Histórico 1968: íconos de la lucha, lo hermanos García Reyes, alumnos del IPN

Los sistemas de inteligencia los tenían detectados dos años antes del Movimiento Estudiantil del 68 como integrantes de la Liga Comunista Espartaco

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Histórico 1968: íconos de la lucha, lo hermanos García Reyes, alumnos del IPN

CIUDAD DE MÉXICO.

Los hermanos José Efraín, Jaime Cuauhtémoc, Arturo y Oralia García Reyes eran alumnos del Politécnico en 1968. El primero estaba en la Escuela Superior de Economía y los otros iban a la Vocacional 7, junto a Tlatelolco.

Oralia fue una de las primeras mujeres del Movimiento Estudiantil en ser arrestada. Su captura ocurrió en el contexto de los hechos de los primeros minutos del 29 de julio de 1968. Ese día el Ejército entró a la preparatoria de San Ildefonso con un bazucazo.

De forma paralela, hubo un operativo de la fuerza pública en la Vocacional 7 y de ahí fue llevada a la cárcel Oralia García Reyes, quien era conocida como La guerrillera.

Para los sistemas de inteligencia de hace 50 años, estos hermanos no eran bisoños en la protesta en contra del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. El proyecto Archivos del Autoritarismo Mexicano, presentado por El Colegio de México, hizo públicas las fichas que los sistemas de inteligencia de México de hace 50 años tenían de tres de los cuatro hermanos.

En el recorrido histórico que hizo Excélsior día a día desde el inicio del conflicto estudiantil, el 22 de julio, se obtuvo información de tres de los hermanos García Reyes.

El 10 de agosto de 1968, se publicó en estas páginas la denuncia del Consejo Nacional de Huelga de Estudiantes Técnicos, que era una ruptura de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos, que querían hacerse de la vanguardia estudiantil, cuando todavía el Consejo Nacional de Huelga (CNH) empezaba a tomar fuerza, estaba en el sentido de que Efraín, Arturo y Oralia García Reyes eran agitadores.

En una inserción pagada, publicada en Excélsior el 11 de agosto y firmada por Óscar Joffre, quien llegó a ser director del Instituto Politécnico Nacional entre 1988 y 1994, se acusa a los hermanos García Reyes como parte del grupo que controla al Comité Coordinador de Huelga del Poli.

“Efraín García Reyes —dice el desplegado— (es) alumno de la Escuela Superior de Economía (E.S.E.) ha participado activamente en forma delirante y a gritos en todas las agrupaciones con membrete de izquierda conocida, tales como: Bandera Roja (actualmente), Vanguardia Revolucionaria, Trotskistas, Partido Comunista, C.N.E.D. y Juventudes Comunistas. Y lo raro es que todas estas agrupaciones en que ha militado, sus movimientos han fracasado rotundamente”.

De acuerdo con el desplegado, la trayectoria política de Efraín García Reyes (es) “bastante, pero mala, como ya está quemado por su identificación a gritos con la izquierda, le han pedido esas organizaciones que por favor ya no abandere sus movimientos, por temor a que los queme”.

Según el desplegado, Efraín era empleado de la Oficina de Turismo del gobierno.

Las alusiones a Efraín García Reyes terminan con una “nota: La Guerrillera y sus otros dos hermanos, iguales atributos”.

En la ficha oficial de Oralia García Reyes se hace mención a que era miembro de la Liga Comunista Espartaco y del grupo Bandera Roja.

“Tomó participación activa en la Vocacional No. 7, cuando esta escuela dio su apoyo a la Escuela de Agricultura Hermanos Escobar de Ciudad Júarez, Chihuahua.

“Es colaboradora en el periódico Bandera Roja, órgano de información de la Liga Comunista Espartaco, conjuntamente con sus hermanos Efraín y Cuauhtémoc de los mismos apellidos”.

Según el expediente de Oralia García, que forma parte de la caja 2877 del Archivo General de la Nación (AGN), “ha desarrollado labor constante de politización dentro del estudiantado de su escuela para darle más fuerza a la Liga Comunista Espartaco, donde ella milita, hasta el actual Movimiento Estudiantil. Ha participado en todos y cada uno de los actos públicos de protesta, así como en asambleas y manifestaciones, y su actuación le ha creado ascendiente en la base estudiantil. Se le conoce con el (alias) La Guerrillera”.

Sobre Efraín García Reyes, los sistemas de inteligencia lo tenían identificado, igualmente, como miembro del grupo Bandera Roja, trotskista y militante también de la Liga Comunista Espartaco, organismo opositor a la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos.

Señala el informe que Efraín García, como simpatizante de la Central Nacional de Estudiantes Democráticos, (ha) participado en la llamada Marcha por la Ruta de la Libertad.

“Se ha significado como agitador en el medio estudiantil e instigador de la huelga en varias escuelas del Instituto Politécnico Nacional en apoyo al movimiento estudiantil de Enseñanzas Agropecuarias y Forestales.

“Ha participado en todas las actividades de agitación y manifestaciones antigobiernistas, al igual que sus hermanos de nombres Cuauhtémoc y Oralia.

“En el actual Movimiento Estudiantil, José Efraín García Reyes ha influido en el alumnado de la Escuela Superior de Economía para que éste continúe apoyando la huelga y negándose a retornar a clases. Asimismo, destacó como orador en las manifestaciones públicas efectuadas como protesta por la intervención del imperialismo yanqui en Vietnam y en los actos pro libertad de los presos políticos”.

En este archivo de El Colegio de México no aparece ninguna referencia a Arturo, como tampoco en la hemeroteca de Excélsior.

Y sobre Cuauhtémoc García Reyes se escribió en los sistemas de inteligencia que tenía la misma militancia de sus hermanos y que “obedecía a instrucciones directas de Sócrates Amado Campus Lemus.

También que “participó destacadamente en la quema de autobuses y trolebuses, así como en la labor para lograr proselitismo en el Movimiento Estudiantil, tanto en este sector como en el popular”.

Díaz Ordaz veía complot

Imagen Noticias con Ciro Gómez Leyva dio a conocer las memorias inéditas de Gustavo Díaz Ordaz, en las que habla del Movimiento Estudiantil de 1968 que culminó con la matanza del 2 de octubre.

En los escritos, Díaz Ordaz revela su temor de que la rebeldía juvenil se desbordara, y por ello pide a Alfonso Corona del Rosal, entonces jefe del Departamento del Distrito Federal, reforzar el armamento de la policía.

Durante un mes se presentaron fragmentos de este documento que nunca se publicó, por ejemplo, cuando describe su percepción sobre el bazucazo que tiró la puerta de San Ildefonso la madrugada del 30 de julio de ese año.

En sus memorias, el expresidente destaca algunas frases por considerarlas ingeniosas, como “Prohibido prohibir” y “Mientras más hago el amor, más hago la revolución”.

En ellas plasma su preocupación de que las cosas se salieran de control y de cómo le ordenó a Corona del Rosal prepararse para lo que pudiera suceder, así como revisar los elementos humanos y materiales y, en forma especial, el cuerpo de granaderos con que contaban, y quería armarla, pues consideraba que la policía local estaba “muy desprotegida”.

En ese clima, Díaz Ordaz empieza a referirse a los estudiantes como “alborotadores” o “contrarios”, y habla de un número cada vez mayor de policías lesionados. Agrega en su cuarto Informe:  “México entero sabe que cuando el Ejército interviene es para salvaguardar la tranquilidad, no para oprimir al pueblo”.

A lo largo de sus memorias se puede ver la marcada inclinación de Díaz Ordaz de ver vestigios de una conjura internacional contra México, que influyó en sus decisiones. A eso se suma la mentalidad conspiratoria, arraigada firmemente en la biografía personal y pública de Díaz Ordaz. En los escritos se lee cómo magnificaba datos ciertos, pero incidentales y desconectados.

En plena Guerra Fría, la intervención soviética pudo ser tan cierta como la de la CIA, pero el lente presidencial sólo veía el complot comunista para apoderarse de México.