Las 7 cazuelas de Cuaresma: cuáles son y por qué se elaboran estos platillos

Conoce las 7 cazuelas de Cuaresma, su significado y recetas tradicionales. Aprende a prepararlas y disfruta de estos platillos llenos de sabor y tradición.

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diferentes platillos tradicionales de la Cuaresma

La Cuaresma es una época del año en la que muchas personas optan por platillos sin carne, siguiendo tradiciones religiosas y gastronómicas. Dentro de esta costumbre, las 7 cazuelas de Cuaresma destacan como una selección de guisos típicos que se disfrutan durante esta temporada en México.

La Semana Santa es una de las festividades más importantes dentro del calendario católico, y con ella llegan una serie de rituales y costumbres que incluyen a la gastronomía como un elemento central. La preparación de "las 7 cazuelas de Cuaresma", es una práctica con un profundo significado cultural y religioso que ha sido transmitida de generación en generación.

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Cazuelas de Cuaresma

Este conjunto de platillos, preparados especialmente para el Viernes Santo, tiene un simbolismo particular. Representan los siete días de la semana y, además, evocan la tradición de visitar siete casas o templos en esta jornada.

Más allá de su significado, estas recetas han sido durante años un punto de reunión familiar, donde cada hogar aporta su toque especial a la preparación de estos alimentos. Estos son platillos que conforman las 7 cazuelas:

  • Sopa de lentejas: considerada una de las sopas más sencillas de la gastronomía mexicana, la sopa de lentejas encierra ciertos secretos para su correcta cocción.

Su sabor y textura pueden variar según los ingredientes añadidos en cada casa, pues algunas familias optan por incorporarle plátano macho, mientras que otras prefieren realzar su sabor con chorizo, longaniza o incluso tocino.

  • Caldo de habas: este platillo, que suele disfrutarse principalmente durante la Cuaresma, se distingue por su textura espesa, conseguida gracias a la cocción prolongada de las habas secas.

Su sabor característico proviene de la combinación de ingredientes como los nopales y los chiles frescos, que le otorgan un gusto inconfundible.

  • Tortas de camarón seco con pipián y nopales: las tortitas de camarón seco son un plato muy popular durante la Cuaresma y también en celebraciones de fin de año. Su sabor es intenso y su preparación es bastante sencilla.

Una vez formadas las tortitas, pueden complementarse con nopales, papa, quelites u otras verduras. Tradicionalmente, se sirven bañadas en pipián, ya sea en su versión verde o roja, e incluso acompañadas con mole almendrado.

  • Filete de pescado: los filetes de pescado, también conocidos como "pescaditos", son un platillo presente durante todo el año en marisquerías y mercados, pero durante la Cuaresma cobran especial relevancia.

Su característica principal es su capeado, que debe ser firme, crujiente y al mismo tiempo esponjoso. Aunque es una receta ampliamente conocida, su preparación en casa suele ser más sencilla de lo que muchos imaginan.

  • Garbanzos o arroz: estos acompañamientos son una constante no solo en la gastronomía cuaresmal, sino en la cocina cotidiana. Sin embargo, durante esta temporada adquieren una importancia especial, ya que suelen combinarse con mariscos o pescado para resaltar su sabor y adaptarse a las restricciones alimentarias de la Cuaresma.
  • Capirotada o torreja: la capirotada es un postre de origen español que ha sido adaptado a la cocina mexicana. Su versión tradicional consiste en utilizar pan duro combinado con frutos secos y bañado en un almíbar de piloncillo.

Dependiendo de la región, la receta puede variar, y en algunos lugares se elabora con leche, dándole un sabor y una textura particular. Otra variante es la de las torrejas, las cuales también permiten aprovechar el pan duro y se consideran un postre emblemático de la temporada.

  • Agua de verduras o agua de obispo: esta bebida es característica de la Cuaresma y se distingue por la combinación de ingredientes inusuales. Se prepara con betabel, manzana, lechuga y plátano, lo que da como resultado una bebida refrescante, colorida y llena de sabor.
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Las 7 cazuelas de Cuaresma. FOTO: getty images

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Origen de las cazuelas de Cuaresma

La historia de la gastronomía mexicana muestra cómo estos platillos, como la capirotada y las tortitas de camarón, han evolucionado con el paso del tiempo. Gracias a la fusión de influencias culturales y a la creatividad de cada región, las recetas se han ido adaptando a nuevas condiciones y preferencias, sin perder su esencia.

La tradición de las 7 cazuelas de Cuaresma no solo involucra la religión, sino que también une a las familias alrededor de la mesa, promoviendo el respeto por las costumbres culinarias y la preparación cuidadosa de cada platillo. En muchos hogares, se acostumbra a servir todas las cazuelas el mismo día, siguiendo un orden específico y respetando cada receta en su versión más tradicional.

Una característica común en estos platillos es el uso de ingredientes accesibles, como granos, leguminosas y semillas. Aunque en algunas recetas se pueden emplear proteínas más elaboradas, la base sigue siendo productos de fácil acceso en todo el país, lo que refuerza la identidad de la cocina popular mexicana.

La preparación de cada una de estas cazuelas exige dedicación, esmero y un alto nivel de pulcritud. Tradicionalmente, eran las abuelas o las jefas de familia quienes supervisaban la correcta elaboración de los platillos, transmitiendo su conocimiento y garantizando que cada receta mantuviera su autenticidad.

Esta práctica ha sido especialmente fuerte en la región del Bajío, donde la tradición sigue muy arraigada. Dado que estos platillos conforman un banquete especial para marcar el cierre de la temporada de Cuaresma, su elaboración suele ser más compleja en comparación con otras recetas de la época.

En diversas regiones de México, aún se conservan métodos tradicionales de preparación, como la cocción en cazuelas de barro y el uso de fogones de leña, lo que aporta un sabor único y un valor cultural invaluable.

A pesar de las variaciones regionales y las adaptaciones modernas, las 7 cazuelas de Cuaresma siguen siendo un símbolo de la gastronomía mexicana. Más allá de los ingredientes y las técnicas de preparación, esta tradición fomenta la unión familiar y la conservación de una herencia culinaria que ha perdurado a lo largo del tiempo.

En cada Viernes Santo, estas recetas invitan a las familias a reunirse, compartir y celebrar, manteniendo viva una de las costumbres más arraigadas de la cocina mexicana.

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