Logo de Excélsior                                                        
Función

La desobediencia puede ser una virtud: Guillermo del Toro sobre Pinocho

El cineasta Guillermo del Toro estuvo en entrevista con Yuriria Sierra donde platicaron sobre la nueva película de Pinocho; esto fue lo que dijo.

Yuriria Sierra | 06-12-2022
Guillermo del Toro, Yuriria Sierra
Yuriria Sierra platicó con Guillermo del Toro sobre Pinocho. Foto: especial

Guillermo del Toro, nos presentas ahora tu "Pinocho". Sí: el "Pinocho" de Guillermo del Toro. Un "Pinocho" extraordinario, que sí tiene que ver, pero en realidad no tiene que ver con el "Pinocho" con el que todos crecimos. Está tan cerca y tan lejos de aquel que tuvimos tú y yo cuando éramos niños.

Sí, tiene en común este lado medio de pesadilla que tiene la historia de "Pinocho" de siempre, pero es un "Pinocho" muy cargado de falibilidad. Tiene mucho corazón, tiene una sensación de melancolía, pero tiene mucha luz también, tiene mucha luz y humanidad.

A ti y a mí nos decían de chiquitos: “te va a crecer la nariz”, si decías una mentira, pero en realidad este "Pinocho", el "Pinocho" de Guillermo del Toro, tiene un mensaje completamente distinto, no nada más para los niños sino también para los adultos...

Sí, la idea es que la desobediencia es una virtud. La realidad es que a nivel global lo que vemos es la sustitución de las ideas por la ideología. Se dice que hay cuatro marcadores para el totalitarismo a nivel social: uno es la negación de la ciencia; el otro es la negación de la cultura; el tercero es la aceptación de la cultura popular como única salida; y plantear las ideas como algo elitista. Estamos viviendo a nivel mundial un movimiento de péndulo muy fuerte hacia allá. en donde las ideas, o sea, la ideología viene siempre predigerida, las decisiones ya se hicieron por ti y el “Pinocho normal” tiene que obedecer esas ideas, el “Pinocho” nuestro las rechaza. El “Pinocho” nuestro las desobedece”. El “Pinocho” nuestro no es fácil, es un “Pinocho” que empieza emberrinchado, latoso, etc., etc.,pero poco a poco transforma el mundo, en lugar de dejar que el mundo lo transforme a él...

 

Imagen intermedia
Foto: Netflix

 

El “Pinocho” de Del Toro sabe sobre todo que desobedecer es una virtud, porque de desobedecer cuando la orden es absolutamente inaceptable, no hay más opción que decir: no la cumplo, no lo merezco. Así de sencillo..

Sí. Yo fui católico de niño, como todo buen niño de provincia, y me acordaba que pensaba mucho: ¿dónde se encuentra el alma humana? Me quedó muy claro que el alma está en la desobediencia. El ser lo fabricamos a través de decir “no”, nunca a través de decir sí, sino a través de decir que “no”. Este “Pinocho” entiende qué la única mentira absolutamente inaceptable es la de mentir acerca de lo que eres y quién eres. La película tiene un arco muy bonito con Gepeto, en el que Gepeto es quién realmente se transforma. En las películas normales de “Pinocho”, Pinocho se vuelve un niño de verdad y aquí, lo que queda claro, es que puede ser de verdad sin que te hagan lo que no eres.

Me encanta, porque en efecto este “Pinocho” tiene como telón de fondo uno de los más terribles momentos políticos que vivió la humanidad el siglo pasado, el Siglo XX, que es la Italia fascista. Hoy vemos a tantos y tantos países debatiéndose entre entrar en momentos políticos en donde nadie cuestione nada, que es muy peligroso, por un lado y por el otro, está este “Pinocho” de Del Toro que a lo que nos invita es a cuestionarnos desde el corazón y desde la cabeza todo lo que vemos y todo lo que vivimos...

 

Imagen intermedia
Foto: Netflix

 

Sí. Yo creo que el peligro más grande en este mundo a nivel existencial es la certeza, porque la certeza no admite el diálogo y cuando no puedes escuchar, realmente no tienes derecho a hablar. Yo creo que si vas a hablar tienes que escuchar, es esencial ese momento. Hay un momento muy bello en la película en quesustituimos la Isla del Placer, que normalmente son caramelos y juegos, con un ejercicio militar entre los niños en donde se disparan unos a otros y todo es un juego. Termina esa escena, sin hacer spoiler, con el padre fascista pidiéndole al hijo que le dispare al títere con una pistola de verdad, es dónde se acaba el juego. Lo terrible de la ideología es que termina en momentos de dolor muy real para todos. Es un “Pinocho” muy urgente, es un “Pinocho” muy cargado de amor, pero es un “Pinocho” muy cargado de preguntas.

Que esas se agradecen siempre. Además lo que yo quiero subrayar es que el papel, la figura de lo que nosotros conocemos como “Pepe Grillo”, aquí sigue siendo ese ser intocado, sigue siendo la conciencia, esa que tiene Guillermo del Toro, esa que tengo yo, esa que todos y todas tenemos siempre hablándonos aquí, en el hombro...

Sí. Fíjate que cuando alguien dice: “es que no tuve más remedio o no tenía opción”, creo que es normalmente es una falacia...

Miente, por supuesto, miente...

Siempre hay una opción. Siempre hay una opción, puede ser difícil, puede ser dificilísima, puede ser tal, pero hay una opción. Este personaje del grillo lo jugamos de manera muy interesante, porque es un personaje que empieza muy lleno, muy satisfecho con su capacidad intelectual, se siente muy preparado y poco a poco lo vamos destruyendo, apachurrando una y otra vez cada que quiere decir algo importante y termina diciendo algo muy hermoso: defiende a Pinocho con el corazón, no con la cabeza al fina. Es un personaje muy entrañable y creo que a todos nos habla la conciencia, todos tenemos ese grillo, lo que pasa es que a veces no lo queremos escuchar...

Y también tenemos Pepe Grillos colectivos y yo creo que Guillermo del Toro es un Pepe Grillo de nosotros los mexicanos. Permanentemente lo hemos visto y lo seguimos viendo: estás ahí, soltandonos preguntas, al menos, que nos obligan a platicar con nuestra propia conciencia, Guillermo…

Gracias. Yuri. Lo que pasa es que lo bonito es mantener un vínculo vivo y verdadero con la raíz. Yo digo que el árbol necesita la raíz, pero también necesita alzar las ramas al cielo, las dos cosas. Yo tengo las raíces muy plantadas, inevitablemente, el corazón conectado con México. Por ejemplo, en este “Pinocho” hay una parte importante de la animación que se hizo en Guadalajara con animadores mexicanos, que no solo hicieron su trabajo en Guadalajara sino que capacitamos técnicamente algunos en Londres, otros se vinieron a Portland, Oregon, a animar con nosotros. Y se queda un taller, un grupo de gente cambiado para continuar la historia de la animación en México. Me interesa seguir apoyando la animación en México, porque creo que es una de las pocas formas de contar una historia en cine sin necesidad de apoyos enormes. Un chavo, una chava metidos con su cámara por unas pocas luces, pueden animar algo hermoso y potentísimo. Eso me interesa mucho continuar haciendo, lo continúo haciendo con una beca, pero quiero ampliarla y seguirla por 10 años, continuar produciendo animación en México y ahí está: vamos a seguirle, es lo único que podemos hacer día a día...

Y ahí está, es el más grande Guillermo del Toro que, insisto: y mucho más que un Pepe Grillo, eres un papá Gepeto, eres gran cuidador que está alzando, no nada más a generaciones de importantes de cineastas mexicanos y mexicanas, sino también a la sociedad en su conjunto. De verdad, gracias, Guillermo, de corazón.

Gracias a ti… y te digo exactamente lo mismo, Yuri.

Youtube Imagen
Icono Play youtube

Imagen intermedia

jvc

Te recomendamos

Tags

Comparte en Redes Sociales