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Extorsión y fraude: Un ataque a la intimidad (Segunda parte)

De 2008 a 2018 las llamadas de extorsión han incrementado en un 90 por ciento a falta de regulaciones jurídicas, considera Luis Wertman

Efrén Argüelles | 04-10-2018
De 2008 a 2018 las llamadas de extorsión han incrementado en un 90 por ciento a falta de regulaciones jurídicas, considera Luis Wertman
De 2008 a 2018 las llamadas de extorsión han incrementado en un 90 por ciento a falta de regulaciones jurídicas, considera Luis Wertman. Foto: Captura de pantalla

CIUDAD DE MÉXICO

En México y la mayoría de los países de América Latina, cuando hablamos de extorsión nos referimos principalmente a tres modalidades: uno, el engaño telefónico, puede suceder cuando se recibe una llamada que informa que somos acreedores a un premio y se condiciona su entrega a cambio de alguna cantidad de dinero o tarjetas prepagadas de algún servicio.

Dos, la amenaza telefónica que intenta atemorizar para que paguemos cierta cantidad de dinero a cambio de no atentar contra nuestros familiares o nuestra persona. Tres, el cobro de derecho de piso, son la entrega de cantidades económicas periódicas y así garantizar la integridad física de la víctima o de su actividad comercial.

Que el delito, aunque ellos intenten hacerlo cada vez más veces, sus resultados sean menores para que ya no les reditúe y se dediquen a otra cosa; así es como nace eso y esta es la situación en la que estamos. Del año 2008 a 2018, mínimo se ha incrementado en un 90 por ciento, se ha venido duplicado este asunto y no tiene porque dejarlo de hacer hasta que no se regule correctamente. Esa es otra de las razones en donde esto ha seguido proliferando, ya que no existen regulaciones claras", considera Luis Wertman Zaslav, presidente del Consejo Ciudadano.

Hasta el año 2012, los estados que presentaban el mayor número de extorsiones eran: Guadalajara, Monterrey, el Estado de México y la Ciudad de México. Las estadísticas señalan que las extorsiones se han generalizado en todo el país, la mejor recomendación es que al recibir la llamada de un número desconocido no conteste y si ya lo hizo, simplemente cuelgue.

Son muy difíciles de comprender y de entender. Cuando a uno lo extorsionan vía telefónica-en virtud de que es un impacto bastante fuerte-yo hago una semejanza como si fuera un golpe repentino en la cabeza o en la cara, porque lo sacan a uno de su estado natural", relata una víctima de extorsión telefónica. 

El testigo explica que cuando uno recibe ese tipo de llamadas, lo primero que escucha por la bocina son amenzanas: "Piden dinero porque tienen a la familia o van a venirnos a matar o incendiar el local donde comercializamos nuestros productos. Es de impacto porque las personas hacen bien su papel de voz fuerte, segura, firme y con la plena convicción de que tienen nuestros datos y que sí, efectivamente, están aquí en la esquina".

La principal amenaza es de dinero, tal cual. Si no, van a entrar a matarnos [...] Es como cobro de piso: si no pagamos, nos matan. Nosotros vivimos con el susto permanente, si no es por temblor es por asaltos, si no, por inundaciones. Por todo tenemos miedo, porque le tenemos miedo al delincuente, le tenemos miedo a la autoridad porque no actúa en función de protegernos", afirma. 

No obstante, Luis Wertman asegura que los delincuentes seleccionan a sus víctimas al azar y se apoyan en el temor que la víctima cobra para ejecutar sus juegos mentales. 

El delincuente no sabe a quién le está marcando, entonces el delito se va desde niveles que por 200 pesos están haciendo una extorsión, hasta cuando le pegan-ahora si que-al premio gordo, que se puede convertir en cientos de miles de pesos. Es porque viene un juego mental, algo que el extorsionador sabe hacer muy bien", detella el presidente del Consejo Ciudadano. 

(Segunda Parte)

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*abm 

 

 

 

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