Gloria Trevi, viviendo en el paraíso

¿Y dónde queda la famosa isla divina, Gloria?, le preguntamos a La Trevi por el curioso nombre de su nuevo disco, disponible desde hoy, con una carátula simpática de ella al lado de una tabla de surf.

Es un sitio que sale de su corazón, del mío, es el paraíso que todos soñamos. Si lo puedes soñar, existe. Tras el holocausto de enfermedad, de verle los dientes a la muerte, no quería que eso me inspirara; el inicio de guerra, el racismo, vi que la humanidad no aprende y no quería irme por ahí.

Me fui por la posibilidad de la naturaleza hacia la vida, por el desfile de ballenas tras la disminución humana. El planeta mostró mejoría, cuando decían que tardaría cientos de años. Con un poquito logramos mucho”, explicó a Excélsior, vía Zoom.

En ese sentido, una docena de canciones paradisíacas para curar heridas en el corazón de Gloria y de las personas, recurriendo a sus baladas pop como Soy lo que soy; la clásica lírica desfachatada e irreverente (Matemáticas), el urbano y hasta roces por ahí con el trap en Justo como eres, por influencia de sus hijos, Ángel y Miguel.

Esa canción empecé escribiéndosela a ellos. Sobre todo, porque el más chico me decía que no sabía cuándo iba a tener novia si tenía 15 años, no va a fiestas y no conoce a nadie. El pobre estuvo en un colegio militar y estaba agobiado.

Eventualmente va a suceder. La adolescencia te encuentra mil y un defectos, así que empecé a hacer la rola sobre tal cual somos en este momento, los necesitamos. Me conmueve mucho porque algo que empezó siendo para ellos, acabó para todos, como una aceptación de quiénes somos”, explicó.

En su Isla divina hubo espacio para colaborar con varios compositores, como Leonel García, Erika Ender, Marcela de la Garza; y cantantes como Guaynaa (Nos volvimos locos) y Mónica Naranjo (Grande).

Dentro de este concepto de erradicar, al menos en su espacio interno, el lado oscuro del ser humano, Gloria reconoció la ayuda de cada uno de ellos, de sus productores, músicos y todo el equipo que hace posible esta producción. La envidia no cabe.

¿Qué curaste cuando terminaste de explorar la isla?

Creo que sigo curando (sentimientos) conforme sigo sacando cada sencillo, conforme la gente lo hace suyo. Pero curo todo lo que me ha lastimado del mundo y espero que muchos se sumen a este viaje, que se pongan los audífonos y encuentren una canción para profundizar o escapar de diferentes momentos”, explicó.

Y se preguntarán si La Trevi, a sus falsos 54 años, porque no aparenta ni por poco ese número, es buena montando las olas del mar en su tabla de surf llena de stickers, cual adolescente surfista o skater.

¡Nunca lo he hecho!”, se rio, “pero he esquiado en agua y nieve, y la primera vez que lo hice tenía cuarenta y tantos años, iba en las (pistas) verdes, para principiantes, me iban a tomar la foto y de repente pasan unos viejitos agarrados de un palo con el entrenador y yo así de ‘se arruinó mi video’. Igual lo subí, aunque se dieran cuenta que estaba en la zona de aprendices”, agregó.

En conclusión, la Gloria Trevi de la Isla divina sí sabe surfear y puede compartir las olas con las ballenas libremente.

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