El Velódromo Olímpico de la CDMX tiene un nombre oficial que casi nadie conoce
El Velódromo es uno de los recintos más populares de la CDMX y hasta da nombre a una estación del Metro, pero esconde una historia ligada a los Niños Héroes

Cuando hablamos de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixiuhca lo primero que nos viene a la mente es el Palacio de los Deportes, el Estadio GNP Seguros (antes Foro Sol) o el Autódromo Hermanos Rodríguez; sin embargo, este complejo tiene más joyas en su interior.
Una de ellas es el Velódromo, que incluso le da nombre a una estación de la Línea 9 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro. En este recinto no solo hay competencias deportivas, sino que también se puede ir a entrenar e, incluso, ha sido sede de algunos conciertos.
Lo que muchos no saben es que su nombre completo está inspirado en uno de los pasajes de la historia de México. Sí, no solo se llama Velódromo Olímpico, sino que también tiene “apellido” y a continuación te explicamos cuál es.
El nombre completo del Velódromo Olímpico
Para muchos chilangos es simplemente el Velódromo, ese lugar al que se llega por la estación del Metro para ir a conciertos, partidos o carreras, pero su nombre oficial es Velódromo Olímpico Agustín Melgar, en honor a uno de los Niños Héroes de Chapultepec.
Fue construido específicamente para los Juegos Olímpicos de México 1968 y se inauguró en septiembre de ese año, poco antes de la justa, como sede de las pruebas de ciclismo de pista. El diseño de la pista fue obra del arquitecto Herbert Schurmann y la construcción corrió a cargo de la entonces Secretaría de Obras Públicas.

Originalmente, la superficie del óvalo estaba cubierta con una madera africana de alta resistencia a la intemperie, conocida como Doussie afzeiba, lo que la convirtió en una pista muy valorada por los especialistas. Con el tiempo, esa superficie fue sustituida por concreto, pero el recinto mantuvo su vocación ciclista y su relevancia histórica.
Durante los Juegos del 68, el velódromo no solo recibió competencias olímpicas: también fue escenario de múltiples intentos por romper el récord de la hora en ciclismo, al grado de que la marca fue batida ahí en decenas de ocasiones, incluido el histórico intento del belga Eddy Merckx.
Con capacidad aproximada para entre 6,400 y 6,800 espectadores, el inmueble ha ido adaptándose a nuevos usos. Hoy su interior alberga una cancha con pasto sintético marcada para futbol y futbol americano, además de seguir siendo utilizado para entrenamientos y eventos de ciclismo, ligas deportivas y actividades masivas.
De sede olímpica a arena para conciertos y eventos masivos
Aunque en su origen fue concebido como recinto especializado en ciclismo de pista, su infraestructura (gradas amplias, accesos peatonales y buena conexión con el transporte público) lo volvió atractivo para eventos masivos, desde competencias atléticas hasta conciertos y festivales urbanos.
La visibilidad pública del Velódromo se reforzó con la llegada de la estación Metro Velódromo, en la Línea 9, inaugurada en 1987. La estación toma su nombre directamente del recinto y su ícono es la silueta de un ciclista en plena carrera.
Desde ahí se puede acceder tanto al velódromo como a otros puntos de la Ciudad Deportiva, lo que convirtió el nombre Velódromo en una referencia cotidiana para miles de usuarios, aun cuando muchos desconocen el apellido completo del lugar. De hecho, un dato curioso es que su vecino para conciertos, el Palacio de los Deportes, también lleva el nombre de otro de los Niños Héroes: Juan Escutia.

En los últimos años, el velódromo ha pasado por procesos de remodelación para mantenerlo en funcionamiento, modernizar su imagen y adaptarlo a nuevas demandas, desde ligas deportivas locales hasta eventos recreativos, de acuerdo con la página de la alcaldía Venustiano Carranza.
Estas intervenciones han buscado conservar su carácter histórico sin dejarlo caer en el abandono, un reto compartido por muchos inmuebles olímpicos alrededor del mundo.
La Secretaría de Turismo de la Ciudad de México lo describe como “uno de los recintos deportivos más emblemáticos” de la capital y destaca que, más allá de su conexión con el Metro, se trata de un referente visual y geográfico de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixiuhca.
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