Peligros de comer pollo crudo: es más riesgoso de lo que se piensa
Comer pollo crudo puede tener consecuencias muy graves, te contamos cuáles son y te damos tips para cocinarlo a la perfección.

Los peligros de comer pollo crudo siguen siendo subestimados en muchas cocinas y en muchos hogares del mundo, especialmente cuando se cree que basta con una ligera cocción para “matar todo”.
Aunque el pollo es una de las proteínas más consumidas del mundo y solía ser una de las más económicas, su preparación requiere tener cuidados que van mucho más allá de la presentación La cocción incompleta puede convertirse en una puerta directa a infecciones que comprometen la salud de una manera muy seria.
Este problema es aún más importante si se considera que algunos métodos culinarios en tendencia promueven el consumo de carnes de aves poco cocidas o “al punto”, lo cual puede confundir y comprometes al consumidor y llevarlo a prácticas inseguras.
¿Es seguro comer pollo crudo?
La respuesta concreta es no, porque los peligros de comer pollo crudo están directamente relacionados con la presencia de bacterias que sobreviven en la carne si no ha pasado por una cocción adecuada.
Una de las bacterias más comunes en el pollo es la Salmonella, que puede estar presente tanto en el interior como en la superficie del ave. Al ingerirse, esta bacteria puede provocar desde molestias gastrointestinales leves hasta infecciones graves que requieren hospitalización, en casos más extremos puede terminar en un resultado fatal.
Otra bacteria que puede causar muchos problemas es la Campylobacter, esta se encuentra frecuentemente en pollos crudos o mal cocidos. Al entrar al organismo puede causar fiebre alta, diarrea con sangre y en ciertos casos desencadenar complicaciones neurológicas como el síndrome de Guillain-Barré.

Además, consumir pollo crudo puede exponer al cuerpo a cepas de E. Colli, que aunque menos usuales en esta carne en comparación con la de res, también han sido identificadas en productos de pollo contaminados.
En personas con sistemas inmunológicos debilitados, niños pequeños o adultos mayores, estas infecciones pueden agravarse de una manera muy rápida.
Por otro lado, no se debe confiar en la apariencia visual o el olor del pollo para juzgar si es seguro comerlo o no, ya que muchas bacterias no alteran el color ni generan mal olor.
Por ello es importante darle una cocción completa, esto sigue siendo la única manera confiable de evitar enfermedades asociadas al consumo de pollo crudo.

Tips para cocinar el pollo
Para asegurar que el pollo esté bien cocido y libre de bacterias sin perder jugosidad y suavidad, se debe llegar a una temperatura interna adecuada. La carne debe alcanzar los 74 °C en la parte más gruesa, lo cual puede verificarse con un termómetro de cocina.
Otro puto importante la cocción perfecta es evitar el fuego muy alto, esto es clave para no secar el exterior mientras el interior sigue crudo. Un buen truco es sellarlo primero a fuego medio-alto para dorar por fuera y luego bajar el calor para permitir que se cocine parejo.
Al igual que la carne de res o cerdo, se debe dejar reposar la pieza unos minutos fuera del fuego, esta pequeña acción permite que los jugos se redistribuyan y la cocción termine con el calor residual.
Marinar previamente también ayuda mejorar la textura y el sabor, y si se cocina al horno, cubrir con papel aluminio en parte del proceso evita que se reseque.
Algo fundamental y que nunca debes hacer es reutilizar utensilios que tocaron el pollo crudo en otros alimentos, al menos no sin lavarlos bien.
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