Saca a los dibujos de los muros; Daniel Guzmán alista su nueva exposición

Un cruce de caminos entre la pintura, el dibujo y la literatura. El artista visual Daniel Guzmán decidió sacar sus dibujos de la pared y ponerlos a flotar en el espacio, presentándolos en diversas estructuras tridimensionales de madera.

Esta propuesta experimental cobra vida en la exposición El hombre que debería estar muerto, que se inaugura hoy a las 18:00 horas, en la galería Kurimanzutto con el subtítulo Tienes que entrar para salir.

Parecen pinturas, pero para mí son dibujos, aunque tengan mucho color. Hay una cosa que nunca me gustó de la pintura: que demanda mucho tiempo hacerla: armar los bastidores, hacer la tela, prepararla y, ya que tienes todo listo, estás cansado.

Los dibujos me gustan porque conservan cierto grado de inmediatez, no me pierdo en el laberinto de la materia. Esta propuesta demandó un trabajo físico distinto. Pero me gusta trabajar muchas cosas al mismo tiempo y hacerlas confluir”, comentó Guzmán durante un recorrido por la exposición.

Hay un destacado uso de geometría, muy elemental, para marcar un espacio interior. Me interesaba que metiéramos los elementos a un espacio cerrado. Esta es la culminación de la serie que comencé en 2017”, explicó.

La exposición, que permanecerá abierta hasta el 28 de julio, se divide en cuatro secciones: Matando al padre, Matando a los hijos, Enterrando a los muertos y Señales de vida.

El creador destacó que la crítica musical, la ciencia ficción, la literatura narrativa, el ensayo y la poesía son algunas de las referencias que evocan esta obra que, además, puede leerse a partir de una monstruología.

Admitió que se nutre de la obra de Lester Bangs, Bob Dylan, Greil Marcus, Jorge Luis Borges, Philip K. Dick, Rodolfo Walsh, Ricardo Piglia, Julio Cortázar, Roberto Bolaño, José Agustín, Cecilia Pavón, Oswaldo Zavala y Washington Cucurto, entre otros.

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De igual forma, añadió, El libro de las mutaciones I Ching es un hilo conductor que, después de una serie de coincidencias relacionadas al oráculo, le permitieron articular la forma y el fondo de la muestra.

El hexagrama 18 o Ku / El trabajo en lo echado a perder, le sirve “como base creativa para la construcción no sólo material de la propuesta, sino también de la composición del contenido que cada universo presenta”, explicó.

Concluyó que “este montaje propone un muestrario un poco caótico pero ordenado a la vez”.

cva