Encontronazos, sello del Congreso en 2025; sesiones llenas de tensión

Tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, la polarización escaló hasta llegar incluso a la violencia física

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El 27 de agosto Fernández Noroña y Alejandro Moreno se manotearon y empujaron en la última sesión formal.Foto: Cuartoscuro

Con al menos 46 encontronazos entre el oficialismo y la oposición, la polarización del Congreso de la Unión aumentó durante este 2025, no sólo por el número de momentos de tensión que vivieron los plenos del Senado y la Cámara de Diputados por las disputas verbales, sino porque ahora incluyeron empujones, jaloneos de mantas, persecuciones con tijera en mano y hasta denuncias penales.

En esta ocasión, el pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión se sumó a los escenarios de violencia verbal y física, al grado que registró nueve encontronazos entre opositores y oficialismo, entre ellos el pleito a empujones entre el senador priista Alejandro Moreno y el entonces presidente de la Permanente, Gerardo Fernández Noroña, así como la amenaza del propio Fernández Noroña para someter a juicio político a la senadora Lilly Téllez.

Aunque ningún grupo parlamentario estuvo exento de protagonizar las disputas coléricas dentro del Congreso de la Unión, en la Cámara de Diputados predominó la diferencia entre el priismo y el morenismo, mientras que en el Senado fueron los morenistas contra la panista Lilly Téllez quienes acapararon el cartel de la disputa política.

A lo largo de 2024 la Cámara de Diputados registró 10 encontronazos en su pleno, entre morenistas y panistas y entre morenistas y priistas; en este 2025 aumentaron a 14, una de ellas estuvo a punto de generar los golpes, cuando el 5 de noviembre el priismo colgó una manta gigante en el salón de plenos, con una fotografía de la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, junto con el morenista Arturo Ávila.

Para el caso del Senado, en el 2024 hubo 17 disputas verbales que generaron tensión, la mayoría a partir de que Fernández Noroña asumió la presidencia de la Cámara, incluso llevaron a decretar recesos para reestablecer el orden, pero el número llegó a 23 este año, en el que el morenismo recurrió al Resguardo Parlamentario para evitar que se llegara a los golpes.

El escenario en el Congreso de la Unión está marcado por la polarización, desde el momento mismo de su integración, porque desde la perspectiva de la oposición, las autoridades electorales ayudaron a Morena y sus aliados a construir una mayoría calificada que no obtuvo en las urnas, pero también, porque el líder morenista en el Senado, Adán Augusto López Hernández, llevó a sus filas a tres senadores que llegaron por la oposición: Miguel Ángel Yunes, Araceli Saucedo y José Sabino Herrera, del PRD, con quienes el oficialismo pudo y puede reformar la Constitución.

Dentro del mundo legislativo, el año 2024 terminó con dos encontrozados.

El primero, el que protagonizaron Miguel Ángel Yunes Márquez, apoyado por el morenista Adán Augusto López Hernández, contra el panista Mario Vázquez, dentro del pleno del Senado, lo que provocó una serie de jaloneos y gritos que involucraron a más senadores, como a Luis Fernando Salazar, que atacó por la espalda al panista Enrique Vargas del Villar.

Y el segundo fue el que tuvo sólo a morenistas como protagonistas, porque Adán Augusto López Hernández acusó a su antecesor, Ricardo Monreal, de tener contratos millonarios no justificados y deslizar que estaban manchados con corrupción, a lo que Ricardo Monreal contestó de inmediato con el reto de que probaran los dichos, de lo contrario procedería contra su correligionario.

Los diferendos entre Monreal y López se superaron, al menos públicamente, desde el inicio de 2025, pero la tensión en ambas Cámaras se mantuvo constante a lo largo del año.

PERMANENTE COMO ESPACIO DE EMPUJONES, TIJERAS Y AMENAZAS

La Comisión Permanente, que se integra con senadores y diputados federales, siempre ha sido el escenario por excelencia para que las diferentes fuerzas políticas diriman sus diferencias, pero en este 2025 el nivel subió al grado de los empujones y las persecuciones con tijeras en mano.

Gerardo Fernández se lió en discusiones con la panista Lilly Téllez los días 14 de mayo, por la exigencia de ella de que rindiera cuentas claras de su viaje a Francia, y el 21 de mayo, cuando le dejó una capa, cetro y corona de rey para criticarlo por haber obligado a un ciudadano a ofrecerle disculpas públicas y transmitir el momento en todas las plataformas de divulgación del Senado de la República.

Fernández Noroña ordenó que le apagaran el micrófono al priista Rubén Moreira el 7 de mayo, porque consideró que en el debate metía temas diferentes, y el priista le gritó “fascista”; ese mismo día Moreira se enfrentó verbalmente con el diputado morenista Alfonso Ramírez Cuéllar, a quien responsabilizó de endeudar al país, porque vota en favor del presupuesto de egresos de la Federación.

Y el 21 de mayo Fernández Noroña ordenó que le apagaran el micrófono al diputado panista Federico Döring, porque, según su criterio, había excedido su tiempo en tribuna.

El 25 de junio, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, anunció a los integrantes de la Mesa Directiva que iba a presentar una demanda de juicio político en contra de la senadora panista Lilly Téllez, por violaciones constantes al reglamento, luego de que ella usó un megáfono para lanzar consignas en contra de Antonio Ferrer, durante su toma de protesta como embajador en la Unesco.

Ese día, mientras Lilly Téllez gritaba con su megáfono, la diputada petista, Lilia Aguilar y la senadora morenista Karina Ruiz recorrieron el salón de sesión de izquierda a derecha para llegar al escaño de la panista para intentar quitarle el megáfono. Como no lo lograron, ella se fue a la tribuna y la persiguieron las oficialistas; Karina Ruiz tenía unas tijeras y con ellas intentó varias veces cortar el cable del megáfono hasta conseguirlo.

Lilly Téllez presentó una denuncia contra Karina Ruiz y contra la también senadora Martha Lucía Micher, porque fue quien le dio las tijeras a Ruiz.

Y el 27 de agosto, en su última sesión formal, la decisión de Fernández Noroña de no cumplir un acuerdo de turnas a tribuna, generó el reclamo del priista Alejandro Moreno, quien subió hasta la tribuna a gritarle a Noroña. Éste cerró la sesión y pidió la entonación del Himno Nacional; al término, Moreno siguió el reclamo, Noroña lo alejó con el brazo, a lo que Moreno respondió con un empujón, luego se metió el fotógrafo de Noroña, Emiliano González, acción que generó que Moreno lo empujara, mientras perseguía a Noroña; al final Noroña presentó una denuncia contra Moreno Cárdenas.

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Las morenistas decidieron gritarle “¡no estás solo!” a Cuauhtémoc Blanco, cuando se discutía quitarle el fuero.Foto: Mateo Reyes Arellano

SAN LÁZARO, ENTRE MANTAS Y PACTOS DE NO AGRESIÓN INCUMPLIDOS

Entre los 14 momentos más tensos que se vivieron en la Cámara de Diputados destacan tres, el más reciente es el vivido durante la aprobación de las nuevas reglas en materia de aguas, no sólo porque se trata de leyes que generaron la inconformidad de campesinos, sino porque en el interior del recinto parlamentario abundaron las acusaciones sobre qué políticos tienen concesiones de aguas.

Otra fue el 1 de julio, cuando se aprobó la nueva ley de telecomunicaciones, porque la decisión de la oposición de llevar pancartas y mantas para acusar al gobierno de espiar a los ciudadanos desató la molestia de oficialistas e iniciaron las agresiones verbales.

Un tercer momento fue cuando las morenistas decidieron gritarle “¡no estás solo!” a su compañero Cuauhtémoc Blanco, cuando se discutía quitarle el fuero para que enfrente acusaciones por abuso sexual; al final, mantuvo el fuero constitucional.

Y el cuarto más tenso fue el 5 de noviembre, cuando los priistas colgaron desde uno de los palcos una manta gigante, con una foto de la dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, junto con el morenista Arturo Ávila. Ese día se tuvo que reunir la Junta de Coordinación Política para que los ánimos se enfriaran.

EL SENADO SE ANOTA RÉCORD

La tensión en el pleno del Senado generó que el 29 de junio, durante la discusión de la reforma de telecomunicaciones, se registrara el récord de seis episodios de pleitos verbales.

Bancada de mafiosos”, “pandilla de farsantes”, “narcos”, “hienas”, “perras”, “corruptos”, “lacayos”, “esbirros” y hasta por un momento “discapacitados”, fueron algunos de los adjetivos que pintaron esa sesión sabatina del Senado.

A lo largo de la sesión, la panista Lilly Téllez llamó 13 veces “bancada de mafiosos” y una vez “mafiocracia” a los senadores de Morena; ella se enfrentó con el líder de los senadores de Morena, Adán Augusto López Hernández, quien en la cresta de la ola de cólera, llamó “loca” a Téllez y como ella dijo que se negó a darle la mano a él, porque no trata con “narcos”, él respondió que tiende la mano a toda la gente, sobre todo si tienen “discapacidad”; concepto de pidió despues retirar del Diario de los Debates, porque se lo exigió la priista Claudia Anaya.

De los 23 momentos de enfrentamiento y cólera, en 20 una de los protagonistas fue Téllez, como el 26 de febrero, cuando leyó una lista de políticos de Morena, a quienes acusó de traidores a la patria, incluidos Adán Augusto López y Gerardo Fernández, quienes reprocharon las agresiones verbales de la panista.

También cuando la morenista Lucía Trasviña hablaba en la tribuna, resaltaron los gritos de Lilly Téllez, que usó un megáfono.

Cállese hocicona. Cállese orate”, le dijo Trasviña y Lilly Téllez se acercó a ella con su megáfono; Trasviña se lo arrebató y lo tiró a un lado.

Una dinámica de confrontación que aumentó en número y tensión respecto del 2024 y que es el escenario que tendrán las Cámaras del Congreso de la Unión en el 2026, año de reforma electoral y de definiciones de candidaturas para el 2027, año de elecciones federales intermedias y de gubernaturas.

cva

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