Cómo hacer filete de res al estilo “café de París”, el clásico hecho en casa
Descubre cómo hacer filete de res al estilo “café de París”; conoce la receta completa, el origen del platillo y consejos prácticos para lograr un gran sabor.

Hacer filete de res en casa es una opción perfecta para celebrar las fiestas y momentos importantes, es un corte muy versátil que permite hacer complementarse con salsas y guarniciones muy diversas.
Aprende cómo hacer filete de res al estilo “café de París”, una receta que le ha dado vuelta al mundo por sus sabores.
¿Qué es el filete de res al estilo café de París?
El filete de res al estilo “café de París” es un platillo que se compone de un buen corte de carne de res acompañado por una salsa muy particular hecha a base de mantequilla y una mezcla de hierbas y condimentos.
Esta preparación se distingue por su sabor intenso y equilibrado, donde la salsa es la protagonista y realza el gusto natural de la carne. La llamada salsa café de París se utiliza principalmente para acompañar carnes, sobre todo filetes y entrecotes.
Su textura es cremosa y su perfil de sabor combina notas saladas, herbales y ligeramente ácidas. Aunque hoy en día existen muchas versiones, todas parten de la misma idea: una mantequilla condimentada que se derrite sobre la carne caliente.
A pesar de su nombre, este platillo no tiene su origen en la ciudad de París, sino en Suiza. El nombre proviene del restaurante donde se popularizó y no de su ubicación geográfica en Francia, lo cual suele generar confusión entre quienes lo conocen por primera vez.
Receta de filete de res al estilo “café de París”
Ingredientes para 4 personas:
- 4 filetes de res de entre (de 200 gramos cada uno)
- 1 cucharadita de sal
- ½ cucharadita de pimienta negra molida
- 3 cucharadas de aceite
- Para la salsa:
- 250 gramos de mantequilla sin sal
- ½ cucharadita de mostaza Dijon
- 10 alcaparras finamente picadas
- 3 filetes de anchoa picados
- ¼ taza de cebolla finamente picada
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- ½ cucharadita de curry en polvo
- 1 cucharadita de salsa inglesa
- 1 cucharada de coñac o jerez seco
- 1 cucharadita de perejil picado
- ½ cucharada de jugo de limón
- 1 cucharadita de estragón
- 1 cucharadita de tomillo seco
- 1 cucharadita de salvia picada
- 1 cuchara de sal
- 1 cucharadita de pimienta negra molida
Procedimiento:
- Para la mantequilla: en un recipiente amplio, coloca la mantequilla blanda y mézclala con la mostaza, las alcaparras, las anchoas y la cebolla. Trabaja la mezcla hasta que todos los ingredientes queden bien integrados.
- Después, añade el pimentón, el curry, la salsa inglesa y el coñac. Incorpora el jugo de limón, las hierbas picadas, la pimienta negra y a la sal. Mezcla hasta obtener una pasta uniforme.
- Coloca la mantequilla sobre papel film, forma un rollo y refrigéralo durante al menos dos horas para que tome consistencia. Este paso es importante para que la mantequilla mantenga su forma al momento de servir.
- Saca los filetes del refrigerador con anticipación para que no estén fríos al momento de cocinarlos. Justo antes de llevarlos al fuego, sazónalos con sal y pimienta por ambos lados.
- Calienta una sartén amplia a fuego medio-alto con el aceite. Cuando esté bien caliente, coloca los filetes y cocínalos sin moverlos durante dos minutos por cada lado, o según el término de cocción que prefieras.
- Una vez cocidos, retira los filetes del fuego y déjalos reposar brevemente para que los jugos se distribuyan de manera uniforme dentro de la carne.
- Corta la mantequilla ya fría en rebanadas y colócalas directamente sobre los filetes calientes. El calor de la carne hará que la mantequilla se derrita poco a poco, formando una salsa cremosa.
- Otra opción es derretir una porción de mantequilla a fuego muy bajo y bañar los filetes justo antes de llevarlos a la mesa.
Para un resultado excepcional, utiliza mantequilla de buena calidad, ya que es la base del sabor de la salsa. Pica las hierbas lo más finamente posible para que se integren mejor a la mantequilla.
Permitir que la carne repose después de la cocción ayuda a que quede más jugosa. Evita cocinar la carne a fuego excesivo durante demasiado tiempo para que no se seque.
El filete al estilo café de París suele servirse con acompañamientos sencillos que no compitan con el sabor de la salsa. Las papas fritas o al horno son la guarnición más común y tradicional.
También puede acompañarse con una ensalada verde ligera o con verduras salteadas, lo que aporta frescura y equilibrio al plato. La idea es mantener el enfoque en la carne y la salsa.
Origen del filete de res al estilo “café de París”
El origen del filete al estilo café de París se encuentra en Ginebra, Suiza, durante la primera mitad del siglo XX. La receta de la salsa nació en el restaurante “Le Coq d’Or”, donde se comenzó a servir carne acompañada de una mantequilla especial que pronto llamó la atención de los comensales.
Más adelante, la receta pasó a manos de la familia Dumont, quienes abrieron el restaurante “Café de París” en la misma ciudad. Fue en este lugar donde el platillo alcanzó gran popularidad, ya que el menú se centró casi exclusivamente en servir filete o entrecote con esta salsa, acompañado de papas fritas y ensalada.
Gracias a esta propuesta sencilla, pero bien ejecutada, el restaurante se volvió un referente gastronómico, y el nombre “café de París” quedó ligado para siempre a esta forma particular de preparar la carne.
Uno de los aspectos que más ha contribuido a la fama del platillo es que la receta original de la salsa nunca fue revelada al público. Durante décadas, los ingredientes exactos y las proporciones se mantuvieron en secreto, lo que dio pie a numerosas interpretaciones.
Con el tiempo, cocineros y aficionados comenzaron a recrear la salsa basándose en el sabor y la experiencia, dando origen a versiones que, aunque no son idénticas a la original, logran un resultado muy cercano. Estas adaptaciones son las que hoy permiten preparar el filete café de París en casa.
El filete de res al estilo café de París es un platillo con historia y carácter, aunque inspirada en una receta secreta, puede recrearse en casa con excelentes resultados. Gracias a su sencillez y versatilidad, este platillo es ideal tanto para una comida especial como para una cena bien planeada, ofreciendo una experiencia gastronómica completa sin necesidad de técnicas complicadas.

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