Siempre le has dicho 'Diana Cazadora', pero ese no es su nombre oficial
Aunque muchos conocen como ‘Diana Cazadora’, lo cierto es que su verdadero nombre es más poético; te decimos cómo se llama realmente la emblemática fuente de Paseo de la Reforma

Para nadie es secreto que la ‘Diana Cazadora’ se convirtió en uno de los monumentos más fotografiados y visitados en la Ciudad de México. Y no es para menos, se trata de una fuente icónica y un símbolo indiscutible del Paseo de la Reforma.
Sin embargo, lo que quizá muchas personas no saben es la historia detrás de esta famosa escultura y que, aunque todos la conocen como la 'Diana Cazadora', ese no es su nombre oficial, pese a que dicha denominación ha perdurado en la cultura popular desde su inauguración.
¿Cuál es el nombre oficial de la ‘Diana Cazadora’?
La musa de bronce que corona el cruce de Paseo de la Reforma y Río Misisipi esconde un nombre mucho más poético y revelador, que hace referencia al firmamento y las leyendas prehispánicas, aunque su inspiración formal sea grecorromana: ‘La flechadora de las estrellas del norte’.
Esta monumental obra fue develada en 1942 como parte de un plan de embellecimiento de la capital. Su creación fue el resultado del trabajo de dos figuras clave para el arte y la arquitectura mexicana:
- Juan Fernando Olaguíbel: Escultor encargado de darle forma al bronce, quien se inspiró en la mitología romana, pero decidió darle a su figura un carácter ‘más mexicano’, más universal.
- Vicente Mendiola Quezada: Arquitecto que diseñó la fuente donde se posa la escultura.
De acuerdo con documentación histórica del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fue Olaguíbel quien bautizó a su creación con el nombre oficial que hoy sorprende a muchos. El objetivo era que representara a la ‘Guardiana de los cielos, la que tira sus flechas al norte’.

La ‘Diana Cazadora’, blanco de censura
La historia detrás de por qué un nombre tan hermoso fue eclipsado por el simple 'Diana Cazadora' es tan curiosa como la estatua misma, y se relaciona directamente con la moralidad del siglo pasado.
Cuando el monumento se develó en 1942, su desnudez causó escándalo. Fue considerada provocadora e inapropiada, lo que desató una fuerte polémica que derivó en que la pieza fuera temporalmente cubierta con un taparrabos y, posteriormente, vandalizada.
“La fuente generó críticas dentro los círculos más conservadores de la sociedad, cuyo máximo exponente fue la denominada Liga de la Decencia, un grupo de ‘buenas conciencias’ entre las que se encontraba Soledad Orozco, esposa de Manuel Ávila Camacho”, precisa el INAH.
Entonces, para proteger la integridad de la escultura de la censura moralista, el escultor Olaguíbel aceptó que fuera bautizada popularmente como la ‘Diana Cazadora’, con el fin de darle una explicación más mitológica a la estatua, lo que sería menos ofensivo para los grupos moralistas.
¿Quién fue la modelo detrás de la ‘Diana Cazadora’?
Otra de las grandes curiosidades que rodea a ‘La flechadora de las estrellas del norte’ es la identidad de la mujer que sirvió de modelo para la estatua.
Olaguíbel siempre fue celoso de la identidad de su musa; sin embargo, en 1992, al cumplirse 50 años de su develación, la mujer que posó para la obra rompió el silencio. Se trataba de una joven que en 1942 tenía 16 años y trabajaba como secretaria en Pemex.
Helvia Martínez Verdayes fue la modelo que posó para la realización de la icónica escultura de la 'Diana Cazadora' y de Ia 'Fuente de Petróleos', ambas obras del escultor Juan Fernando Olaguíbel y del arquitecto Vicente Mendiola”, escribió en X la Secretaría de Cultura en 2022, tras su fallecimiento.
Y, apenas en junio de 2025, el Congreso de la Ciudad de México propuso que se declarara a la ‘La flechadora de las estrellas del norte’ como Patrimonio Cultural de México, ya que al protegerla, también se preservaba la memoria histórica del pueblo:
La estatua ha servido como símbolo en luchas sociales, para el movimiento feminista y para la representación de los derechos LGBTTTIQ+, por lo que su valor artístico, histórico y simbólico la convierte en un ícono del patrimonio mexicano, que merece ser protegido y promovido”, destacó entonces la diputada morenista Brenda Aguilar.

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