“No creo en falsos revolucionarios”: Riccardo Minasi

El músico y violinista  dirigirá  por primera vez a The Deutsche Kammerphilharmonie Bremen que llega al Festival Internacional Cervantino para presentar un concierto mañana en el Teatro Juárez

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director de orquesta italiano, Riccardo Minasi

GUANAJUATO.– “No creo en los gobiernos ni en los falsos revolucionarios, como Banksy, sino en la posibilidad de que, como sociedad, hagamos una reflexión social que parta del intercambio de conocimientos, que nos serviría para entender que el hecho de que las cosas sean de una manera no significa que siempre deban ser así”, dice a Excélsior el director de orquesta italiano, Riccardo Minasi (Roma, 1978), quien arribó al 53 Festival Internacional Cervantino para dirigir la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen.

Dicho concierto, que se realizará el miércoles 14 de octubre en el Teatro Juárez, en Guanajuato, será su debut con la agrupación alemana y celebrará el espíritu europeo y la visión romántica del siglo XIX, con la interpretación de la Obertura en Do mayor M Op. 170, de Franz Schubert; el Concierto para violín en Re mayor, Op. 61, de Ludwig van Beethoven y la Sinfonía No.4 en La mayor, Op. 90, Italiana, de Félix Mendelssohn, acompañados del violinista canadiense James Ehnes.

Pienso que vivimos en un mundo que necesita un cambio radical y ahí también está la cuestión que capta cada quien, porque hay poquísimas personas que osan hacer esto, pues hay una tendencia apasionante a sentirse resguardados, refugiados en que todo está bien y vemos a poca gente interesada en salir de la costumbre y de la rutina”, advierte el también violinista que hace una década tocó en el Festival Internacional Cervantino con Jordi Savall.

Para Minasi, es necesario que todos aquellos que se sienten cercanos a las artes recuperen los parámetros que ayuden a definir qué cosa es arte y qué cosa no lo es.

El gran problema de hoy es esta subjetividad a propósito de la recesión que vive casi cualquier actividad humana, donde todo se reduce a imponer mi palabra contra la tuya, porque los parámetros están completamente destruidos y entonces podemos encontrar a esos falsos revolucionarios, como Banksy”, el artista urbano que ha cautivado a miles por sus grafitis cargados de crítica.

¿Qué cosa representa Banksy? No es ilegal lanzar flores ni pelotas. Pero eso es demasiado fácil hacerse el revolucionario de esta manera, a diferencia de Ludwig van Beethoven, que escribió el Concierto para violín y orquesta en re mayor, Óp.61—que interpretará la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen—. Ésa sí que es una cosa revolucionaria. El arte tiene que ser sofisticado, necesita atención y estudio.

Emil Cioran, el filósofo rumano, decía que no hay nada más aburrido que explicar lo que hacemos. Esto es verdad. Así que cada quien necesita, en su integridad moral, un deber que se refleje en la sociedad y que la enriquezca con conocimiento, porque vivimos un periodo de crisis en el que, demográficamente, somos un montón de gente que se niega a compartir o que opta por robar lo que otros hacen”, expone. 

Sustancia y calidad

Riccardo Minasi explica que ésta será su primera vez en el Festival Internacional Cervantino como director, “y también será la primera ocasión que dirija a The Deutsche Kammerphilharmonie Bremen, un conjunto impresionante con una calidad casi única, independientemente de su virtuosismo y de su capacidad para conectar con el público, además de que es un conjunto de músicos valientes que buscan el alma de la música que interpretan”, asegura.

Y destacó la presencia del violinista James Ehnes, “un virtuoso increíble y me fascina su honestidad artística. Él no charla, es pura sustancia y calidad, que es algo atípico en la actualidad y también nos presentaremos juntos por primera vez en un concierto.

Además, me encantó su apertura mental para relacionarse con este grupo, aunque él tocó ya con esta agrupación hace un par de décadas, “pero esta misión de músico serio que tiene, con mucha valentía, para mantener el testimonio y la belleza de la música”, apunta.

Finalmente, Riccardo Minasi destaca que aunque Beethoven sea un compositor asiduo del repertorio, él no busca renovar la partitura. “No tiendo a reimaginar, sino más bien a abordarla como si nunca antes hubiera escuchado la pieza, así que debo partir desde el texto y pedirme lo que el compositor intenta decirme.

Por ejemplo, con el Concierto para violín, de Beethoven, todo el mundo lo conoce, pero hemos olvidado como está construido. Por ejemplo, el primer movimiento que empieza con los timbales solos y no es que haya muchos conciertos para violín que empiecen así”, a lo que le sigue “un primer tema eufórico sin disonancias con una pequeña apoyatura escrita en el estilo antiguo y con una referencia a la tradición vocal y polifónica italiana de Palestrina”, describe.

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