¿Cómo llegar a Huasca de Ocampo en un viaje rápido?

Los recorridos nocturnos por el bosque, un paseo por el Museo de los Duendes y selfies en los Prismas Basálticos te esperan en Huasca de Ocampo, el primer Pueblo Mágico de México. El viaje es menor a tres horas, las cuales se vuelven más ligeras porque una parte del recorrido abarca un paisaje boscoso digno de admirar. 

Desde cualquier parte de la Ciudad de México es necesario conducir a la parte norte para tomar la carretera México-Pachuca. Una vez dentro sigues por el entronque San Cristóbal-El Dorado, donde se encuentra la caseta de Ojo de Agua con un precio de 56 pesos, la cual será la única que pagues.

Posteriormente debes continuar por el tramo de El Dorado a Pachuca; la parte de carretera comprende poco más de una hora con 15 minutos. Una vez en la capital es necesario que tomes la desviación hacia el llamado Corredor de la Montaña, un camino que en 45 minutos te dejará en Huasca de Ocampo.

El corredor no solo está lleno de paisajes boscosos, también es la entrada hacia otros dos Pueblos Mágicos de Hidalgo: Real de Monte y Mineral del Chico, famosos por la oferta de turismo de aventura para los más atrevidos. 

Para que tu viaje sea más seguro es necesario que prepares un gasto para el combustible y una parte para cualquier imprevisto, preferentemente efectivo. Además, antes de salir revisa tu vehículo, con el fin de que evites inconvenientes mecánicos.

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¿Qué hacer en Huasca de Ocampo?

Esta localidad se encuentra llena de misticismo debido a sus paisajes naturales que se combina con la arquitectura colonial y las leyendas que lo rodean.

Las exhaciendas de Santa María Regla, San Miguel Regla y San Juan Hueyapan son famosas por sus recorridos que explican su construcción y la importancia social que tenía para la región. En las noches se hacen caminatas con relatos de leyendas. 

También puedes dar un paseo en bote por la Presa de San Antonio, donde se encuentra la exhacienda homónima cubierta por el agua. Solo se alcanza a ver la parte más alta, pero en periodos donde el agua está limpia se aprecia la estructura hundida.

Si te gusta admirar la naturaleza desde lo más alto incluye una parada en la Peña del Aire, un cañón a más de 2,600 metros sobre el nivel del mar. Y no olvides un recorrido nocturno por el Bosque de los Duendes, que pone a prueba al más valiente.

En el viaje no deben quedar fuera los Prismas Basálticos, las columnas geométricas en las paredes de la barranca de Santa María Regla que son cubiertas por el agua de la cascada que alimenta a la presa.