Esto puedes hacer si una persona se atraganta en la cena de Año Nuevo

La cena de Año Nuevo reúne alegría, pero alimentos como las uvas o la carne esconden un riesgo: el atragantamiento. Esta emergencia exige que conozcas los primeros auxilios básicos para evitar una tragedia en pocos segundos.

Antes de que alces las copas para el brindis, es importante que conozcas cómo despejar una vía aérea obstruida. Actuar con decisión durante los instantes iniciales marca la diferencia entre un susto y un desenlace fatal.

¿Cuáles son las señales de alerta de la asfixia?

Identificar el problema representa el primer paso crítico para ayudar. Mientras que un atragantamiento parcial te permite toser, la obstrucción total es silenciosa y se reconoce porque la persona se lleva las manos al cuello con angustia.

Te compartimos algunas señales a las que debes prestar atención, de acuerdo con el Manual MSD y la Cruz Roja:

• Diferencia de gravedad: Si la persona emite silbidos, anímala a seguir tosiendo con fuerza. Pero si notas que no puede hablar o su piel cambia de color, enfrentas un bloqueo que requiere acción inmediata.
• Silencio absoluto: La víctima es incapaz de hablar, llorar o emitir sonidos debido al bloqueo total de su garganta. El aire no entra ni sale, lo que sumerge a la persona en un vacío aterrador.
• Coloración azulada: La piel de la cara o los labios se torna azul o pálida por la falta de oxígeno en la sangre. Es una advertencia de que el cerebro y los órganos necesitan aire con urgencia.
• Mirada de pánico: Los ojos se abren desmesuradamente buscando auxilio ante la imposibilidad de respirar. Este gesto facial es inconfundible y te indica que debes actuar sin perder un solo instante.

Los niños son particularmente vulnerables; si un pequeño deja de hacer ruido mientras come uvas o juega, asume que existe una obstrucción. Verifica su respiración sin demora para evitar que pierda el conocimiento.

¿Qué hacer si alguien se atraganta con comida?

Si notas que la persona no puede toser, pide ayuda para que alguien llame a emergencias mientras  inician las maniobras de expulsión. El tiempo es el recurso más valioso que tienes para salvar una vida.

Para los adultos, la técnica estándar combina golpes y compresiones abdominales. Existen situaciones en la mesa familiar que requieren que adaptes tu técnica para garantizar la seguridad de todos los presentes.

Aplica estas adaptaciones para evitar lesiones adicionales, tal como explican el Manual MSD, MedlinePlus y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM):

• Embarazadas y personas con obesidad: Realiza las compresiones firmes en el centro del pecho, no en el abdomen. Busca el punto medio del esternón para presionar con fuerza sin dañar al bebé o al paciente.
• Bebés menores de un año: Alterna cinco palmadas en la espalda con cinco compresiones torácicas usando dos dedos. La delicadeza es clave, pero la firmeza es necesaria para que el objeto salga.
• Si estás solo: Presiona tu propio abdomen con fuerza contra el respaldo de una silla o una baranda sólida. Busca generar la presión interna necesaria para expulsar el bocado por tu cuenta.

Si la persona pierde el conocimiento, recuéstala en el suelo con cuidado e intenta realizar reanimación con compresiones en el pecho mientras esperas la llegada de la ambulancia.

Paso a paso: Cómo realizar la maniobra de Heimlich correctamente

La técnica correcta genera un impulso de aire artificial que expulsa el objeto como si fuera el corcho de una botella. Sigue esta secuencia precisa para maximizar la efectividad en adultos y niños mayores.

Debes realizar los movimientos con firmeza y rapidez, manteniendo la calma para ejecutar cada paso con la energía necesaria. Aquí tienes la guía del Manual MSD para realizar la maniobra de Heimlich con éxito:

• Posición: Colócate de pie detrás de la persona y rodéala con tus brazos a la altura de la cintura. Si es un niño, arrodíllate para estar a su nivel y controlar mejor tu fuerza.
• El puño: Cierra una mano formando un puño y coloca el lado del pulgar justo por encima del ombligo. Asegúrate de situarte bien debajo del esternón para evitar fracturas.
• El agarre: Sujeta tu puño firmemente con la otra mano para obtener mayor potencia. Esta unión permite que la presión sea uniforme y muy efectiva durante el procedimiento.
• El impulso: Realiza compresiones rápidas hacia adentro y hacia arriba, como si intentaras levantar a la persona. Este movimiento en forma de "J" es el que libera la vía respiratoria.
• Repetición: Continúa con series de cinco compresiones hasta que el objeto salga expulsado o la persona se desmaye. No te detengas hasta que el aire fluya libremente por sus pulmones.

¿Cómo evitar que alguien se atragante con comida?

La prevención constituye la mejor maniobra de todas. Durante la cena de fin de año, comer despacio y masticar bien cada bocado reduce el riesgo de bloquear la vía aérea con trozos grandes de carne o uvas.

Evita hablar o reír a carcajadas con la boca llena, ya que la distracción interrumpe la coordinación entre tragar y respirar. Esta es una de las causas más frecuentes de accidentes en las festividades.

Aplica estas medidas prácticas para blindar la seguridad de tu mesa y proteger a tu familia:

• Cortar los alimentos: Trocea las uvas y carnes en trozos pequeños para niños y adultos mayores. Quitar semillas y pieles duras facilita que el bocado pase sin problemas por la garganta.
• Hidratación constante: Beber líquidos con las comidas facilita el tránsito por el esófago. El agua ayuda a lubricar el paso del alimento, evitando que se atore en la vía respiratoria.
• Vigilancia infantil: Mantén globos y juguetes lejos de la boca de los niños mientras comen. Las distracciones pequeñas resultan peligrosas cuando se combinan con alimentos redondos y resbaladizos.

Ten cuidado con el consumo de alcohol, pues disminuye tus reflejos y aumenta la probabilidad de intentar tragar bocados demasiado grandes. La euforia del festejo no debe nublar tu juicio al momento de alimentarte.

Disfrutar del Año Nuevo es compatible con la seguridad. Conocer estas claves te permite proteger a tus seres queridos, transformando un posible susto en una anécdota de cuidado y reacción oportuna.

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