Conoce la historia de los cascanueces y cómo se volvieron un símbolo de la Navidad
Descubre cómo el cascanueces pasó de ser un utensilio de cocina a un elemento decorativo de la Navidad con una imagen muy característica.
Santa Claus, los renos, copos de nieve y luces, son protagonistas de las decoraciones navideñas. Sin embargo, cada vez es más común ver cascanueces al lado del árbol. Conoce su historia más allá del clásico cuento y su papel en la Navidad.
Los cascanueces no nacieron como un elemento navideño, sino como un utensilio diseñado para romper la cáscara dura de los frutos secos, especialmente nueces. De hecho, inicialmente eran solo palancas de metal o piedra.
¿Sabías que esta herramienta tiene una larga historia? Registros arqueológicos y documentos históricos han encontrado que en el Imperio romano ya se utilizaban herramientas específicas para abrir nueces, un alimento común en Europa desde tiempos antiguos.
Sin embargo, estos objetos carecían de valor decorativo. Fue en la Europa medieval cuando los cascanueces comenzaron a transformarse en piezas artesanales.
En regiones como Alemania y Austria, los artesanos empezaron a tallar figuras de madera antropomorfas que, además de cumplir su función, representaban personajes del imaginario popular.
Pero, ¿cómo pasaron a tener la forma característica de soldado y a ser un símbolo de la Navidad?
Los cascanueces antes de ser un símbolo navideño
Muchos historiadores coinciden en que el cascanueces, tal como hoy lo conocemos, se originó en Alemania, durante los siglos XVII y XVIII. Particularmente fue en la región de Erzgebirge, famosa por su tradición en la talla de madera y juguetes artesanales.
Los cascanueces alemanes solían representar figuras de autoridad como soldados, reyes, jueces o policías. Sus mandíbulas exageradas y expresiones rígidas eran una forma sutil de burla hacia la autoridad
De acuerdo con el folclore alemán, colocar un cascanueces en casa servía para proteger el hogar y atraer buena suerte, pues este personaje “rompía” los problemas y protegía a las familias de los malos espíritus.
Fue en los siglos XVIII y XIX cuando se consolidaron como productos artesanales muy valorados que se transmitían como herencias familiares o se regalaban en celebraciones importantes, especialmente en invierno, cuando el consumo de frutos secos aumentaba.
Con la industrialización, creció su producción y comenzaron a exportarse a otros países europeos y, más tarde, a Estados Unidos.
¿Cómo los cascanueces se transformaron en símbolo de la Navidad?
Si bien, los cascanueces comenzaron a ligarse al invierno, por el consumo de frutos secos, su asociación con la Navidad no fue inmediata. En realidad, este se atribuye a la literatura, música y tradiciones europeas.
Uno de los momentos clave para que ocurriera, llegó en 1816, cuando el escritor alemán E.T.A. Hoffmann publicó el cuento “El cascanueces y el rey de los ratones”.
Esta historia, ambientada en la víspera de Navidad, convirtió al cascanueces en un personaje mágico capaz de cobrar vida. Asimismo, reforzó la imagen de protector y figura fantástica, profundamente ligada a la época navideña.
Décadas más tarde, en 1892, el compositor ruso Piotr Ilich Chaikovski estrenó el ballet “El cascanueces”, basado en el cuento de Hoffmann.
Curiosamente, en sus inicios no tuvo mucho éxito, pero con el tiempo se convirtió en una de las obras más representadas durante la temporada navideña en todo el mundo. Esto contribuyó a consolidar al cascanueces como personaje navideño, formando parte de la decoración de los hogares.
Sin embargo, fue a partir de la década de 1940 cuando comenzaron a producirse en grandes cantidades y a venderse como figuras decorativas más que como utensilios funcionales.
De hecho, la mayoría de los que encontramos en la actualidad no están diseñados para romper nueces, solo para lucir bonitos. Asimismo, han dejado de ser elaborados únicamente con madera, dando paso a piezas de resina, cerámica y otros materiales.
El nombre cascanueces, nos da una idea del uso de esta herramienta, pero, ¿conocías su historia y evolución hasta convertirse en un clásico de la Navidad? Ahora tienes un nuevo dato curioso para compartir en tus reuniones navideñas.
EL EDITOR RECOMIENDA
