Ayuda celestial: padre Masters cooperó en el campeonato de Cachorros en 2016

Burke Masters no pudo llegar a grandes ligas, pero fue capellán de los Cachorros de 2016.

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Burke Masters, sacerdote.

Los Cachorros de Chicago de 2016 contaron con ayuda divina para romper la sequía de 108 años sin ganar la Serie Mundial. El padre Burke Masters oficiaba misas los domingos que jugaban en casa y en plena transmisión en vivo del Clásico de Otoño realizó una oración. 

Burke jugó beisbol y a nivel colegial fue un héroe de la Universidad Estatal de Mississippi al pegar un dramático Grand Slam con el que llevó a su equipo a la Serie Mundial. Fue firmado por Medias Blancas, pero en su camino encontró el llamado y no fue el de las Grandes Ligas.

Dios tenía un plan diferente para mí”, repite en diferentes entrevistas en los que explica el dejar el beisbol por el sacerdocio.

Con los Cachorros de Chicago, el entonces manager Joe Maddon le permitió, durante la pretemporada de 2016, entrenar con el equipo, momento que resultó emotivo.

Era como si Dios me estuviera diciendo: ‘Este era tu sueño’, quería ser un jugador de beisbol profesional.’ Ahora, puedo hacer ambas cosas. Puedo ser sacerdote y estar aquí en las Grandes Ligas al mismo tiempo. Me siento muy honrado de poder hacer esto y devolver lo que Dios me ha dado”, recuerda.

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A las misas que oficiaba en el estadio acudían jugadores, empleados y vendedores. Miguel Montero era de los que peloteros que más asistía.

Disfruto la misa sobre todo cuando él (Burke) hace la misa. Como ser humano se siente mucha liberación, es un sentimiento tan bueno, tan pacífico y por eso me gusta hacerlo”, explica Montero, quien acudió a una misa al siguiente día de pegar un Grand Slam frente a los Dodgers de Los Ángeles en la Serie de Campeonato.

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El padre Burke Masters pudo entrenar con los Cachorros en 2016, con autorización del manager Joe Maddon.

El padre Burke Masters hace referencia constantemente al beisbol en sus sermones.

Existe una sensación de esperanza con cada temporada y la comparo con nuestra fe, de que no importa qué mal se pongan las cosas, no importa que tan lejos lleguemos, nuestro récord es 0-0 estamos comenzando de nuevo”.

En videos que sube en su canal de YouTube se le observa en ocasiones con un bat en las manos, mientras se dirige feligreses, como ocurrió el pasado Jueves Santo.

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Allan Travers, sacerdote.

* Allan Travers lanzó por los Tigres de Detroit en 1912. Foto: Especial.

Un padre que jugó en las Grandes Ligas

La rabieta que provocó al legendario Ty Cobb, de Tigres de Detroit, subir la tribuna para golpear a un aficionado, permitió a Allan Travers pasara a la historia como el único sacerdote que ha lanzado en un juego de las Grandes Ligas.

Ocurrió en la temporada de 1912. Cobb fue suspendido por 12 encuentros debido a su acción violenta en las gradas y sus compañeros se pusieron en huelga como protesta.

Una amenaza del presidente de la Liga Americana de dar de baja al equipo en caso de que se negaran a jugar en el siguiente encuentro frente al campeón Atléticos de Filadelfia, enfureció al dueño del equipo y pidió a su gerente general que buscará peloteros de reemplazo.

Entre un grupo de jóvenes estudiantes de Filadelfia y algunos conocidos, lograron juntar a los jugadores que tomarían el lugar de los titulares en caso de que se negaran a jugar, tal y como ocurrió.

De los jóvenes que harían su debut estaba el lanzador, de 20 años, Joseph Allan Travers, quien estoicamente soportó las 24 carreras que recibió durante la ruta completa. Le conectaron 26 hits, regaló siete bases por bolas y sólo consiguió un ponche. 

Travers, quien era violinista, se ordenó más adelante estudió en el Woodstock College de Maryland, donde fue ordenado como sacerdote en 1926.

Ya nunca volvió a lanzar una bola de beisbol, pero sigue considerado como el único padre que ha jugado en las Grandes Ligas.

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*mcam