WASHINGTON.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos sabía que su política migratoria de tolerancia cero separaría a familias.
Sin embargo, la dependencia siguió adelante con los procesos judiciales, incluso cuando otras agencias se saturaron de solicitudes de asilo, reveló un informe del organismo de control del gobierno federal.
El documento elaborado por el inspector general de la dependencia encontró que los altos mandos no se prepararon para implementar la política o manejar las consecuencias de las medidas.
Esas omisiones derivaron en más de tres mil familiares divididas, lo que causó un daño emocional duradero a los niños que fueron separados de sus padres en la frontera.
La política fue criticada y considerada cruel por líderes mundiales, grupos de activistas y legisladores en Estados Unidos.
Mientras que la administración del presidente electo Joe Biden, quien asume el 20 de enero, ha dicho que las políticas restrictivas de inmigración de Trump son perjudiciales.
Sin embargo, aún no está claro qué hará cuando asuma el cargo para modificar el sistema.
La política de tolerancia cero significaba que cualquier adulto que fuera sorprendido cruzando la frontera sin autorización sería procesado.
Debido a que los niños no pueden ser encarcelados con sus familiares, las familias fueron separadas y los menores quedaban bajo custodia de los Servicios Humanos y de Salud.
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