¿Quién fue Ignacio Zaragoza?
A su muerte, se decretaron honras fúnebres en todo el país: todos los funcionarios guardaron luto por 9 días; y se izó la bandera nacional a media asta por tres días consecutivos, con cañonazos cada cuarto de hora, desde el alba hasta la puesta del sol

¿Quién fue y qué hizo Ignacio Zaragoza?
Una de las calzadas más importantes de la capital del país, en el oriente de la Ciudad, nada menos que la conexión del centro de la capital con la salida a Puebla, lleva su nombre.
Militar mexicano. De ideas progresistas, luchó contra la dictadura de Santa Anna y apoyó a Benito Juárez durante la Guerra de Reforma (1858-1860), contribuyendo decisivamente a la victoria final de los liberales.
La Calzada Ignacio Zaragoza es un eje vial y una de las principales avenidas de la Ciudad de México, que la atraviesa de centro a sur, convirtiéndose en una salida principal a algunas avenidas de vía rápida en el centro y sur-oriente de la ciudad
Comencemos por otro de sus legados, sus textos, frases que han quedado labradas en la historia de México.
"Mi querido amigo: Con positiva satisfacción he recibido del gobierno el nuevo voto de confianza con que se ha servido honrarme nombrándome General en jefe de este cuerpo de ejército: muy arduo y difícil es el cargo que se me encomienda […], pero me sobra voluntad para llenarlo y me esforzaré cuanto esté en mí, a fin de desempeñarlo como a la patria conviene”.
Carta de Ignacio Zaragoza a Benito Juárez, en 1862.
Ignacio Zaragoza nació en Bahía del Espíritu Santo, Texas, entonces parte del territorio mexicano, el 24 de marzo de 1829. Fue el segundo hijo de ocho, del soldado veracruzano Miguel Zaragoza Valdés y la texana María de Jesús Seguín Martínez.
Cuando Texas se independizó de México, Miguel Zaragoza emigró con su familia, instalándose primero en Matamoros (1834), y tiempo después en Monterrey (1844). Ignacio se inició en el sacerdocio, ingresando al seminario. Sin embargo, lo abandonó apenas dos años después. En 1847 intentó entrar al ejército regiomontano para luchar contra las tropas estadunidenses, pero fue rechazado.
Tenía 17 años.
Le sobraba valor, pero aún no cabía en los libros.
Optó entonces por dedicarse al comercio. Finalmente, inició una ascendente carrera militar al ingresar a la Guardia Nacional de Nuevo León, en 1853.
Zaragoza contrajo matrimonio en 1857, cuando tenía 24 años, con Rafaela Padilla de la Garza, originaria de Monterrey, Nuevo León... Curiosamente, no pudo asistir a la boda en la catedral de esa ciudad, y tuvo que ser representado por su hermano Miguel. La familia Zaragoza Padilla tuvo tres hijos, dos de los cuales no sobrevivieron: Ignacio, el primero, falleció en 1858; e Ignacio Estanislao, en 1861. La única descendiente del general que sobrevivió fue su hija Rafaela, (1860 -1927).
Ignacio Zaragoza participó activamente en la política nacional, adhiriéndose en 1854 al Plan de Ayutla contra la dictadura de Antonio López de Santa Anna y apoyando al movimiento liberal y a Benito Juárez durante la Guerra de Reforma (1857-1861).
En octubre de 1860, sus tropas y las de Jesús González Ortega tomaron Guadalajara, derrotando al general conservador Leonardo Márquez. En reconocimiento, fue ascendido a general, y formó parte de los cuerpos defensores de la Constitución de 1857, venciendo a los conservadores en una de las batallas decisivas para la victoria liberal: Calpulalpan (diciembre 1860).
Al triunfo del movimiento, y al establecerse el gobierno de Benito Juárez en la Ciudad de México, por su lealtad y patriotismo, Ignacio Zaragoza fue nombrado Ministro de Guerra y Marina de abril a diciembre de 1861, cuando renunció a esa posición para enfrentar una de las tareas más importantes y difíciles de su vida, participar en la defensa de la soberanía nacional al mando del Ejército de Oriente durante la Intervención Francesa (diciembre 1861-junio 1864).
El general Zaragoza al mando del Ejército de Oriente, fue designado por Juárez para detener el avance sobre Puebla del ejército francés de élite, considerado entonces el mejor del mundo, bajo el mando de Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez.
Zaragoza se atrincheró en los fuertes de Loreto y Guadalupe, con un ejército mal armado, pero determinado a detener al invasor y defender la soberanía nacional con sus vidas, además de contar con la participación fundamental de las distintas comunidades indígenas de la región, quienes a punta de machete enfrentaron a los franceses; lucha conjunta, valiente y decidida que llevó a la derrota de los invasores en la célebre Batalla del 5 de Mayo de 1862, salvando a la ciudad de Puebla de caer en manos enemigas.
¿Cuál es la frase célebre de Zaragoza?
Vuestros enemigos son los primeros soldados del mundo, pero vosotros sois los primeros hijos de México. Soldados, leo en vuestras frentes la victoria y la fe. ¡Viva la independencia nacional! ¡Viva la patria!"
¿Cuál es la frase con la que el general Zaragoza informó al gobierno de Juárez de la victoria sobre los franceses?
Las armas mexicanas se han cubierto de gloria", decía el telegrama que Ignacio Zaragoza envió a Benito Juárez anunciando la victoria de las tropas mexicanas sobre el poderoso ejército francés en Puebla, el 5 de mayo de 1862.
La Intervención Francesa
La Guerra de Reforma trajo consecuencias devastadoras para la nación mexicana, una de ellas fue la crisis económica que orilló al Presidente Benito Juárez a suspender el pago de las deudas contraídas con otros países.
El 17 de julio de 1861, el Congreso de la República decretó la suspensión de pagos de todas las deudas públicas, lo que originó la reacción inmediata de Inglaterra, España y Francia, las hostilidades comenzaron al quebrantarse las relaciones diplomáticas con nuestro país. Además las dificultades que atravesaba el gobierno de Benito Juárez, les permitió a los conservadores retomar sus convicciones de reestablecer una Monarquía en México.
La respuesta de la suspensión temporal de pagos de la deuda externa, fue inmediata, el 31 de octubre de 1861, Inglaterra, Francia y España, firmaron un convenio en Londres para ocupar las principales fortalezas militares de las costas mexicanas, con el objetivo de captar los recurso de las aduanas y cobrar la deuda de los tres países.
El gobierno mexicano solicitó una prórroga y a pesar de que nunca se negó a pagar, las potencias europeas decidieron enviar tropas una escuadra española que llegó a las costas de Veracruz el 8 de diciembre de 1861; los ingleses el 6 de enero de 1862 y los franceses anclaron en los puertos mexicanos al día siguiente.
El Presidente Juárez designó al general Manuel Doblado como Ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno Mexicano, para negociar con los países invasores, quien les expuso interés en evitar cualquier enfrentamiento. El 19 de febrero de 1862, en la localidad de la Soledad, Veracruz, se firmaron los Tratados Preliminares de la Soledad en los que se concluyó que las potencias aliadas se abstendrían de interferir en cualquier disputa interna de los mexicanos, restringiéndose a la negociación como única vía de reclamo por la deuda.
Además el general Manuel Doblado, logró hacer que el español Juan Prim, y el inglés Lord John Russell, representantes de esas potencias se retiraran, a cambio de la negociación del pago de la deuda mexicana. Pero Dubois de Saligny, quien fue el diplomático designado por Francia para negociar la deuda, no accedió y continuó su incursión, el 5 de marzo 1862, arribó a Veracruz el general Carlos Fernando de Latrille, Conde de Lorencez.
El general francés, marchó de Córdoba a Orizaba, infringiendo los acuerdos preliminares de la Soledad y enseguida comenzó los primeros enfrentamientos. El 19 de abril de 1862, las tropas francesas se prepararon a avanzar a la Ciudad de México, el 4 de mayo llegaron a Amozoc de la Provincia de Puebla.
En Amozoc el general Latrille recibió información sobre el Plan de Defensa del general Ignacio Zaragoza, ya que fue asesorado por el General Conservador Juan Nepomuceno Almonte quien le indicó que debía atacar a través de la zona de la Huerta del Carmen, para que estuviera fuera del alcance de las fortificaciones de Loreto y Guadalupe de la Provincia de Puebla.
Ante este escenario y teniendo conocimiento de que fuerzas conservadoras se unirían a las tropas francesas, el general Zaragoza reorganizó sus tropas en cuatro Brigadas de Infantería: La Brigada Berriozábal con mil 082 hombres; Brigada Lamadrid con mil 020; Brigada Negrete con mil; Brigada Díaz con 518 junto a su Artillería y Caballería.
La columna francesa marchó de Amozoc al Fuerte de Guadalupe la madrugada del 5 de mayo, por considerar que ese punto le daría el dominio de la ciudad, pero las condiciones del terreno y la ubicación de los fuertes de Loreto y Guadalupe, dificultó el avance a los franceses que fueron sometidos a un intenso fuego, el general Latrille imposibilitado para cumplir su objetivo de tomar los fuertes tuvo que ordenar la retirada de sus tropas.
Este acto cubrió las armas nacionales de gloria, en consecuencia de la histórica batalla, Napoleón III ordenó que se aumentara el número de las tropas francesas, las cuales ascendieron a aproximadamente 28 mil elementos, por su parte, el general Zaragoza recibió refuerzos constituyendo un Cuerpo de Ejército de Oriente de aproximadamente 22 mil hombres.
Una vez, destituido el general Latrille, en septiembre de 1862, tomó el mando de las tropas francesas el general Elie Fréderic Forey, quien comenzó a preparar un nuevo ataque con dirección a la Plaza de Puebla.
En el mes de septiembre el general Zaragoza falleció por haber contraído tifo, en su lugar, el general Jesús González Ortega, fue nombrado Comandante del Ejército de Oriente para continuar la defensa de la nación mexicana, quien después de resistir valerosamente durante dos meses, tuvo que rendirse el 17 de mayo y entregar la plaza.
Después de la ocupación de la Plaza de Puebla, la capital de la República fue declarada también en sitio y Benito Juárez trasladó su gobierno a San Luis Potosí. El ejército francés entró en la Ciudad de México el 10 de junio y un mes después, el 10 de julio, la Asamblea de Notables, convocada por el general Forey, dio lectura a las condiciones sobre el establecimiento de la Monarquía:
La nación mexicana adoptaría la forma de Gobierno la Monarquía Moderada, hereditaria, con un príncipe católico,
El soberano tomaría el título de emperador de México,
La Corona Imperial se ofrecería al príncipe Fernando Maximiliano, Archiduque de Austria, para sí y sus descendientes,
Que en el caso que por circunstancias de prever no llegase a tomar posesión del trono, la nación mexicana se remitiría a la benevolencia del emperador de los franceses para que le indicase otro príncipe católico.
De esta forma un extranjero fue designado Regente del Imperio, con el que se estableció el Segundo Imperio Mexicano, que duró hasta 1867.
El día 16 de julio los ocupantes conservadores nombraron a Juan Nepomuceno Almonte como presidente provisional. El 21 de junio, proclamó el II Imperio Mexicano, establecido de carácter católico. Maximiliano I. aceptó la corona el 3 de octubre, aunque no llegó al territorio hasta finales de mayo de 1864.
Durante los meses siguientes, continuaron los enfrentamientos entre tropas francesas y republicanas aunque las únicas victorias de los republicanos se dieron en Tabasco, Tampico. Ante esta situación, varios militares republicanos pidieron a Juárez que abandonara la presidencia para poder llegar a un acuerdo y con ello terminar la guerra, pero el presidente no aceptó y trasladó de nuevo su gobierno a Monterrey.
Ante las acciones republicanas Maximiliano promulgó el llamado “Decreto Negro”, que ordenaba ejecutar a todos los oficiales mexicanos que fueran capturados. Razón por la que Juárez, consiguió el apoyo de Estados Unidos para continuar la guerra en contra del ejército imperial de manera que el avance de los republicanos obligó a Maximiliano a abandonar la capital y refugiarse en Querétaro, a pesar de que intentó escapar de las tropas mexicanas, fue capturado y fusilado el 19 de junio de 1867.
Un adiós como ninguno otro
A la muerte de Ignacio Zaragoza, el presidente Juárez trasladó su cuerpo a la Ciudad de México, se decretaron honras fúnebres en todo el país, dignas de un general muerto en campaña: todos los funcionarios guardaron luto por nueve días; se izó la bandera nacional a media asta por tres días consecutivos, con cañonazos cada cuarto de hora, desde el alba hasta la puesta del sol.
El propio Juárez el 11 de septiembre de 1862 lo declaró “Benemérito de la Patria en grado heroico”, dio a la capital poblana el nombre de Puebla de Zaragoza, su nombre se inscribió con letras de oro en el Congreso de la Unión, fue objeto de homenajes del presidente y sus ministros hasta el 13 de septiembre, fecha en que fue enterrado en el panteón de San Fernando, en la capital del país.
Lo acompañaron las personas más prominentes y el pueblo, el discurso del jurista y político José María Iglesias destacó:
El día que puedan agregarse nuestros laureles a los siempre frescos de esa tumba que va a cerrarse a nuestra vista; el día en que se firme una paz honrosa, salvándose la dignidad nacional […] habremos levantado, creedme, el monumento más honorífico a Zaragoza, el más adecuado a la alta nobleza de sus sentimientos”.
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La dueña del sol se dispone a cobrar por su uso
«pdg»
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