Bills lanzan la moneda y la pierden: la conversión fallida les cuesta el título divisional

Los Buffalo Bills apostaron todo en una sola jugada, y la moneda cayó del lado equivocado. La decisión final, más que el desarrollo completo del partido, terminó marcando el desenlace de una noche que dejó consecuencias profundas.

En lugar de enviar el partido al tiempo extra, Buffalo fue por la conversión de dos puntos en la última jugada y falló, sellando una derrota 13-12 ante los Philadelphia Eagles en la Semana 17 de la NFL, bajo lluvia helada en Highmark Stadium.

La decisión no solo definió el partido, también cerró una puerta clave en la carrera divisional. Con el revés, los Bills perdieron la posibilidad de llegar a la última semana peleando el liderato del Este de la AFC, una división que ya quedó en manos de los New England Patriots.

Tras anotar el touchdown del empate en los segundos finales, Sean McDermott evitó el tiempo extra y puso el balón en manos de Josh Allen para ganar el juego ahí mismo. La defensiva de Philadelphia respondió, detuvo la conversión y dejó a Buffalo sin margen de maniobra.

Durante buena parte del encuentro, los Bills jugaron desde atrás. Philadelphia dominó la primera mitad, se fue al descanso con ventaja de 13-0 y obligó a Buffalo a remar contracorriente. En la segunda mitad, los ajustes mantuvieron con vida a los locales, pero la reacción nunca terminó de completarse.

La defensiva de los Eagles logró su cometido: limitar el impacto de Allen fuera de la bolsa y reducir el daño del ataque terrestre. El quarterback apenas sumó 27 yardas por tierra, mientras que James Cook, líder del mejor ataque terrestre de la liga, fue contenido con 74 yardas.

Buffalo generó algunas jugadas explosivas, pero tuvo dificultades para sostener series largas y capitalizar en zona roja, incluido un momento clave en el tercer cuarto, cuando se quedó sin puntos tras cuatro detenciones consecutivas en la yarda siete.

La derrota no se explica únicamente por la última jugada, pero sí se resume en ella. Buffalo eligió el camino agresivo, pagó el precio, perdió el partido, perdió el control de su destino divisional y quedó sin opción de disputar el Este de la AFC en la última semana.