Embajador de Chile en México: “Plebiscito, salida democrática a estallido”

CIUDAD DE MÉXICO.

El aval de los chilenos para sepultar la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet es el primer gran paso de una larga ruta para lograr una carta magna que represente el sentido de la población, afirmó Domingo Arteaga Echeverría, embajador de Chile en México.

Es un triunfo para todos los chilenos que han logrado encauzar una especie de estallido social, iniciado casi un año atrás, con jornadas violentas, con una salida, no sólo democrática, sino también institucional”, afirmó el diplomático en entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Multicast.

El “Apruebo” es un primer paso para contar con una nueva Constitución en 12 o 14 meses, señaló.

El domingo pasado, 78.2 por ciento se pronunció a favor de redactar una nueva legislación, frente al 21.73 por ciento que se opuso.

Al respecto, Arteaga Echeverría señaló que con la Convención Constitucional, aprobada también por mayoría, se descarta a la clase política del país sudamericano.

Fue prácticamente el mismo 78 por ciento, con el que se avaló la Convención completamente electa, que significa que en el fondo descartamos a nuestra clase política actual, como interlocutores, en parte de este proceso”, insistió.

En el referéndum del domingo pasado, la población se pronunció a favor de un órgano conformado por 155 ciudadanos para elaborar la carta magna.

El embajador agregó que los chilenos quieren que los cambios nazcan desde la ciudadanía, “al cien por ciento”.

Será la primera vez que se alcanzará una Convención absolutamente paritaria; hombres y mujeres, con la participación proporcional de los pueblos originarios, lo que es toda una novedad para nosotros también, recalcó.

La meta, concluyó Arteaga Echeverría, es que la nueva Constitución “mejore sustancialmente lo que hemos tenido, por lo que la labor de los que integran la Convención será titánica”; deberá revelar “cómo queremos construir un Chile que sea mejor”.

Una vez que sea aprobado, el texto final deberá ser validado con el 50 por ciento de los votos ciudadanos, en un plebiscito aprobatorio.

En octubre de 2019, la población se manifestó para exigir mejores servicios sociales, con la exigencia de una nueva ley suprema.

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