Erigen Monumento a la Ausencia en Tlatelolco
La obra contiene huellas de sobrevivientes del 2 de octubre de hace 50 años; está a 500 metros de donde ocurrió la matanza

CIUDAD DE MÉXICO.
Las huellas de las víctimas sobrevivientes del Movimiento Estudiantil de 1968 y de familiares fueron plasmadas ayer a 500 metros del lugar de la matanza del 2 de octubre, en el Centro Cultural Tlatelolco, de la UNAM, para erigir el Monumento a la Ausencia.
La plancha de concreto, con 400 pares de huellas, fue edificada con el objeto de mantener la memoria de la matanza estudiantil y una permanente demanda de justicia para las víctimas.
Pretendemos que esta obra que empezamos a montar hoy se convierta en un lugar donde los supervivientes del Movimiento Estudiantil del 68, de los distintos colectivos que llevan 50 años demandando verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, tengan un lugar”, explicó Ander Azpiri, subdirector del centro académico.
El monumento de 400 metros cuadrados, edificado en colaboración con la UNAM, es una de las acciones de reparación simbólica del daño y del reconocimiento de crimen de Estado que dio la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) el pasado 24 de septiembre a los hechos ocurridos hace 50 años.
Las huellas de zapatos, unas de pies descalzos, pertenecen a quienes vivieron en carne propia el 2 de octubre y vieron caer muertos a sus compañeros de preparatoria o de facultad por disparos de policías y militares.

Humberto Campos, entonces estudiante del taller de cine del Cecyt Wilfrido Massieu, fue una de las víctimas que marcó sus pasos ayer.
Recuerda que formó parte de un movimiento en el que los jóvenes protestaron “por la represión tan autoritaria y tan estúpida de Díaz Ordaz que no tenía la capacidad de entender, que no entendía lo que era la democracia.
Siempre he dicho que la historia no es para aprenderse lugares y fechas, sino para no cometer los mismos errores, y que esto jamás vuelva a ocurrir”, dijo.
El Monumento a la Ausencia es acompañado de las consignas: “¡Pueblo, no nos abandones! ¡Únete, pueblo”, frases que la artista y autora de la pieza, la israelí Yael Bartana, retomó de una de las pancartas de los estudiantes la noche del 2 de octubre, y que pudo rescatar de una fotografía.
Otra consigna explica el objeto del monumento: “Ni perdón ni olvido”, misma que fue grabada en la parte alta de los edificios que rodean el patio para conmemorar el momento cuando los estudiantes levantaron su mirada hacia los edificios que rodean la Plaza de las Tres Culturas y cayeron en cuenta que estaban siendo atacados desde ventanas y azoteas, justifica Yael.
La obra será inaugurada este lunes en una ceremonia encabezada por el rector de la UNAM, Enrique Graue, y el titular de la CEAV, Jaime Rochín, entre otras autoridades.
AMU
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