Maradona, una vida 'de la mano de Dios'

El Pelusa mira sobre su hombro, como cuando le venía un defensa encima. Revisa el terreno recorrido: los kilómetros sobre el césped y los desvelos en la vida

El Diego cumple 58 años, 21 de ellos fueron con el balón pegado a la zurda. Ahora disfruta de su más grande pasión con Dorados (Mexsport)
El Diego cumple 58 años, 21 de ellos fueron con el balón pegado a la zurda. Ahora disfruta de su más grande pasión con Dorados (Mexsport)

CIUDAD DE MÉXICO.

En Culiacán, Sinaloa, una muleta ayuda a caminar a Diego Armando Maradona, a sus 58 años, durante los que serpenteó defensas, polémicas y problemas de toda índole, siempre con el balón como abogado.

Sus credenciales tienen al astro argentino dirigiendo en México, donde celebra su cumpleaños, trabajando, en un lugar donde se siente feliz, lo proyecta a su alrededor y en la Tabla General del Ascenso MX: cuatro victorias al hilo, cinco en sus últimos seis encuentros que tienen a Dorados con 18 puntos, en zona de Liguilla (7°).

No me distraigo, lo único que pienso es en Dorados, en los refuerzos que necesitamos y darle la gloria a toda esta gente que viene a alentarnos a nuestra cancha. La plata (el dinero) está bien, pero la gloria no tiene precio", apuntó Maradona.

                                 Foto: @Dorados  

El amor que El Diego siente por el futbol es la soga que lo mantiene a salvo. Fueron 21 años dedicados a patear la pelota con alegrías esparcidas por las canchas de Argentina, España e Italia, principalmente, pero más en México, donde conquistó el mundo.

Sabedor de sus errores, El Pelusa mira sobre su hombro, como cuando le venía un defensa encima. Revisa el terreno recorrido y sus decisiones con la madurez que le dan los kilómetros sobre el césped y los desvelos en la vida.

                                 Foto: Reuters  

Sensato, con personalidad de estrella, pero con el alma de un niño que patea la pelota en el potrero de Villa Fiorito, Diego Armando arrastra palabras convencido. Aprovecha su brillo para levantar la voz. Sus opiniones nunca pasarán inadvertidas, sean dardos o apapachos, argumentos o rabietas. Cuando Maradona habla se para el balón.

Ayer parecía que tenía 20 años , pero ya son 58. Los he vivido muchas veces bien y otras mal, pero puedo salir a la calle con la frente bien en alto porque no le hice mal a nadie", dijo.

                                 Foto: EFE

El único mal que hizo fue a sí mismo, pero Dios tendió su mano.

Tenía 24 años cuando consumí droga por primera vez. En Barcelona. Ha sido el error más grande de mi vida”, dijo a la cadena italiana Mediaset. “Me considero afortunado por poder hablar de esto. Si hubiera seguido de esa forma, ahora a esta edad ya habría muerto”.

Foto: Cortesía FC Barcelona 

Lo que Maradona consiguió como futbolista no lo consiguió nadie más. De Pelé lo separan los años, como ahora con Lionel Messi. El '10' argentino volcó a un país e hizo jugar a su selección, un grupo de magos que seguían la varita del capitán.

                                 Foto: Mexsport

En total fueron 692 partidos oficiales, 352 goles -187 con la zurda-, 10 títulos, cinco veces máximo goleador, una mano de Dios y un gol que paralizó al mundo con 62 metros recorridos, 11 toques con la pierna izquierda y seis ingleses superados en el camino. De qué jugador se perdió el mundo.

¿Sabes qué jugador hubiera sido yo si no hubiera consumido cocaína? Me queda el mal sabor de boca de que pude ser mejor de lo que soy”, confesó en el documental ‘Maradona, por Kusturica’ (2008). “Me podrán decir que estoy bien, o que estoy mejor, pero nadie está dentro mío. Yo sé la culpa que tengo”.

                                 Foto: Mexsport

Ahora, el calor de Sinaloa cobija a El Diego de las fauces del mundo. El suelo mexicano sigue dándole satisfacciones, más allá de la prensa, del acoso, de la crítica. Sus fuerzas se depositan en el paso del equipo. Lo que necesitaba no estaba en Qatar, Emiratos Árabes o Bielorrusia. México es la casa de Maradona, donde su salud es prioridad para “recuperar el tiempo perdido”, como dijo a su llegada al banquillo de Dorados.

Las piernas se vencen ahora. Tanta gambeta, tantas patadas. Tanto amor al futbol no le cabe en el pecho. Las pruebas apuntan a que Dios no es inmortal. Y él lo sabe: “Si me explota el corazón que me explote en una cancha de futbol”.

                                 Foto: Mexsport

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-Con información de EFE

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