La fiesta de los niños y la música; el Instituto Artene festeja 50 años

Un concierto reunió a diversos coros infantiles que ratificaron la vigencia del método de enseñanza musical creado por César Tort

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Instituto Artene

¿Sabías que el murciélago, ese animal negro y misterioso, fue una bella mariposa? ¿Te gustaría entrar a un sueño cubierto de colores y vivir ahí por la eternidad? ¿Has escuchado la música que esconden los pregones de los vendedores en un tianguis?

Éstas son algunas de las imágenes que inspiran la música del compositor mexicano César Tort Oropeza (1925-2015), cuyas piezas evocan lo mismo voces, murmullos, gritos y juegos infantiles que ritmos huastecos, danzas populares gallegas, sonidos de la naturaleza y hasta poemas de Andrés Henestrosa y Leopoldo Fernández.

Juguemos a que somos grandes y vamos todos a bailar, El amor es la vida o la historia de la Nana Caliche, quien no podía salir de su casa porque su perro le comía el mandado, son las historias que narran las letras mientras se escuchan los timbales, los xilófonos, las arpas y pequeñas percusiones, entre otros instrumentos.

Una decena de obras de Tort, más dos de otros autores, fueron interpretadas por alumnos, exalumnos y maestros del Instituto Artene en el concierto con el que festejó, la noche del martes pasado, sus 50 años de vida.

Con el estreno mundial del poema sinfónico Yo lo pregunto, de Germán Pérez Tort, nieto de don César, que compuso en su honor, el concierto reunió a unas 200 personas en el escenario de la Sala Nezahualcóyotl, considerada la de mejor acústica en Latinoamérica.

Ante una sala abarrotada, los coros infantiles de Artene, la UNAM y el INBA fueron subiendo poco a poco al escenario. Con la seriedad de un concierto formal y, en otras ocasiones, con una actitud juguetona, los niños lucieron pantalón negro y camisa roja, azul y blanca, según el coro al que pertenecían.

Los niños músicos de Artene celebraron de esta forma el medio siglo de su escuela, fundada en 1974 por César Tort, quien creó en 1965 un método especial de enseñanza que permanece vigente y es impartido por el centro musical.

La cineasta Silvia Tort, la hija menor de los seis que tuvo don César con su esposa, Silvia Ortega (1935-2023), fungió como maestra de ceremonias y presentadora de cada una de las obras, el coro que las interpretaba y quién lo dirigía.

“El objetivo del concierto es celebrar la trayectoria ininterrumpida y trascendente de este centro de educación musical que ha visto graduarse a diversas generaciones de alumnos y maestros, dejando un legado de valores artísticos y humanos en todos quienes hemos sido acompañados por el Método Tort. Queremos honrar todos estos años de dedicación y entrega”, dijo al comenzar el concierto.

También tomó la palabra el director de orquesta Germán Tort, timonel de Artene, quien destacó que “educar a la niñez musicalmente es esencial para el desarrollo de una sociedad. 50 años de una asociación civil que imparte educación musical en México es todo un logro que hay que festejar y conmemorar con mucho orgullo y satisfacción”.

Agregó que este concierto “es una fiesta para honrar al maestro César Tort, pionero de la educación musical infantil en México, y a la maestra Silvia Ortega, porque sin ella no se hubiera creado y establecido esta institución”.

El músico aclaró que “estos 50 años son sólo el principio, porque lo que viene es consolidarlo para que Artene no tenga sólo otros 50 años de vida, sino muchos más”.

Esta introducción dio paso al concierto de gala. Los coros infantiles de Artene, de la Facultad de Música de la UNAM, del Conservatorio Nacional de Música y de la Escuela Superior de Música dieron vida a piezas como La pastora, La fiesta,

Frizz, Tocatta, Un mundo sutil, Bosque indiano y Tianguis, de Tort; así como La biguidibela, de Verónica Tapia.

En medio de las interpretaciones, los directivos de Artene entregaron diversos diplomas para agradecer a los empresarios que han apoyado el proyecto, y a los maestros por su dedicación

al instituto.

Destacó el reconocimiento a la pedagoga y cantante Genoveva Tort, por las investigaciones realizadas en torno al legado de su padre y hacerse cargo de la dirección académica.

Al tocar con alegría y vivacidad los diferentes instrumentos e interpretar las canciones, los niños ratificaron la vigencia del Método Tort.