Casos de enfermedades de transmisión sexual disminuyen, pero no la sífilis en recién nacidos

En plena caída de las ITS adultas, la sífilis en recién nacidos crece implacable. Conoce por qué persiste, sus consecuencias y cómo detenerla con prevención prenatal.

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Casos de enfermedades de transmisión sexual disminuyen, pero no la sífilis en recién nacidos Foto Canva

Aunque las infecciones de transmisión sexual parecen ceder terreno, la sífilis congénita resiste con fuerza. Aun cuando los casos adultos bajan, el paso silencioso de madre a hijo persiste como una herida abierta en salud pública.

Según datos del CDC, en 2024 se reportó una caída del 9 % en casos de ITS (clamidia, gonorrea y sífilis) respecto a 2023. 

Sin embargo, los casos de sífilis en recién nacidos crecieron por duodécimo año consecutivo, con casi 4,000 contagios documentados. 

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Panorama general: descenso en ITS pero ascenso en sífilis neonatal

En el informe provisional más reciente, el CDC apunta una caída sostenida en las infecciones de transmisión sexual en población adulta: clamidia bajó alrededor de 8 %, gonorrea un 10 %, y sífilis primaria/ secundaria registró una baja del 22 % entre 2023 y 2024. 

Esta tendencia indica un cambio esperanzador en conductas de prevención, acceso a diagnósticos y tratamiento. No obstante, esa mejoría macro no se traslada al ámbito más vulnerable: los recién nacidos. La sífilis congénita (transmisión vertical de Treponema pallidum de madre a feto) se ha disparado durante la última década. 

En 2023, la tasa nacional fue de 105.8 casos por cada 100,000 nacidos vivos, lo que representa un incremento del 3 % con respecto al año previo. 

CDC

Este contraste revela un vacío crítico en el sistema de salud: los programas de prevención e intervención parecen no alcanzar a embarazadas, gestiones antenatales o diagnóstico oportuno para evitar la transmisión vertical.

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¿Por qué la sífilis congénita no sigue la tendencia de descenso?

Fallas en el tamiz prenatal y la atención perinatal

Gran parte de los casos podrían prevenirse con pruebas de sífilis en etapas tempranas del embarazo y tratamiento adecuado. En 2022, más del 85 % de los casos de sífilis neonatal habrían podido prevenirse con atención oportuna. 

Sin embargo, muchas madres no reciben pruebas adecuadas, o bien el tratamiento llega tarde o es insuficiente. 

Brechas sociales, barreras de acceso y desigualdades

  • Factores estructurales inciden: falta de cobertura prenatal, desigualdad en acceso a servicios de salud, pobreza, carencia de educación en salud sexual, estigmas culturales y fallas en políticas públicas. 

También se advierte que los casos de sífilis en mujeres en edad reproductiva han aumentado en múltiples estados, lo que incrementa el riesgo de transmisión vertical. 

Retos de vigilancia, seguimiento y diagnóstico perinatal

  • La vigilancia epidemiológica presenta desafíos: muchos casos no se notifican o no se vinculan con el nacimiento, los diagnósticos neonatales pueden no realizarse sistemáticamente, y el seguimiento posnatal es irregular. 

Además, la sífilis tiene fases latentes y puede ser asintomática, lo que dificulta su detección sin pruebas específicas.

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Consecuencias de la sífilis en recién nacidos

Cuando la sífilis atraviesa la barrera placentaria, el daño puede ser severo: muerte fetal, parto prematuro, bajo peso al nacer, lesiones cutáneas, alteraciones óseas, sordera, ceguera o disfunciones neurológicas. 

Muchas veces los síntomas del recién nacido no se evidencian al nacer, y los daños emergen semanas o meses después. 

El manejo efectivo con penicilina G es el tratamiento estándar, tanto en la madre como en el neonato, cuando el diagnóstico se hace a tiempo. 

Pero cuando se retrasa, el pronóstico se complica y los daños pueden volverse irreversibles.

Qué se puede hacer: estrategias para frenar la transmisión vertical

Fortalecer el tamiz prenatal universal

Garantizar que todas las mujeres embarazadas sean evaluadas para sífilis al inicio y en el tercer trimestre del embarazo, con seguimiento y tratamiento adecuado en caso de resultados positivos. Muchos estados ya recomiendan estas pruebas como norma de atención obstétrica. 

Mejorar acceso, equidad y educación en salud

Reducir barreras estructurales: ampliar cobertura de atención prenatal, reforzar educación sexual, eliminar estigmas que impiden buscar atención y asegurar que los sistemas de salud lleguen a poblaciones vulnerables.

Vigilancia perinatal y coordinación entre servicios

Integrar datos de salud materna y neonatal, asegurar que los nacimientos se vinculen con registros de sífilis materna, y fortalecer la continuidad del cuidado posnatal con seguimiento de bebés potencialmente afectados.

Políticas públicas y recursos sanitarios

Destinar recursos a programas que prioricen la eliminación de la sífilis congénita, incentivos a clínicas, laboratorios y campañas comunitarias que promuevan el diagnóstico temprano.

El descenso de las ITS en adultos puede parecer una victoria parcial; sin embargo, la persistencia de la sífilis congénita revela una falla silenciosa del sistema sanitario. Atender embarazadas con rigor, eliminar barreras de acceso y asegurar diagnóstico y tratamiento oportuno son pasos indispensables. 

Si estás embarazada o planeas estarlo, consulta con tu médico sobre pruebas de sífilis; es una intervención sencilla que puede salvar vidas.