CIUDAD DE MÉXICO.
¿Jardinero izquierdo con sangre cubana, que radica en Yucatán y explota con el madero?... ponche a los que pensaron en Randy Arozarena. El joven mexicano David Hernández lució ante su primer gran escenario al consagrarse como campeón de bateo y colaborar en el título del equipo Nelson Barrera, en la Copa Juntos por México, torneo que concluyó el pasado fin de semana en el Alfredo Harp Helú.
El jardinero de 17 años es hijo del cubano Vladimir Hernández, exbeisbolista profesional y quien se quedó en la antesala de las Grandes Ligas.
El que hayamos quedado campeones, el que yo haya sido campeón de bateo, el poder jugar en esas tremendas instalaciones y la atención que recibimos de todas las personas que nos ayudaron fue la mejor experiencia que he tenido hasta el momento en el beisbol”, expresa vía telefónica David, sobre los 42 días que estuvo concentrado para disputar el torneo en el inmueble capitalino.
El pelotero cuenta que llegó a la Academia de Oaxaca por primera vez en 2019 y ahí tuvo como instructores a Ty Gainey (bateo) y a Daniel Fernández (fildeo).
¡Imagínate, dos de los más grandes! Para mí fueron muy importantes en mi inicio. Luego en el torneo tuve como manager a José El Toro Macías, otro grande. Un día nos dio una plática y nos contó de su experiencia de cómo llegó a Grandes Ligas. Se me quedó muy grabada una frase que dijo: ‘Aquí no importa cómo empieces, sino cómo termines’, esa frase la llevé grabada en todo momento”, recuerda con emoción.
Además de contar con instructores de primera, que fueron clave para conseguir el título de bateo, tuvo un apoyo a larga distancia.
El cubano Vladimir Hernández, padre de David, fue beisbolista profesional y ahora es el mejor consejero del joven pelotero.
Mi padre veía los partidos y luego me hablaba para darme consejos. Toda su experiencia que me transmitió me sirvió para el título de bateo. Si notaba alguna situación me la decía y siempre me decía que aprovechara mi zona de strike y aprendiera de los lanzadores”, expresa el jardinero izquierdo, quien terminó con un promedio de .470.
David cuenta que siempre fue un niño hiperactivo, por lo que sus padres lo llevaron a diferentes actividades
Estuve aprendiendo canto con el coro, ahí también a tocar piano y violín, pero yo quería probar en el deporte también. Primero me llevaron al futbol y lo hice bien, pero yo siempre quise jugar beisbol y así comencé como a los siete años”.
Recuerda que bateaba piedras y todo lo que se encontrara en su camino, mientras que en casa tuvo a su primera gran instructora, su mamá Mercy Marisol Peraza Saldívar.
Cuando mi mamá estaba embarazada de mi hermanita, nos poníamos a entrenar bateo, me tiraba limones para que yo los bateara, mi mamá siempre me ha apoyado mucho”.
Luego de concluir con éxito su participación en la Copa Juntos por México, dice que se mantendrá trabajando para mejorar, esperando el siguiente llamado.
Mis entrenadores me dicen: ’ya estás en la mira, ahora mantente ahí y ve por tu sueño’”.
-¿Y CUÁL ES ESE SUEÑO?
Llegar a Grandes Ligas. Jugar con todos los que admiro como Ronald Acuña, Francisco Lindor y Javier Báez. Espero estar ahí algún día.
Cerrojazo con éxito
El equipo Nelson Barrera se impuso en la final al de Alfredo Ortiz para levantar el título de la Copa Juntos por México 2020, en donde participaron los mejores prospectos de los Diablos Rojos del México y Guerreros de Oaxaca, torneo que cumplió con éxito a los protocolos sanitarios al no presentar casos de covid-19.
Alfredo Harp Helú, dueño de ambas organizaciones, acudió a la final que se disputó el pasado sábado .
HERENCIA FAMILIAR
Vladimir Hernández destacó como infielder y perteneció a las organizaciones de Mets de Nueva York y Expos de Montreal, luego llegó a la Liga Mexicana de Beisbol para jugar con los Langosteros de Cancún en 2003 y 2004. Nadie mejor que él conoce los sacrificios de un beisbolista profesional.
Yo quería que David se dedicara a las artes y por eso lo llevamos con el coro, pero él nos dijo que quería jugar beisbol”, recuerda su progenitor, quien radica en Yucatán.
Proveniente de una familia beisbolera por parte de su padre así como del abuelo materno, era normal que esa herencia la desarrollara.
En uno de los viajes que hicimos a Cuba se ponía a jugar con su abuelo y él me dijo: ‘este niño tiene mucha pasión por el beisbol, va a ser un pelotero’ y no se equivocó mi padre, quien falleció hace cinco años. También su abuelo materno siempre estuvo metido con el beisbol, patrocinaba un equipo que fue campeón.
David disfruta jugar beisbol y yo le digo que respete a sus coaches y compañeros, que juegue por el equipo, que sea una persona de bien”.
El exbeisbolista destaca a su hijo como un bateador de contacto y de buen corrido en las bases.
Con su mamá Mercy Marisol Peraza y su hermana Kenia Shalem.
Él llegará hasta donde se lo proponga, porque cuando yo jugaba no tenía esas habilidades que él tiene.
Es un bateador de contacto, sus manos son bastante rápidas y casi siempre pone la pelota en juego, por lo que siempre hay posibilidades de que se embase. Seguro él irá aprendiendo otras habilidades”.
El nombre de Randy Arozarena, actual estrella de Rays de Tampa Bay, quien radica en Yucatán y es jardinero izquierdo, sale a la charla.
Sí, puede que tenga algún parecido. El año pasado conocí a Randy y me regaló un bat. Es un pelotero que ha trabajado mucho para llegar hasta donde está”.
Por el momento, Vladimir desea que su hijo siga disfrutando el jugar beisbol.
Estoy muy agradecido de que mi hijo tuviera la oportunidad de jugar en un torneo como éste. Como padres estamos muy agradecidos por el trato y los cuidados de todo corazón que le dieron a los muchachos.
Su mamá ha sido una heroína para David porque siempre lo ha apoyado y lo llevaba a los partidos
Estamos muy contentos con lo que hizo y el empeño que le pone para jugar beisbol, sólo Dios puede determinar hasta dónde puede llegar.”
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