Banda de 'cristaleros' en CDMX: Operan en Roma Sur y se esconden en Xochimilco
Excélsior obtuvo evidencia que apunta a que la banda de cristaleros opera desde un avenida cerrada en la colonia Santa María Tepepan.

Una banda delictiva especializada en reventar parabrisas, para robar artículos de los vehículos que se estacionan en colonias como la Roma Sur, tiene una "guarida secreta" en la alcaldía Xochimilco y el supuesto sistema perfecto para evadir la justicia —hasta ahora—.
Se trata de un grupo de "cristaleros" que casi todos los días acecha calles con poca vigilancia y nulo patrullaje, como avenida Nayarit, donde vecinos han optado por instalar cámaras propias y evitar dejar autos en la calle ante lo que ellos consideran, un aumento de estos delitos en dos años.
Sí, es la misma banda la que pasa y se asoma en los coches y dan los cristalazos, los mismos grupos que se paran en los portones para revisar en qué momento no hay nadie, pero son los mismos”, dijo Veronica, vecina de esta colonia, a Excélsior.
No es una buena manera de vivir, sobre todo porque aquí está nuestro patrimonio. Somos personas trabajadoras, todos”, comentó otra vecina víctima de la delincuencia.
Modus operandi

Según distintos vecinos y material de videovigilancia privada, los criminales operan bajo un sistema organizado que consiste en detectar autos con probable contenido de artículos de valor.
Para localizarlos, llevan a cabo rondines con distintas vestimentas e incluso apariencias. Algunos vecinos nombraron vehículos específicos en los que “zopilotean” la zona, y mencionaron que utiliza supuestos detectores de dispositivos electrónicos, parecidos a detectores de metales.
Los cristalazos ocurren en segundos y son tan recurrentes que los vecinos ya se acostumbraron a hallar vidrios rotos mientras caminan. Sin embargo, también van por autopartes, entre otras cosas.
Incluso han venido a quitar letras de los nombres de marcas de autos”, dijo la vecina que prefirió el anonimato.
Los hallaron… pero no pasó nada
Entre sus más recientes víctimas se encuentra un grupo de cinco jóvenes que estacionó su vehículo en calle Nayarit el pasado 23 de julio para cenar en un puesto de tacos.
Venían de un viaje a París y les pareció confiable estacionarse a unos pasos del cruce con Medellín, donde las únicas cámaras del C5 en la primera avenida apuntan al tráfico de la segunda. Les extrajeron nueve maletas en cuestión de minutos.
Llegamos a cenar tacos aquí a la vuelta, y justamente entre las 9:40 y las 10:22 estacionamos aquí nuestro vehículo y fue la hora en la que nos robaron nuestras maletas", dijo una de las víctimas que prefirió mantenerse en anonimato.
Le dieron cristalazos por atrás y por el lado del chofer y copiloto para sacar nuestras pertenencias", agregó.
Lo que los criminales no sabían es que el equipaje cuenta con dos rastreadores satelitales marca Apple Tracker Airtag, los cuales muestran su ubicación en tiempo real.
Los jóvenes acudieron al sitio con el acompañamiento de los policías, señalaron el inmueble pero la autoridad dijo que no podía hacer nada, que necesitaban una orden.
Fue ahí cuando dieron como perdido sus pertenencias y recuerdos del viaje.
Más vigilada que la Roma Sur
El equipo de Excélsior acudió al siguiente día al sitio y encontró la calle Privada de Cuauhtémoc reluciente de limpia, lo opuesto a lo que los jóvenes habían mencionado: “una calle llena de autos abandonados que pareciera que usan como bodega para guardar todo lo robado”.
Limpiaron la calle después de la visita de los policías, dijo una de las víctimas de robo cuyo localizador satelital sigue indicando que su equipaje robado el 23 de julio en Roma Sur se encuentra ahí.
Lo que sí había era decenas de cámaras apuntando al inmueble que supuestamente es utilizado de guarida, y donde se supone que está el Airtag, Consultados al respecto, algunos vecinos mencionaron que la policía va a ese sitio todo el tiempo por distintos dispositivos de rastreo, pero los autos vienen y van sin que nadie haga nada.
La Fiscalía General de la Ciudad de México considera los cristalazos como robo de vehículos con o sin violencia.
En enero, autoridades capitalinas aseguraron que estos delitos se encontraban en su mínimo histórico, un promedio diario de 2.9 en 2025 (el promedio de 2018 13.8).
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