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La chica en la telaraña

La Crítica

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Curiosamente, Claire Foy estrenó al mismo tiempo dos filmes: La chica en la telaraña y El primer hombre en la luna, ambos completamente alejados de su papel de la reina Elizabeth de Inglaterra de la serie The Crown.

Sin duda, el más aventurado de sus estrenos es el de La chica en la telaraña, pues se tuvo que meter en el personaje literario de la desadaptada Lisbeth Salander, creada por el fallecido escritor y periodista Stieg Larsson. Tras el deceso de éste —el 9 de noviembre de 2004—, el sueco David Lagercrantz le dio continuidad a la trilogía existente y ha entregado dos novelas más de ese universo literario. Así se adaptó en esta ocasión la novela Lo que no te mata, te hace más fuerte para dar como resultado a La chica en la telaraña.

El trabajo de Foy en el filme se aplaude, convence; sin embargo, a veces su físico rompe un poco con la descripción literaria que se hacía de ella, al pintarla extremadamente delgada y de estatura pequeña. Es inevitable no pensar en Noomi Rapace, actriz que interpretó a Salander en las tres cintas suecas, o en Rooney Mara, quien hizo al personaje en la primera adaptación de Hollywood. Claire Foy puede gustar, pero no llega a la dureza que mostraron las anteriores actrices. Incluso su cara a veces es un poco dulce.

Eso sí, esta nueva entrega, dirigida por el uruguayo Fede Álvarez, está mejor llevada-adaptada que la primera versión estadunidense que hizo David Fincher, en la que dirigió a Rooney Mara y Daniel Craig, quien le dio vida al periodista de la saga, Mikael Blomkvist. No es una adaptación en la que se le da peso al amor, sino a los personajes mismos, tal como en las novelas. En esta ocasión, el actor sueco Sverrir Gudnason da vida al personaje varonil principal.

Lucero Calderón

 

Dirige: Fede Álvarez.

Elenco: Claire Foy y Sverrir Gudnason.

 

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