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Nacional

Tlahuelilpan votará en medio de la violencia; huachicoleo y asaltos, a la orden del día

El del próximo domingo será el primer proceso electoral para cambio de autoridades municipales después de la tragedia del 18 de enero de 2019

ANDRÉS BECERRIL | 12-10-2020
La explosión de una toma clandestina en enero de 2019 será un factor determinante en los comicios del próximo domingo en Tlahuelilpan, Hidalgo

TLAHUELILPAN, Hgo.

El proceso electoral del próximo domingo en este pequeño municipio de Hidalgo —con un territorio de 28 km cuadrados y 19 mil 300 habitantes— está marcado por la cadena que aquí ha jalado el imparable hurto de combustible: robo, secuestros, droga, armas.

Hace 21 meses, el nombre náhuatl de esta población, que significa “Donde se riegan las tierras”, emergió al contexto mundial envuelto en llamas, dolor y muchas lágrimas. Un pinchazo a una tubería para robar gasolina en un alfalfar de la colonia San Primitivo se convirtió en un géiser asesino. Bañó a cientos de personas y como por generación espontánea ardieron. La tragedia tuvo un saldo de 137 muertos, muchos de ellos, identificados solamente por el ADN.

La elección de este domingo aquí, con un padrón de 12 mil electores —que se dividirán entre ocho candidatos a la presidencia municipal— cobra mayor relevancia por dos elementos fundamentales: el escepticismo de los electores por ir a votar, hay una desconfianza total en la política, sus representantes y los partidos políticos, y también por lo sucedido el 18 de enero de 2019. Será el primer proceso de cambio de gobierno después de la tragedia.

El horror que causó aquella hoguera humana sólo fue un acicate pasajero para los huachicoleros. Se contuvieron algunas semanas; después reiniciaron los robos y su venta de forma sigilosa.

Actualmente, el robo de combustible está en apogeo. Aunque la gente del lugar asegura que los huachicoleros le tienen más respeto a la Guardia Nacional —que patrulla el terreno por la que pasan las tuberías de combustible— que a la policía estatal, la actividad de los ladrones; los vendedores y los compradores de lo robado se hace impunemente.

El huachicoleo —como se conoce al robo de combustible— aquí es lo más parecido a un piso de gobierno: administra economía, concede poder social, toma y ejecuta decisiones, atempera conflictos delincuenciales.

Tiene sentido, Hidalgo en uno de los sitios del país con mayor robo de combustible, se estiman más de 2 mil puntos de ordeña de ductos.

El día de la tragedia, este municipio estaba gobernado por Juan Pedro Cruz Frías, del Partido del Trabajo (PT), que se acomodó rápidamente como integrante de Morena, cuando Andrés Manuel López Obrador se perfilaba como ganador de la contienda presidencial. Nueve días antes de la elección del 1 de julio de 2018, Cruz Frías renunció al PT y se hizo morenista.

Cruz Frías terminó peleado con todo el mundo: con el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, y con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Y el municipio y su gente quedaron a la deriva en seguridad, educación, empleo, infraestructura, en todo.

Ahora, las posibilidades de que el partido en el poder y su aliado el PT refrenden la presidencia municipal son mínimas. No sólo por la gestión de Cruz Frías, que abandonó el cargo hace unas semanas para dejarlo en manos de un consejo municipal.

Arriba de la candidata del PT-Morena, Lourdes Maya Lugo, impuesta por el Grupo Universidad, liderado por Gerardo Sosa Castelán, actualmente preso, aparecen los candidatos del PAN, Héctor Pérez Olguín, y José Alfredo Díaz Moreno, de Movimiento Ciudadano.

A Maya Lugo —que dicen aquí no es de la simpatía de los lugareños— no le alcanzó el tiempo para hacer campaña por el diferendo interno para la candidatura. Originalmente, la abanderada común de Morena-PT-Encuentro Social-Verde Ecologista iba a ser Yolanda Cruz Rufino. Pero se la arrebataron.

Fue la misma Cruz Rufino quien adelantó que esa pugna la pagaría Maya Lugo. Pronosticó que habría un voto de castigo para su sustituta el día de las elecciones.

Habitantes de la cabecera municipal aseguran que hay compra de votos. Unos dicen que algunos partidos ofrecen 500 pesos, otros que hasta mil por el sufragio de este domingo. Según estos habitantes, hay partidos que se atreven a preguntar a su potencial elector, “¿Qué es lo que ocupa, una computadora?” Y ofrecen que si le dan el voto obtendrán ese producto una vez que el candidato se instale en la presidencia municipal.

Pérez Olguín y Díaz Moreno tienen la certeza de que el cambio para la gente del municipio pasa necesariamente por que termine el huachicoleo.

Pérez Olguín dice que la tragedia de hace 21 meses no incide en la elección, que la etiqueta de pueblo huachicolero para él es inaceptable. “Aquí es gente trabajadora; lo que sucedió ese día fue porque aquí no había gasolina para los carros y mucha gente inocente estuvo en la hora y el lugar equivocado”, dijo.

De acuerdo con la declaración del candidato de Acción Nacional, lo que la gente le ha pedido en sus recorridos por las comunidades –todas de corte rural, no hay industria ni servicios–. “A la gente lo que más le preocupa es la inseguridad; últimamente el municipio ha sido nota nacional e internacional por malas cosas”, aseveró.

Díaz Moreno, por su parte, sostuvo que “la estrategia del gobierno federal (en el combate al huachicoleo) no ha sido suficiente. Ya se ve que en distintos puntos del municipio que se está vendiendo este producto robado. Como municipio no podemos hacer nada, más que acompañar la estrategia. El gobierno municipal tiene 24 elementos de policías en dos turnos, qué se puede hacer con esa fuerza, pues nada”, dijo el candidato de Movimiento Ciudadano.

El pasado lunes 5 de octubre, los ocho candidatos a la presidencia municipal sostuvieron, por primera vez en la historia electoral de este municipio, un debate. Fue, como casi todo lo que se ha hecho desde el 23 de marzo, cuando empezó el confinamiento por el coronavirus, virtual; se transmitió por Facebook.

La pandemia en este municipio, reportan las autoridades de Salud, que tiene 84 personas contagiadas y 17 muertes. Septiembre fue el mes de mayor contagio y eso, achacan lo pobladores, se debió a la reactivación de la plaza de los martes en el centro del poblado, a donde llegan vendedores de muchos pueblos vecinos, los que inciden en riesgos de contagio.

Algunos habitantes de este municipio tratan de llevar a segundo plano el tema del huachicoleo; no les gusta que a su pueblo y su gente los vean como ladrones de combustible. Y prefieren poner el acento en la seguridad, que es consecuencia de lo mismo.

El candidato Díaz Moreno sostiene que las principales demandas de los lugareños son empleo, seguridad y salud. “Hay que reconciliar a Tlahuelilpan con todos los órdenes de gobierno”, dijo el aspirante a alcalde, quien considera que “fue un error poner al municipio como parte de una zona urbana, cuando no hay aquí ningún tipo de industria”.

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