Pan de muerto relleno de mazapán para Día de Muertos: la mejor combinación de México
Dale un giro al clásico pan de muerto con este relleno cremoso de mazapán y sorprende a tus seres queridos.

El pan de muerto es uno de los símbolos más entrañables del Día de Muertos, entre los muchos tipos, encontramos uno relleno de mazapán, que combina lo mejor de dos delicias mexicanas.
Su forma redonda con “huesitos” y su aroma característico a azahar evocan la memoria de quienes ya no están, mientras se comparte en familia los días del 1 y 2 de noviembre. Tradicionalmente se prepara simple, pero es que las versiones rellenas han ganado protagonismo entre quienes buscan innovar sin perder el sentimiento.
Rellenar este pan es una forma de provocación dulce: se inserta dentro del pan una crema, pasta o mezcla que le añade textura, sabor y sorpresa en cada mordida. Una de las propuestas más deliciosas es usar mazapán —ese dulce suave de almendra o cacahuate molido con azúcar— para crear un relleno que complementa la miga esponjosa del pan.
En esta receta aprenderás cómo hacer un pan de muerto relleno de mazapán desde la base hasta el relleno, con ingredientes y paso a paso.

Cómo preparar pan de muerto relleno de mazapán
Ingredientes:
- 500 g de harina de trigo de fuerza
- 100 g de azúcar
- 100 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
- 3 huevos
- 10 g de sal
- 15 g de levadura fresca (o el equivalente en levadura seca)
- 150 ml de leche tibia
- Ralladura de 1 naranja
- 1 cucharadita de agua de azahar
- 1 huevo batido (para barnizar)
- Azúcar extra para espolvorear
Para el relleno:
- 1 barra de queso crema, a temperatura ambiente
- ¼ de taza de leche condensada
- ½ taza de mazapán troceado o desmoronado
Preparación:
- En un recipiente grande, mezcla la harina, azúcar y sal.
- Disuelve la levadura fresca en parte de la leche tibia, espera unos minutos hasta que haga burbujas, e incorpórala a la masa.
- Agrega los huevos, la mantequilla, la ralladura de naranja y el agua de azahar.
- Amasa durante 10‑15 minutos hasta lograr una masa elástica y suave.
- Deja reposar tapada en un lugar cálido hasta que doble su volumen (aproximadamente 1 hora).
- Divide la masa en bolitas del tamaño deseado. Reserva una pequeña porción de masa para hacer los “huesitos” decorativos.
- Con un rodillo o con las manos, estira ligeramente cada bolita para abrir como un bolsillo o hacer una hendidura.
- Barniza con huevo batido por dentro para sellar (esto ayuda a que no se vaya a romper al hornear).
- En un tazón, bate el queso crema hasta que esté suave: añade la leche condensada y sigue batiendo para integrar bien; agrega el mazapán troceado y mezcla hasta que quede una crema uniforme.
- Refrigera la mezcla unos 20 minutos para que tome consistencia.
- Con una manga pastelera o una cuchara pequeña (sin dañar la masa), introduce el relleno dentro del pan. No lo llenes hasta el tope para evitar que se salga al crecer.
- Cierra el pan suavemente y deja reposar unos 30 minutos más para una segunda fermentación.
- Mientras tanto, forma los “huesitos” con la masa reservada y colócalos sobre los panes en cruz, junto con una bolita central (la “mollera”).
- Barniza toda la superficie con huevo batido y espolvorea azúcar.
- Precalienta el horno a 180 °C y hornea los panes entre 20 y 30 minutos, hasta que estén dorados.
- Saca del horno y deja enfriar sobre una rejilla.

Consejos para un pan de muerto esponjoso:
- Si el relleno es muy líquido, puede humedecer demasiado la masa, refrigéralo antes de insertar para que espese un poco.
- No rellenes en exceso, deja espacio para que el pan leve sin romperse.
- Barniza ligeramente la parte interna del pan (con huevo o mantequilla ligera) antes de rellenar para ayudar a sellar y evitar que se filtre el relleno durante el horneado.
- Evita hornear a temperaturas muy altas para que el exterior no se dore demasiado antes de que el centro esté bien cocido.
- Deja enfriar sobre rejilla para que se evapore la humedad y el pan no quede empapado.

Mazapán: ¿es mexicano?
De acuerdo con el Diccionario Gastronómico de Larousse, el mazapán no es mexicano, sino que se trata de un producto de origen español. El mazapán mexicano, generalmente hecho a base de cacahuate molido y azúcar, es una reinterpretación del mazapán europeo, que se elabora con almendras.
Ambas versiones comparten una textura suave y un sabor concentrado que lo hacen ideal para integrar en postres. En los últimos años, el mazapán ha dejado de ser solo un snack para convertirse en ingrediente estrella de recetas creativas: helados, pasteles, panqués, churros, bebidas frías y calientes, e incluso panes tradicionales como el pan de muerto.
Su sabor dulce y untuoso combina muy bien con masas esponjosas o cremosas, y le da un toque nostálgico que conecta emocionalmente con quien lo prueba. Utilizar mazapán como relleno del pan de muerto no solo es una innovación gastronómica; también es una forma de resignificar un ingrediente mexicano que ha formado parte del imaginario colectivo por generaciones.
El pan de muerto relleno de mazapán es una muestra de cómo la tradición y la creatividad pueden convivir en un solo platillo, manteniendo la esencia de la celebración mientras se exploran nuevas experiencias de sabor.
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