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Prison Art, moda ‘tatuada’ desde las cárceles de México

Conoce el proyecto que emplea a través del arte a prisioneros de distintas cárceles de México.

Shantal Romero | 25-06-2021
Prison Art, moda ‘tatuada’ desde las cárceles de México
Prison Art, moda ‘tatuada’ desde las cárceles de México / Fotos: *Prison Art

Ciudad de México.- Jorge Cueto, fundador de Prison Art Project, pasó un año de su vida en una cárcel preventiva de 11 mil personas dentro del desarrollo penitenciario de Puente Grande, Jalisco, antes de ser declarado inocente.

Durante ese tiempo, el empresario pudo ver cómo se vive dentro de las cárceles, pero también se percató de algo que le llamó la atención: Varios de los presos que salían tenían toda la motivación para salir adelante, sin embargo, una carta de antecedentes penales se los impedía y difícilmente eran contratados por una vía legal.

Esta situación preocupó a Cueto y fue entonces cuando en el 2012 creó Prison Art, una organización dedicada a capacitar y rehabilitar a los presos con habilidades de arte y diseño para después emplearlos y reintegrarlos a la sociedad.

Prison Art, está enfocada a crear piezas de moda y de lujo como bolsos, mochilas y chamarras de cuero, por medio del arte del tatuaje, que es una práctica muy común dentro de las cárceles.

 

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[Foto: *Prison Art]

 

En el 2013, cuando Cueto obtuvo libertad, decidió dedicarse en tiempo completo a Prison Art, por lo que vendió todos los negocios que tenía para capitalizar el proyecto.

En entrevista exclusiva para Excélsior, Jorge Cueto nos contó de qué se trata el proyecto que da una vida digna a este señalado sector.

 

¿Qué fue lo que te motivó a crear Prison Art?

 

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[Foto: *Prison Art]

 

“Pude ver que cuando los muchachos obtenían la libertad salían con una firme intención de portarse bien, pero la mayoría no tenía estudios, una estructura familiar ni ningún apoyo del gobierno, entonces Prison Art surge para tratar de darles un futuro más esperanzador”.

 

Pero para Cueto hubo un detonante más importante que fue como un foco rojo para él. Y es que conoció a un joven al que le apodaban ‘el perrito’, que había pasado cerca de 13 años en la cárcel.

 

“Podrías pensar, ‘el perrito’ era un mal tipo, pero no, era una persona que no tenía padres, que había sido criado en una colonia muy violenta, no tenía escuela, etc. Yo pasaba mucho tiempo con él y me acuerdo que cuando le habían dado su libertad y dijo que ya se quería portar bien, pero que no sabía qué hacer, una persona de un cártel le dijo: “No te preocupes, le marcas a mi compadre y él te da chamba”. Ese fue un foco rojo y pensé que eso no podía ser así, por lo que ahí me surgió la claridad de que había que hacer algo. No podía quedarme con los brazos cruzados y tenía que confrontar esa situación de alguna forma, porque efectivamente hay muchos que son malos, pero también les faltan oportunidades”.

 

Un concepto que habla por sí mismo

 

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[Foto: *Prison Art]

 

Los bolsos tatuados por los presos de las cárceles, actualmente están catalogados como productos de lujo debido a su calidad y concepto que compite con marcas reconocidas dentro de esta categoría.

Además, cada pieza que se hace es única, ya que cada dibujo se hace una sola vez por cada uno de las personas que trabajan en Prison Art.

Por ese motivo, la empresa ha captado la atención principalmente de clientes con un poder adquisitivo importante, interesados en tener una pieza única que aporte un suelto digno a los reos, es decir, desde $7,500 hasta 16 mil pesos mensuales.

 

Reglas para los reos

 

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[Foto: *Prison Art]

 

Con una visión muy clara para ayudar y reintegrar a la sociedad a las personas que buscan superarse, la empresa desarrolló una serie de reglas para todos aquellos que deseen colaborar con la marca, las cuáles son:

 

1. Mantenerse libre de adicciones

Si alguien recae, inmediatamente es retirado del grupo.

 

2. Asistir a las pláticas de apoyo

“Les damos herramientas para poder facilitar su proceso de rehabilitación”, mencionó Jorge Cueto.

 

3. Compartir a su familia el 50% del ingreso de su trabajo mientras están privados de la libertad

“En lo personal, cada vez que veo que un muchacho no vuelve a delinquir, a consumir drogas y ya está estudiando en la universidad y vive en paz, es mi mayor satisfacción”, finalizó Jorge Cueto.

 

Actualmente, en Prison Art trabajan cerca de 20 personas en la parte administrativa, así como también 40 jóvenes que ya están en libertad y 200 personas dentro de ocho cárceles de diferentes estados de la República.

En la Ciudad de México, puedes encontrar sus boutiques en el Aeropuerto, en Polanco o en el Centro Histórico.

Si quieres conocer las piezas, puedes entrar a su página web o a sus redes sociales.

 

sbrm

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