Arturo Chacón-Cruz emprende viaje por el alma humana

El tenor mexicano rendirá homenaje a Giacomo Puccini en una gala que se llevará a cabo el 29 de septiembre, en la Sala Nezahualcóyotl, en el marco del Festival Cultura UNAM

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Arturo Chacón-Cruz

El tenor Arturo Chacón-Cruz (Sonora, 1977) volverá a la Ciudad de México para celebrar el centenario luctuoso del compositor italiano Giacomo Puccini (1858-1924), autor de 12 óperas, entre las que destacan Tosca, Madama Butterfly y Turandot, entre las más escenificadas.

La gala, intitulada Puccini y su mundo, se llevará a cabo el 29 de septiembre, a las 20:00 horas, en la Sala Nezahualcóyotl, con la Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata (OJUEM), como parte del Festival Cultura UNAM.

“Éste será el concierto más ambicioso que he hecho en toda mi carrera, y lo es porque tendremos muchísimas arias puccinianas que son muy pesadas, así que iré con ese reto y con mucha emoción de afrontarlo y entregarle a México un tour de force”, dice a Excélsior el tenor que ha interpretado más de 60 roles en 30 países.

“Es un gustazo regresar a la Ciudad de México, después de cinco años de ausencia de los escenarios operísticos,  será con esta gran orquesta, en la Sala Nezahualcóyotl, y celebrando a Puccini, uno de mis compositores favoritos, porque entre él y Verdi siempre están mi favoritos”, reconoce el tenor mexicano que ha triunfado en La Scala de Milán, el Carnegie Hall y la Arena de Verona.

En esta ocasión cantará arias como Recóndita armonía, de la ópera Tosca; Addio fiorito asil, de Madama Butterfly; y Ch’ella mi creda, de La fanciulla del West.

Así como Torna ai felici di, de Le Villi, la primera ópera que escribió el compositor italiano, además de E lucevan le stelle, de Tosca; Donna non vidi mai, de Manon Lescaut; Non piangere Liù, de Turandot, y Nessun dorma, también de Turandot.

“Nos vamos a ir por todo el mundo pucciniano, desde el principio de su carrera hasta el final, es decir, desde su primera ópera hasta la última. Aunque también tendremos un poco de las influencias de Puccini, entre maestros y alumnos, y las únicas que no son de Puccini serán: Vesti la giubba, de Leoncavallo; Cielo e mar, de Ponchielli, y Mamma, quel vino è generoso, de Mascagni”.

¿Cómo describiría la música de Puccini?, se le pregunta al tenor. “A cien años de su fallecimiento, nos recuerda por qué sigue siendo el compositor más tocado, aparte de Bizet y Verdi, con quienes disputa el primer lugar, porque La traviata (de Verdi), Carmen (de Bizet) y la Madama Butterfly y Turandot (de Puccini) son, quizá, las óperas más hechas en el mundo.

“Puccini tiene una conexión con el alma y la expresión humanas, además es muy especial y diferente del resto de compositores, como Mozart y Haendel. Claro que todos tienen su toque especial para hacer música duradera, pero en Puccini hay algo que a mucha gente no le cae bien, sobre todo a gente que se considera intelectual e iluminada, porque llega Puccini y les arranca las lágrimas. Quizá tiene que ver con que nos lleva de vuelta a las emociones primordiales del ser humano y porque supo cómo tirar de las cuerdas del corazón y arrancarte las lágrimas. Él es único en eso”, afirma Chacón-Cruz.

¿Cuál de los personajes de Puccini le es más cercano? “Actualmente, (Mario) Cavaradossi, de Tosca, es el personaje con el que más me identifico y disfruto llevar al escenario, porque refleja un dramatismo especial y porque es un personaje que revela cierta integridad y amor por la vida.

“Es una pieza que celebra la vida y que también te pone a pensar en el hecho de que un día todos nos iremos, pero Puccini pone ese sentimiento a flor de piel para que apreciemos esos momentos de amor y emoción, y para que cuando estemos a punto de irnos lo recordemos y que con eso nos vayamos, quizá no con una sonrisa, pero sí con una emoción y una energía de agradecimiento por haber sentido todo eso”, explica.

¿Tendrá algún otro recital en México? “Por ahora, sólo vengo a esto. Estamos viendo algunas posibilidades para el año próximo, fuera de la capital, para visitar Sonora u otros estados, así que con el favor de Dios estaremos dando buenas noticias con esta gira de cantantes que estamos fuera de México y que habíamos estado un poquito ausentes en los últimos años”.

Chacón-Cruz también habla sobre su compromiso con el bel canto.

“Lo importante de la ópera es compartir las emociones humanas y por eso me considero una persona humilde y sencilla. Todos somos carne que regresará a la Tierra y pues hay que vivir exaltando la energía y el alma que tenemos, en un mundo en el que podemos entregar amor, comunicación y un granito de arena. En mi caso, es música y expandir ese sentimiento de conexión por la vida, la música y los sentimientos”.

Finalmente, el tenor adelanta que próximamente interpretará a Calaf, de la ópera Turandot, los días 13, 16, 18 y 19 de octubre, en el Olympic Stadium, en Seúl, en una gira de la Ópera de la Arena de Verona; aterrizará en Atenas para interpretar La bohème; llevará a Don José, de Carmen, a Las Palmas de Gran Canaria, para marzo de 2025, y el papel de Werther en la obra homónima en la Opera Royal de Wallonie, en Lieja, Bélgica.