¿Dolor crónico? El tramadol podría no ser tan efectivo, según estudio
Un análisis de 19 estudios con más de 6,500 pacientes mostró que el tramadol tiene un efecto analgésico menor al esperado y eleva el riesgo de efectos adversos.

Entre los medicamentos más populares para controlar el dolor crónico se encuentra el tramadol, un analgésico que actúa sobre el sistema nervioso para reducir la sensación dolorosa.
Sin embargo, recientes investigaciones han cuestionado la efectividad real del tramadol y han resaltado sus posibles riesgos.

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¿Qué es el tramadol y cómo actúa contra el dolor crónico?
Según la Clínica Universidad de Navarra, el tramadol es un analgésico utilizado para aliviar el dolor moderado a severo.
Funcion a través de dos mecanismos principales: por una parte, al unirse a los receptores opiáceos del cerebro y la médula espinal, y por otra, modulando la forma en que el sistema nervioso interpreta las señales dolorosas. Gracias a ello, reduce la percepción del dolor y el malestar general.
Evidencia científica reciente: eficacia limitada
Un estudio reciente publicado en BMJ Evidence-Based Medicine analizó 19 ensayos clínicos aleatorizados, que incluyeron más de 6,500 participantes con edades entre los 47 y los 69 años, afectados por distintos tipos de dolor crónico, como la osteoartritis, la neuropatía diabética y el dolor lumbar.
Los resultados arrojaron que, aunque el tramadol sí reduce el dolor, el efecto es modesto, por debajo del umbral que clínicamente se considera significativo.
Por ejemplo, en la escala numérica del dolor (NRS), la diferencia fue inferior a un punto, lo cual sugiere que para muchas personas el alivio podría no ser suficiente para percibirse como un beneficio claro.
Además, los autores señalan que la certeza de la evidencia es baja en cuanto al beneficio analgésico, pero moderada en lo que respecta al aumento de algunos riesgos.

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Efectos secundarios comunes y complicaciones serias
El mismo estudio reporta que el uso de tramadol duplicó el riesgo de eventos adversos graves (como eventos cardiovasculares o posibles neoplasias) en comparación con placebo.
Entre los efectos secundarios leves o moderados, los más comunes fueron náuseas, mareos, somnolencia y estreñimiento. En muchos casos estos síntomas obligaron a interrumpir el tratamiento.
También hay advertencias importantes: según Mayo Clinic, el uso prolongado puede generar tolerancia —el cuerpo requiere dosis mayores para lograr el mismo efecto—, dependencia física y, en algunos casos, efectos adversos cuando se interrumpe abruptamente.
¿Cómo usar el tramadol de forma segura?
Para minimizar los riesgos y aprovechar los beneficios, se recomiendan las siguientes prácticas:
- Utilizarlo siempre bajo supervisión médica, con dosis prescritas individualmente.
- En algunos casos, se usan formulaciones de liberación prolongada, que permiten que el medicamento se libere de manera gradual. Es importante no triturar ni partir estos comprimidos para evitar liberaciones rápidas que aumenten los efectos secundarios.
- Informar al médico de todos los medicamentos que se usan, para evitar interacciones, especialmente con otros fármacos que afecten el sistema nervioso central.
- Vigilar señales de efectos adversos: dificultad para respirar, latidos irregulares, somnolencia intensa, cambios mentales, etc. Si aparecen, buscar atención médica.
También es importante disminuir la dosis gradualmente si se decide suspender el tratamiento, para evitar síntomas de abstinencia.

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¿Para quién podría ser apropiado, y quién debería evitarlo?
El tramadol puede resultar útil cuando:
- Otros analgésicos más suaves no han sido suficientes
- No existan contraindicaciones médicas graves
- Se implemente un seguimiento médico estrecho
Por otro lado, se debe evitar o usar con mucha precaución en personas con enfermedades cardíacas, problemas hepáticos o renales, historial de abuso de sustancias o adicciones, epilepsia, pacientes mayores, o quienes tomen medicamentos que interactúan con el tramadol.
Mayo Clinic destaca que esos factores pueden aumentar riesgos de sobredosis, efectos adversos respiratorios o neurológicos.
Alternativas al tramadol para el dolor crónico
El dolor crónico puede manejarse también mediante otras opciones, ya sean farmacológicas o no farmacológicas:
- Medicamentos no opioides, como antiinflamatorios no esteroides (AINE) o acetaminofén, en función del tipo de dolor.
- Terapias complementarias, como fisioterapia, ejercicios adaptados, yoga, meditación o técnicas de relajación.
- Intervenciones integrales, cambios de estilo de vida, control del peso, actividad física moderada, apoyo psicológico si el dolor afecta el estado de ánimo o la calidad de vida.
El tramadol puede ofrecer alivio del dolor crónico, pero con efectos modestos, y no exento de riesgos. La evidencia reciente sugiere que sus beneficios podrían estar por debajo de lo esperado para muchos pacientes, especialmente cuando se comparan con los efectos adversos.
Por ello, su uso debe ser considerado con cuidado, acompañado de seguimiento médico, evaluación de riesgos individuales y exploración de alternativas menos riesgosas.
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