Claudia Sheinbaum en su cita con la historia; continuidad y cercanía

La nueva jefa del Ejecutivo rindió protesta entre besos, abrazos, selfies y un ambiente de júbilo 

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Claudia Sheinbaum

En tres ocasiones Andrés Manuel López Obrador abrazó a su sucesora, la presidenta Claudia Sheinbaum, para besarla.

Jamás un Presidente saliente y una entrante habían mostrado tanta cercanía frente al Congreso.

Ella habló del liderazgo político de él, a quien describió como un verdadero revolucionario y lo calificó como el mejor Presidente de México, junto con Lázaro Cárdenas.

Él le guiñó el ojo, se abrazó el pecho para mostrar que en esa cercanía hay respaldo absoluto.

Una continuidad que incluyó la forma en que los legisladores oficialistas hicieron la metamorfosis de “es un honor estar con Obrador”, al “es un honor estar con Claudia hoy”.

Él, Andrés Manuel, y ella, Claudia Sheinbaum, incluso se hicieron uno solo para ayudar a su amiga, Ifigenia Martínez, quien con todo y oxígeno llegó a su cita con la historia.

Fue difícil para la presidenta del Congreso de la Unión, Ifigenia Martínez, ponerse de pie para recibir la banda presidencial que portaba Andrés Manuel y dársela a Sheinbaum.

“Híjole, apenas me puedo sostener”, expresó ante el micrófono que no permiten ni un secreto en la tribuna.

Ambos ayudaron para facilitar la ceremonia. Como Ifigenia Martínez no podía dejar de sostenerse de la tribuna, López Obrador se quitó la banda, la extendió y la colocó sobre la mano, brazo y hombro de la diputada, y Sheinbum la tomó de ahí para colocársela.

Los legisladores de Morena, PVEM y PT estaban extasiados. La ceremonia fue para ellos como un clímax constante.

Primero corearon los nombres de Andrés Manuel y de Claudia cuando fueron mencionadas las comisiones de recepción. Después, cuando en los tableros electrónicos monumentales del salón vieron la imagen de la llegada de López Obrador al Palacio Legislativo. Y, luego, cuando ingresó en medio de un bola amorfa que formaron los propios legisladores, todos con smartphones en la mano para tomarse la selfie.

Ya sentado en la tribuna, a un lado del presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, y de la presidenta del Congreso General, Ifigenia Martínez, López Obrador fue rodeado por Adán Augusto López, Ignacio Mier y Óscar Cantón, para saludarlo y tomarse la foto con él. Tras ellos, siguieron decenas de legisladores; decenas que lo saludaron y besaron.

Sola, en el extremo opuesto, estaba la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), a quien ni López Obrador ni Fernández Noroña saludaron. Se acercó a ella el neomorenista Javier Corral y luego los panistas, que hicieron su propio enjambre alrededor de ella.

Llegó entonces Claudia Sheinbaum. Ya en tribuna, saludó a López Obrador, a Ifigenia Martínez, a Fernández Noroña y, también de beso, a Norma Piña. Juró respetar y hacer respetar la Constitución y las leyes que de ella emanen. Se colocó la banda presidencial y emitió un discurso que inició con el recuerdo del juicio de desafuero al entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador.

Incendió de júbilo a los legisladores oficialistas cuando con la voz emocionada recordó que el único juicio que importaba era el del pueblo de México y el de la historia, y ambos mostraban que López Obrador estaba en lo correcto.

Discreto, pero visiblemente feliz, López Obrador escuchaba los halagos de Claudia Sheinbaum y le lanzó un guiño cuando ella anunció que su gobierno será la continuidad de su gobierno, porque se avanzará en lo que definió como “el humanismo mexicano”.

Habló de lo que consideró horrores del neoliberalismo; celebró su destrucción, pero garantizó a los inversionistas extranjeros que la decisión de retomar control de empresas estatales no los afectará.

“Soy madre, abuela, científica y mujer de fe. Y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos”, pronunció la nueva mandataria como la cumbre de su discurso.

Previamente, la oposición, a través de la emecista Ivonne Ortega; del priista, Alejandro Moreno y de la panista Guadalupe Murguía, así como Ricardo Monreal, de Morena; Manuel Velasco, del Verde, y Reginaldo Sandoval, del PT, desearon suerte a la nueva Presidenta, porque en la medida que ella triunfe en su proyecto, triunfará el país.