Tipos de pan de muerto más allá del de huesitos: seis opciones tradicionales

Conoce 6 tipos de pan de muerto, una guía completa para celebrar la tradición de Día de Muertos con sabor.

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Tipos de pan de muerto

La temporada de Día de Muertos en México despierta aromas inconfundibles: cempasúchil, copal, chocolate caliente… y pan de muerto. Ese pan dulce que va más allá del de “huesitos”, ¡pues hay muchas más opciones tradicionales! 

El pan de muerto más famoso está decorado con los huesos y perfume de naranja, y durante cada octubre-noviembre, se convierte en parte esencial de altares, mesas familiares y festividades dedicados a la fiesta y/o gastronomía.  

El pan de muerto clásico es precisamente eso: solo un tipo de entre los muchos que existen. Hay una rica diversidad regional con variantes que reflejan historia, ingredientes locales y creatividad panadera.

En esta canción, exploraremos seis tipos representativos de pan de muerto en la gastronomía mexicana, con su forma, composición, sabor característico y contexto cultural. Cada variante tiene su propia historia, y conocerlas es como viajar por el mapa del sabor mexicano.

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Tipos de pan de muerto. Foto: Canva

¿Qué es exactamente el pan de muerto?

El pan de muerto es un pan dulce tradicional mexicano que se elabora en las semanas previas al Día de Muertos. Su composición básica incluye harina de trigo, huevo, mantequilla o grasa, azúcar, leche, levadura y aromatizantes como agua de azahar, ralladura de naranja y, en algunas zonas, anís. 

Pero más allá del sabor, el pan de muerto tiene un profundo valor simbólico: su forma redonda se asocia con el ciclo de la vida y la muerte; las piezas de masa en forma de huesos representan brazos, piernas y la cruz de los puntos cardinales; la bolita en el centro (la “mollera” o “cráneo”) simboliza la cabeza del difunto, de acuerdo con el Gobierno de México.  

El equivalente al pan de muerto de la época prehispánica como lo conocemos hoy en día sería el “huitlatamalli”, una especia de tamal. Mientras que el que se utilizaba en ceremonias era el “papalotlaxcalli” o pan de mariposa. 

Durante el periodo colonial, los españoles trajeron el “pan de ánimas”, un pan litúrgico de ofrenda para los fieles difuntos, que con el tiempo se fusionó con las tradiciones indígenas para dar lugar a lo que hoy conocemos como pan de muerto. 

La receta típica inicia con una masa enriquecida (esto es, con grasas, huevo y leche) para lograr suavidad y humedad. Las proporciones (harina, líquido, grasa, azúcar) varían según el panadero y la región, pero siempre se busca una textura esponjosa y ligeramente densa.

Después del horneado se barniza (con huevo, mantequilla o agua azucarada) y se espolvorea azúcar común, azúcar teñida, ajonjolí u otras decoraciones según la región. 

Tipos de pan de muerto que debes probar

  • Pan de muerto tradicional 

Este es el referente más conocido: redondo, con los huesitos cruzados encima, bolita central, superficie barnizada y espolvoreada con azúcar blanca. Es la versión que encuentras en muchas ciudades mexicanas. 

Tiene una textura esponjosa, algo densa pero ligera; se acompaña con chocolate caliente, atole o café. 

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Pan de muerto de yema. Foto: Instagram @centraldeagave
  • Pan de muerto de yema 

En Oaxaca se elabora una versión más rica en huevos (especialmente yemas), con un color dorado más intenso y suavidad acentuada. A veces se le conoce simplemente como pan de yema.

Se decora en ocasiones con figuras de alfeñique (muñequitos, flores) o caras y aparece como pan especial para altares o celebraciones en Oaxaca.

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Pan de muerto gollete. Foto: Instagram @wendygmontes
  • Gollete

El gollete es una versión que tiene forma de rosca o aro y, en lugar de los huesitos tradicionales al centro, se presenta como una corona o aro amplio aromatizado con canela y naranja.

Tiene un aroma más pronunciado de canela y naranja, con una textura más firme que el pan tradicional, con partes que recuerdan a galleta suave. Puede espolvorearse con azúcar rosa o blanca y se encuentra en partes del sur del Valle de México y en Puebla.

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Pan de muerto relleno. Foto: Canva
  • Pan de muerto relleno

Una de las versiones modernas más populares: el pan de muerto relleno, en el que la masa tradicional se abre (o se une con relleno) con crema pastelera, chocolate, queso crema o hasta frutas. 

Aunque no es una tradición ancestral, se ha vuelto muy popular en panaderías modernas que buscan innovar con las ofertas del Día de Muertos y se ha vendido como una versión más “gourmet”. 

  • Pan de muerto con ajonjolí

Se trata de una variante representativa de Puebla: en lugar de cubrirlo con azúcar, se espolvorea con ajonjolí tostado, lo que brinda textura crujiente y un sabor distinto. 

Tiene un sabor ligeramente tostado y nuez por el ajonjolí; con una textura exterior crujiente, pero un interior suave.

Esta variante es un buen ejemplo de cómo un cambio simple en decoración transforma la experiencia del pan.

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Pan de muerto Mitla. Foto: Facebook Oaxaca de mis amores
  • Pan Mitla

Este tipo de pan es popular en Mitla, Oaxaca, y destaca por su ornamentación en glaseado con diseños elaborados (flores, grecas) sobre el pan de yema. ¡La decoración artística con glaseado (azúcar, huevo, limón) lo hace único!

Está hecho frecuentemente en forma redonda o con figuras, se exhibe en altares y ceremonias locales. Su belleza visual lo hace más que un pan: es una pieza decorativa que también se consume.

El pan de muerto es parte de una tradición viva que se adapta y reinterpreta según el estilo de diferentes lugares, con opciones tradicionales en todo México. Sigue siendo objeto de experimentación sin perder su esencia simbólica.