CIUDAD DE MÉXICO
Los feligreses de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, ubicada en la colonia Guerrero, monumento histórico del siglo XVI, esperan con ansia volver a entrar a su templo; ya que, hasta el momento, las autoridades no les han dado la fecha en que iniciarán los trabajos de reconstrucción, expresó el párroco Cirilo Noguez Colín.
El encargado del recinto explicó que, a finales del año pasado, se anunció un presupuesto general para la reconstrucción de los templos de 38 millones 176 mil pesos, en el cual está incluida esta parroquia, pero nada se ha concretado aún.
Han pasado dos años desde los sismos de 2017 y las heridas causadas a este templo siguen expuestas. Los arquitectos que han revisado las instalaciones advirtieron que las inclemencias del clima, las fuertes lluvias y el sol han ido deteriorando y debilitando lo que queda de la cúpula y se teme que se desplome en su totalidad; por lo que pedimos a las autoridades que nos ayuden a rescatar esta iglesia con más de 200 años de antigüedad”, comentó.
El sacerdote recordó que el sismo del 7 de septiembre de 2018 provocó cuarteaduras en la cúpula, por lo que decidió cerrar el paso a esa zona, hasta que fuera revisada. “La cúpula resistió el movimiento del 19 de septiembre. Yo estaba en otra parroquia en una reunión. Al regresar vi que los daños se habían agravado. Ésta presentaba un hoyo y decidí cerrar la iglesia para no exponer a los feligreses. El domingo 24 de septiembre, cerca de las cuatro de la tarde, la cúpula se vino abajo”.
La última misa que se celebró dentro de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles fue el 19 de septiembre. Y desde hace más de dos años realizan sus ceremonias religiosas en la parte de atrás, sobre la calle de Los Ángeles, detalla.
Noguez Colín admitió que, antes de los sismos de 2017, el edificio y la cúpula presentaban algunas averías y que el antiguo Conaculta realizó varios estudios. Dijo que en 2015 le comentaron que tenían asignado un presupuesto de diez millones de pesos para la remodelación, pero todo quedó en palabras y no se concretó.
Actualmente, la calle de Lerdo, entre Luna y Estrella, sigue cerrada a los vehículos, pues frente a la iglesia se encuentran piedras y dos aros gigantes que se desplomaron.
Este templo es el centro de reunión para reforzar la fe de los vecinos y el centro de identidad como pueblo. Sentimos tristeza al ver cómo pasan los días y no podemos entrar a nuestra casa. Nos da nostalgia ver sus puertas cerradas y sus heridas expuestas. Pero confiamos en que las autoridades puedan reconstruirlo pronto”, añadió Cirilo Noguez.
Por su parte, el INAH dio a conocer el jueves pasado que, con base en la información obtenida mediante escaneos láser, expertos internacionales coincidieron en que la sección de la cúpula que permaneció “está en buenas condiciones y sólo es necesario estabilizarla”.
Sobre esta propuesta se trabaja actualmente y se diseñan los procedimientos para su ejecución. Sin embargo, esto requerirá una serie de estructuras, al interior y exterior de la iglesia, hechas a la medida para alcanzar el casquete. Una vez colocadas podrán iniciarse los trabajos de consolidación y la restitución de la parte colapsada”, aseguró Antonio Mondragón, director de Apoyo Técnico de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos.
Detalló que los faltantes de la cúpula “se repondrán con tres tipos de piedra de canteras del Valle de México: una densa en la parte baja; otra ligera en el medio y en la parte superior llevará tezontle, el cual es más liviano pero resistente. En resumen, vamos a tener una nueva cúpula similar a la original, pero con menor peso”.
También, concluyó, se evalúa incorporar refuerzos que den estabilidad al edificio. “Para ello se requiere analizar el estado del subsuelo y la cimentación, puesto que la iglesia se levantó sobre un terreno fangoso”.
AMU
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