Buscan acabar con injerencias en sindicatos

Los sindicatos deberán gozar de adecuada protección contra todo acto de injerencia por parte de las personas servidoras públicas en su constitución, funcionamiento, administración y libre desarrollo de las elecciones sindicales.

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Las comisiones unidas de Seguridad Social y Estudios Legislativos Primera aprobaron la reforma, la cual iría hoy al pleno.

Desde comisiones unidas, el Senado aprobó una reforma para proteger a los liderazgos históricos de los sindicatos de los trabajadores al servicio del Estado, como maestros, médicos y petroleros, al incluir como falta administrativa grave que los servidores públicos intenten intervenir en la vida interna de los gremios en procesos de sucesión interna o incluso para la entrega de beneficios a los que tienen derechos.

Los sindicatos deberán gozar de adecuada protección contra todo acto de injerencia por parte de las personas servidoras públicas en su constitución, funcionamiento, administración y libre desarrollo de las elecciones sindicales, las condiciones de elegibilidad, la reelección y/o la destitución de las directivas de los sindicatos. Cualquier contravención a estas disposiciones será considerada falta administrativa grave y sancionada en los términos de la Ley General de Responsabilidades Administrativas”, dice parte de la reforma, que se planea aprobar hoy en el pleno.

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De acuerdo con la legislación actual, las faltas administrativas graves se castigan con “suspensión del empleo, cargo o comisión; destitución del empleo, cargo o comisión; sanción económica, e inhabilitación temporal para desempeñar empleos, cargos o comisiones en el servicio público y para participar en adquisiciones, arrendamientos, servicios u obras públicas”.

La reforma aprobada ayer en las comisiones unidas de Seguridad Social y Estudios Legislativos Primera, ambas presididas por Morena, establece que los servidores públicos incurrirán en una falta administrativa grave cuando coaccionen o amenazar a personas trabajadoras o agremiadas para participar o abstenerse de participar en eventos de campaña sindical; también por ejercer presión o intimidación jerárquica para que expresen públicamente su apoyo o rechazo a determinada candidatura sindical, entre otras acciones.

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