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Comunidad

¿Qué pasó con las mascotas rescatadas tras el sismo del 19-S?

Diversas asociaciones y civiles se encargaron de buscar alternativas para los canes; no se dieron en adopción hasta después de dos meses 

Abigail Chávez | 05-09-2018
¿Qué pasó con las mascotas rescatadas tras el sismo del 19-S?
La difusión de fotografías e información logró conectar a quién había perdido a su mascota con quien la había encontrado. Foto: Cuartoscuro

CIUDAD DE MÉXICO. 

Layla es una perrita que se extravió tras el sismo del 19 de septiembre del año pasado, su dueño la estuvo buscando por las calles aledañas a la ubicación de su empleo, mediante redes sociales y pegando carteles con su foto por la ciudad. Después de cuatro días le avisaron que un perro parecido se encontraba en La Casa del Mestizo, un albergue que al ver la emergencia empezó a recibir animales damnificados. Cuando él llegó al lugar, Layla había salido a pasear, pero cuadras antes de arribar al albergue detectó el olor de su dueño; en el momento en el que lo vio no pudo dejar de moverse y mostrar su alegría.

La Casa del Mestizo alojó aproximadamente a 17 perros damnificados, de ellos, cuatro lograron regresar con su familia; uno falleció pues le había caído algo encima y se encontraba muy lastimado cuando llegó, cuatro más aún se encuentran en el refugio esperando ser adoptados. El resto se pudo colocar en hogares definitivos. 

 Dimos un plazo de dos meses para darle tiempo a las familias de buscarlos. De tres de las mascotas supimos que los dueños habían muerto debido al sismo, pero la mayoría se fue en adopción” detalló Silvia García, propietaria de La Casa del Mestizo.

No todas las mascotas tuvieron la misma suerte que Layla, Ronna, una perrita que se encontraba en un edificio ubicado en la calle Ámsterdam durante el movimiento telúrico, fue buscada por cada rincón de la colonia Condesa; sus dueños no pararon desde que se enteraron de que el edificio se derrumbó. Buscaron entre escombros hasta las 3 de la mañana mientras veían sus pertenencias entre todos ellos sin tener señal alguna de su mejor amiga. Carteles con su fotografía fueron colgados en distintas colonias de la zona y también en redes sociales.

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Así llegaron a Mascotas Sismo, una cuenta de Twitter que se dedicó a compartir fotografías de mascotas extraviadas para reencontrarlas con sus dueños.

Durante dos meses, desde el día del temblor, esta cuenta recibió un aproximado de mil reportes, entre quienes había hallado a un can o gato y quienes estaban buscando al suyo. De estos, 490, de acuerdo con la información de la propia iniciativa, fueron recuperados por su familia. El destino del resto es desconocido por quienes administran el sitio.   

La familia de Ronna recibió informes de que habían visto salir a una perrita parecida a la suya de entre la catástrofe, sin embargo, fue horas más tarde cuando un rescatista les envió una foto donde se veía a la pequeña ya sin vida.

Sentimos mucha irá al enterarnos porque solo tenía una semana de haber llegado a la Ciudad, Ronna estaba en Venezuela y era el perro de apoyo emocional de mi mamá” detalló Ysabella, dueña de la mascota.

Así como Mascotas Sismo surgieron muchas más cuentas, la difusión de fotografías e información logró conectar a quién había perdido a su mascota con quien la había encontrado. Muchos de los animales extraviados no eran damnificados, sino que se habían salido corriendo de sus hogares ante el temor del movimiento o habían sido descuidados por el momento de angustia.

Teníamos contacto directo con muchos de los dueños de los animalitos perdidos porque cuando ellos se enteraban de los que estábamos haciendo nos contactaban directamente. Así supimos de casos de mascotas que habían fallecido y de algunas que por la desesperación se aventaban por la ventana, era muy doloroso. Sin embargo, después de unos meses los dueños ya no nos contestaban, por eso no sabemos que ocurrió con los demás, yo quiero pensar lo mejor” mencionó Nelly Mercado, administradora de Mascotas Sismo.

A la causa se unieron asociaciones de todo tipo, entre ellas se encuentra el hospital veterinario Rampu, donde debido a su localización céntrica comenzaron a llegar personas con mascotas heridas. Los animales llegaban en manos de sus dueños que ante la premura no habían logrado sacar nada más que a su acompañante canino, por lo que María de Jesús Cárdenas, la propietaria del establecimiento decidió comenzar a apoyar con consultas gratuitas

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Atendimos unas 350 o 400 consultas, teníamos hospitalizados hasta en los pasillos, entre que iban unos llegaban otros. Una gran cantidad de perritos los traían los rescatistas, los sacaban de los escombros y llegaban aquí con tierra todavía”, precisó la gerente de la veterinaria.

Después de la recuperación de los animales afectados los rescatistas volvían por ellos y se hacían responsables de buscarles un hogar, sin embargo, hubo un par de perritos que dejaron abandonados. Se trata de Aquela y Bacardy, la primera, una perra xolo que sufrió una severa fractura en una pierna, el segundo, un perrito que tenía una serie de fracturas: una delantera y dos más en la parte trasera de su cuerpo.

Ambos fueron adoptados por dos veterinarias de la clínica, el dueño de Aquela había fallecido luego del sismo y a Bacardi no fueron a buscarlo, por lo que Dina y Paulina, decidieron hacerse cargo.

Aquela pasó por varias cirugías, fue a rehabilitación y tuvo cachorritos, pues antes del sismo ya estaba gestante. Fue necesario pedir ayuda porque las intervenciones eran caras, pero después de un mes en el hospital me la lleve a mi casa y cambió mucho, era otra perra, estaba feliz”, destacó la nueva dueña de la mascota. 

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En el caso de Bacardi, las cirugías no lo dejaron completamente sano, ya que las fracturas eran graves, sin embargo, después de un año es un perro alegre, lo único que no puede hacer es apoyar una de sus extremidades.

Para Norma Huerta, quien dirige Mundo Patitas y se instaló en el Parque México momentos después de la sacudida que tuvo la tierra, la labor de los voluntarios es de reconocerse, pues sin ellos hubiera sido difícil el resguardar y organizar a los más de 100 perros que llegaron a la carpa de su asociación y que al no poder ser transportados hasta el refugio ubicado en Huehuetoca, se tuvieron que quedar en el parque.

El mismo 19, los brigadistas nos decían donde les dejo este perro que acabo de rescatar de los escombros y nosotros decíamos es que aquí nada más es centro de acopio, pero al ver la necesidad nos instalamos en toda la zona canina, teníamos un área de cuarentena, quirófano, no les faltaba nada”, explicó la directora de la organización. 

Los ‘peludos’ rescatados o perdidos se daban en hogar temporal casi inmediatamente, pues no podían mantener a tantos animales en el sitio, además, se explicaba a quienes se los llevaban que si el dueño aparecía debían entregarlos y que, de no ser así, ellos serían los primeros en poder iniciar un proceso de adopción.

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Solamente 4 de los perritos que teníamos fueron encontrados por su familia”, precisó Norma Huerta. 

Entre 27 y 30 canes se quedaron con la familia que los había resguardado temporalmente, con el resto se realizó la tarea de buscarles un hogar.

Mundo Patitas ya no tiene perritos damnificados, sin embargo, Norma recalca que en todos los refugios hay una gran cantidad de perros que buscan una casa definitiva, por lo que la euforia que hubo en ese momento de parte de la ciudadanía debe continuar, aún deben formarse para intentar ayudar a un animal necesitado.

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