De perder 13 a ganar 13: el registro histórico que explica el regreso de los Patriots
Nueva Inglaterra es el primer equipo desde los Colts de 1999 en conseguir 13 triunfos una temporada después de 13 derrotas.

Después de aplastar a los Jets, los Patriots no celebraron de inmediato. El vestidor estaba en calma, casi en pausa. Hubo que esperar unas horas más, sentados frente a una pantalla, para ver cómo Buffalo se tropezaba en casa ante Filadelfia. Ahí, lejos de Foxborough, se cerró el círculo. Con la derrota de los Bills, Nueva Inglaterra volvió a ser campeón del Este de la AFC por primera vez desde 2019.
El marcador del domingo fue ruidoso. 42-10. Pero el verdadero estruendo fue histórico. Los Patriots alcanzaron su victoria número 13 de la temporada y se convirtieron en apenas el segundo equipo en la historia de la NFL en ganar 13 partidos después de una campaña previa con 13 derrotas. El antecedente es de 1999 y lleva el nombre de Peyton Manning con los Colts.
El resurgimiento no nació de una tarde perfecta contra los Jets. Viene de una temporada en la que reescribieron la historia y sorprendieron a la AFC. En una liga donde el margen de error es mínimo, Nueva Inglaterra apostó por el activo más difícil de encontrar y el más determinante. Un quarterback franquicia.
Drake Maye emerge como figura de la liga
Si el sistema de Mike Vrabel es el cuerpo que sostiene la estructura, Drake Maye es la electricidad que la anima. A sus 23 años, este chico de Carolina del Norte camina por el emparrillado con la calma de quien ya conoce el final de la película. No se limita a lanzar el ovoide; si no también es capaz de correr en situaciones apremiantes y cambiar la jugada sobre la línea. Completó el 90 por ciento de su envíos en una tarde de 250 yardas aéreas y cinco touchdowns Ni siquiera el fantasma de Tom Brady, el que solía habitar este estadio con aura de invencibilidad, alcanzó jamás ese nivel de pureza técnica en un solo juego.
Maye se ha convertido en el Santo Grial que la franquicia buscó con desesperación en el desierto de los últimos cinco años. Es un quarterback que no necesita apodos rimbombantes porque su apellido ya suena a profecía. Con 4,203 yardas y 30 pases de anotación en este 2025, el joven ha comenzado a devorar los registros de precocidad de figuras como Dan Marino y Patrick Mahomes. Es el primer jugador en la historia que logra dos partidos de 200 yardas con una precisión superior al 90 por ciento en una misma campaña.
Mientras Maye se encarga de los fuegos artificiales, hay má virtudes que ha devuelto a los Patriots a la élite: su invulnerabilidad fuera de casa. Terminar el año con un registro perfecto de 8-0 como visitantes es un mensaje para el resto de la liga continunará el viaje a la postemporada. Es una marca que sólo los equipos más legendarios de la era dorada de New England, en 2007 y 2016, habían logrado estampar.
El cierre del calendario frente a los Dolphins el 4 de enero no será un paseo de cortesía. A pesar de tener la división en el bolsillo, el hambre en Foxborough parece haberse renovado con el frío. Vrabel, fiel a esa estirpe de entrenadores que no creen en las pausas, ha dejado claro que no habrá descanso para los sanos. El primer puesto de la conferencia sigue en juego y estos Patriots, que hace apena s12 meses eran el hazmerreír de la NFL, ahora caminan con la mirada fija en el Super Bowl. El invierno ha llegado, pero por primera vez en mucho tiempo, en New England el frío ya no quema.
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