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Nacional

Coldwell defiende empleo de 'fracking'

Garantiza que no se permitirá el uso de agua dulce

Ivonne Melgar | 28-09-2014
Pedro Joaquín Coldwell (centro) ofreció una conferencia magistral en la maestría sobre políticas públicas que imparte la Fundación Colosio. Foto: Eduardo Jiménez

CIUDAD DE MÉXICO, 28 de septiembre.- Al advertir que renunciar al fracking significaría depender por siempre de las importaciones de gas, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwel, afirmó que México no puede dejarle la vía libre a Estados Unidos en el uso de una tecnología que lo está convirtiendo en potencia petrolera.

“El país no puede renunciar al fracking. Sería darle a Estados Unidos una ventaja competitiva enorme sobre México o convertirnos en un país para siempre importador del gas que produce Estados Unidos. Pero sí podemos hacerlo con prácticas ambientales probadas y en esa dirección vamos a caminar”, definió.

Al ofrecer una conferencia magistral en la maestría sobre políticas públicas que imparte la Fundación Colosio, el funcionario federal fue cuestionado sobre los riesgos de esta técnica.

En respuesta, aseguró que el fracking está provocando una revolución energética que permitirá a Estados Unidos dejar de ser una nación importadora de hidrocarburos, para convertirse en una potencia en el ramo.

“Ya está sucediendo: Estados Unidos va a llegar en unos años a producir tanto petróleo como hoy produce Arabia Saudita, entre otras cosas, por el uso del fracking”,  explicó.  

Adelantó el secretario de Energía que la legislación que México impulsará en la materia, responde a las preocupaciones, que calificó como legítimas, de los ambientalistas sobre los riesgos por el uso agua de consumo humano o agrícola.

“Vamos a fijar una regulación que va a prohibir el uso de aguas dulces. Queremos que se use agua de profundidades más intensas y se use agua salobre o francamente salada. No se usará ni una gota de agua dulce en México. No lo vamos a permitir en la regulación ambiental”, ofreció.

Asimismo, sostuvo que cada vez se logra un mayor reciclaje del agua que se usa en la fractura, lo cual disminuye riesgos a los que se refieren los ambientalistas.

“Puede ser de hasta 12 mil o 14 mil toneladas para la fractura de la roca. Ya los índices de reciclaje del agua andan entre 80  y 100%”, detalló.

Señaló que entre las medidas legislativas que se tomarán contra cualquier consecuencia adversa del fracking, destaca la exigencia de triple cobertura de la tubería por donde se hace la extracción, para evitar filtraciones de químicos que pudieran dañar los mantos acuíferos.

Fracking lleva 60 años

Coldwell comentó que se trata de una técnica que se utiliza desde hace 60 años, si bien recientemente se ha desarrollado más para la exploración de petróleo y gas en las rocas de lutitas que abundan en diversas regiones del mundo, como el noreste de México.

Aseguró que con la especialización de las tecnologías para su aplicación se ha incrementado la controversia en torno a sus riesgos.

“Es una técnica de fracturación de las rocas de lutitas que se hace después de una perforación. Primero es vertical y luego horizontal. Puede perforarse horizontalmente hasta dos o tres kilómetros y cuando se llega a las rocas se inyectan toneladas de agua a una gran potencia para fracturarlas”, expuso.

“Realizada la fractura inmediatamente se inyectan químicos para preservarla y evitar que la roca se desmorone. Entonces se reconecta el petróleo y el gas sale en grandes cantidades de estas rocas que antes no se encontraban”, abundó.

Están garantizados los derechos comunitarios

El funcionario se refirió a las garantías que la Reforma Energética ofrece a pueblos indígenas, cuyas tierras sean utilizadas en contratos de exploración de hidrocarburos por empresas privadas, tanto nacionales como extranjeras.

La reforma, dijo, obliga a los empresarios y a las comunidades a llegar a un acuerdo y si éste no se logra, entonces entra la mediación del Estado.

Además, enfatizó, los avalúos serán a valor comercial del terreno, incluyendo proyecciones de su potencial y futura plusvalía.

“A los campesinos se les pagará, con esos avalúos, rentas mensuales por sus tierras. Se trata de la primera legislación secundaria que ordena y reglamente la consulta para los pueblos indígenas”, subrayó.

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