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Expresiones

Corazón polifónico late por México; alma de Manuel M. Ponce habita en disco de John-Henry

El joven violonchelista estadunidense John-Henry Crawford, lanzará el próximo 17 de junio su más reciente disco en todas las plataformas digitales

JUAN CARLOS TALAVERA / CIUDAD DE MÉXICO | 14-06-2022
“Ponce honra la tradición clásica y, al mismo tiempo, incorpora su propio estilo y la cultura mexicana para que la música tenga un sabor extra”, John H. Crawford, violonchelista. Foto: Cortesía de  John-Henry Crawford
“Ponce honra la tradición clásica y, al mismo tiempo, incorpora su propio estilo y la cultura mexicana para que la música tenga un sabor extra”, John H. Crawford, violonchelista. Foto: Cortesía de John-Henry Crawford

 

El alma del compositor mexicano Manuel M. Ponce (1882-1948) habita en el disco Corazón, que el violonchelista estadunidense John-Henry Crawford, ganador del Primer Premio en el IX Concurso Internacional de Violonchelo Carlos Prieto, lanzará el próximo viernes 17 de junio en todas las plataformas digitales con la disquera Orchid Classics.

El intérprete, que se presentará el próximo 2 de agosto en el Festival Internacional de Violonchelo en León, Guanajuato, revela que ha dedicado parte de su trabajo a promover la música de Ponce y de otros compositores latinoamericanos en Estados Unidos y detalla a Excélsior el repertorio que incluye en este disco.

Por ejemplo, la Sonata en G menor para violonchelo y piano, de Ponce, así como los arreglos de Estrellita y Por ti mi corazón. Además de Canción de cuna, de Leo Brower; Agua y vino, de Egberto Gismonti; El gran Tango y Oblivion, de Astor Piazolla; y la Pequeña Suite Melodía, de Heitor Villa-Lobos, con el acompañamiento del pianista Víctor Santiago Asunción y la guitarrista JiJi, trazando un recorrido de 140 años de música, de Ponce a Brower.

Después de ganar el concurso Carlos Prieto recibí la comisión para grabar un disco y decidimos grabar un repertorio de música latinoamericana. Es algo que nunca antes había pensado, pero me gustó la idea. Este proyecto, que ha llevado tres años, incluye obras del repertorio romántico”, explica vía telefónica.

Ponce ocupa un lugar especial en este álbum, porque casi la mitad es de su música. La pieza central, su Sonata para violonchelo y piano, así como sus dos canciones mexicanas populares, son el preludio perfecto”.

¿Qué destacaría de la música de Ponce?, se le pregunta Crawford, designado Artista Joven del Año por la Fundación de la Grabación Clásica y Artista Joven de Cuerda de la Federación Nacional de Clubes de Música.

Ponce honra la tradición clásica y, al mismo tiempo, incorpora su propio estilo y la cultura mexicana para que la música tenga un sabor extra, lo cual no suele escucharse entre los compositores de la tradición clásica. Son fantásticos los demás compositores que incluimos en el álbum, pero hay algo en la música de Ponce que es súper fascinante, porque se basó en el folclor mexicano y su música es una mezcla entre tradición y sonido europeo”.

¿Cuál fue la meta al grabar estas obras?, “Mantener el alma de estas piezas, su voz original para que no perdieran su huella al ser interpretadas”.

¿Qué tan tocado y conocido es Ponce en EU? “Es visto como el creador de música muy romántica, especialmente con Estrellita. Mi deseo es que la gente aquí conozca más su música, porque no sólo es el autor de esa pieza, sino de un repertorio interesante. Espero que este álbum muestre un poco más su repertorio. Mi misión es crecer el interés por esta música”.

Por último, Crawford –enamorado del mole poblano, de los tamales, de la cumbia norteña, la música ranchera y el mariachi– cuenta la historia de su violonchelo. “Es algo importante para mí. La historia es larga, pero puede resumirse así:  mi abuelo (Robert Popper) vivía en la calle Beethoven, en Innsbruck, Austria. Él era un violonchelista aficionado (en 1938), pero justo después de obtener su título de médico, los nazis se apoderaron de Austria y su mundo cambió de la noche a la mañana”, relata.

Él y su hermano (Siegfried) decidieron irse antes de que las cosas empeoraran, así que adquirieron un pasaporte nazi en el mercado negro, tomaron un tren por Alemania y Letonia, donde aguardaron tres meses hasta encontrar a alguien que financiara su viaje a Estados Unidos.

Finalmente, un hombre de negocios les ayudó a continuar con su recorrido por Dinamarca, Bélgica, Francia, Suiza –donde recuperaron sus instrumentos que habían enviado de contrabando– y llegaron a EU, donde iniciaron una nueva vida.

A veces pienso que si este chelo pudiera hablar tendría mucho que decir, porque cuando llegó a Suiza, los nazis intentaron abrir su madera y buscar dentro, pero no lo consiguieron. Siento que una parte de mi abuelo vive en este instrumento”, concluye.

 

cva

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