaltable bolillo que forma parte del día a día de millones de familias.
Para muchos, el problema no fue solo la crítica, sino la mirada eurocentrista desde la que Hart juzgó una tradición que claramente no se tomó el tiempo de conocer ni investigar.
En la misma entrevista, el chef también arremetió contra los insumos locales. Aseguró que la harina mexicana es de mala calidad y calificó al bolillo como “pan feo”, incluso desestimó el pan dulce al afirmar:
Ni siquiera es pan, es pastel”.
Además, presumió que solo utiliza harina importada de Estados Unidos, alegando que los ingredientes en México “están llenos de químicos” y que le preocupa enfermar a sus clientes, comentario que avivó aún más la indignación.
"Solo uso harina de EE.UU.; en México todos los ingredientes están llenos de químicos; me pone nervioso enfermar a mis clientes con eso".
Insulta a la CDMX y presume ser gentrificador
Pero la controversia no terminó ahí, internautas rescataron otros fragmentos de la entrevista en los que Richard Hart habla de la Ciudad de México en términos despectivos, llegando a calificarla como una ciudad “desagradable”, pese a que decidió establecer su negocio en una de sus zonas más exclusivas.
“Me mudé a California y me sentí un poco perdido. Y luego a Copa Negra, a la hora de llegar allí, me acostumbré a vivir en una pequeña ciudad, pero llegar aquí, en una ciudad tan desagradable”, expresó con desprecio.
Para rematar, el panadero defendió abiertamente la gentrificación y se asumió como parte del fenómeno:
“Me critican de gentrificador, que nadie puede vivir en CDMX por nuestra culpa. Jódete. Nadie puede vivir en Londres desde hace 40 años, debes abrazar el cambio”.
Estas declaraciones reforzaron la percepción de Hart como el rostro del extranjero que se beneficia de vivir en México por costos más bajos, mientras desprecia el entorno que le abrió las puertas.

Clausura, disculpa tibia y más críticas
Como dato adicional, la panadería Green Rhino fue clausurada poco después de su apertura, debido a que no cumplía con las normativas necesarias para operar, lo que también fue retomado por usuarios en redes.
Aunque Richard Hart emitió posteriormente una disculpa, esta fue considerada insuficiente por muchos, ya que en ningún momento reconoció de forma clara su error ni ofreció una disculpa directa a México por sus comentarios.

“Sin embargo, mis palabras no reflejaron ese respeto, en este país soy un invitado y olvidé actuar como tal… No espero que una disculpa borre el agravio causado, pero sí quiero asumir la responsabilidad de aprender y corregir”, escribió en Instagram.
Desde entonces, diversos creadores de contenido se han dado a la tarea de probar el pan de su negocio, concluyendo que, pese a las técnicas europeas que presume, no es nada extraordinario, mucho menos para justificar el desprecio hacia una de las tradiciones panaderas más queridas y arraigadas del país.
*brc
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